En menos de dos semanas los venezolanos acudiremos a las mesas electorales para una decisión trascendental. Se trata de seleccionar entre dos opciones totalmente contrapuestas: reelegir al gobierno incompetente y autoritario de los últimos catorce años, o iniciar una nueva etapa del país que promueva el progreso y bienestar de todos.
Llegar al 7 de octubre ha sido un largo proceso. La estrategia para enfrentar efectivamente al actual gobierno ha surgido del convencimiento de que la vía era el ejercicio del voto. Luego de la reforma constitucional de 2009, que aprobó la reelección indefinida, muchos pensaron que en Venezuela se había acabado las elecciones. Que las opciones para la sustitución del actual gobierno quedaban eliminadas.
En tales condiciones se empieza a tejer la vía posible, fundamentada sobre la vocación democrática de los venezolanos. Más de cincuenta años de ejercicio de libertades públicas han hecho su marca. La cultura política se ha hecho más democrática, justamente para enfrentar las prácticas autoritarias del actual gobierno. Los venezolanos no aceptan imposiciones ni excesos en el ejercicio del poder. A ello se suma la exigencia cada vez más notoria de que la respuesta debía ser de toda la sociedad, que la solución debe ser lograda por una alianza perdurable. El reclamo de unidad constituye el principal motor para los acuerdos en la sociedad.
En tales condiciones, la MUD presenta a los venezolanos una alternativa para construir una nueva mayoría política. Para ello se requería conformar una amplia alianza política. Que estableciera rutinas para el diálogo y los acuerdos. Y es así como se logran los consensos programáticos y estratégicos. También se logra presentar candidatos unitarios en todos los circuitos de las elecciones parlamentarias de 2010, lo cual facilita la derrota del gobierno en esa oportunidad. Y en todo el año 2011 se sientan las bases para el Gobierno de Unidad Nacional, expresadas en el acuerdo de gobernabilidad, y en los Lineamientos de acción para el período 2013-2019. Y como corolario, se establece que la decisión del abanderado presidencial y de los candidatos para gobernadores de estado y alcaldes se realizaría por elección primaria el pasado 12 de febrero.
La elección de Henrique Capriles como candidato presidencial y la extraordinaria campaña electoral que ha realizado se inscriben en ese proceso de sostenido desarrollo de la opción de la Unidad Democrática. Este proyecto de Unidad ha sido efectivo, ha cumplido con los venezolanos. Y está a pocos pasos de lograr un triunfo electoral que coloque a Henrique Capriles en la real posibilidad de conducir a Venezuela en una etapa de progreso y transformación. Todo ello demuestra que la disposición al diálogo y la visión estratégica son fundamentales para lograr acuerdos sostenibles. Es bueno tenerlo presente.
Politemas, Tal Cual, 26 de septiembre de 2012
Llegar al 7 de octubre ha sido un largo proceso. La estrategia para enfrentar efectivamente al actual gobierno ha surgido del convencimiento de que la vía era el ejercicio del voto. Luego de la reforma constitucional de 2009, que aprobó la reelección indefinida, muchos pensaron que en Venezuela se había acabado las elecciones. Que las opciones para la sustitución del actual gobierno quedaban eliminadas.
En tales condiciones se empieza a tejer la vía posible, fundamentada sobre la vocación democrática de los venezolanos. Más de cincuenta años de ejercicio de libertades públicas han hecho su marca. La cultura política se ha hecho más democrática, justamente para enfrentar las prácticas autoritarias del actual gobierno. Los venezolanos no aceptan imposiciones ni excesos en el ejercicio del poder. A ello se suma la exigencia cada vez más notoria de que la respuesta debía ser de toda la sociedad, que la solución debe ser lograda por una alianza perdurable. El reclamo de unidad constituye el principal motor para los acuerdos en la sociedad.
En tales condiciones, la MUD presenta a los venezolanos una alternativa para construir una nueva mayoría política. Para ello se requería conformar una amplia alianza política. Que estableciera rutinas para el diálogo y los acuerdos. Y es así como se logran los consensos programáticos y estratégicos. También se logra presentar candidatos unitarios en todos los circuitos de las elecciones parlamentarias de 2010, lo cual facilita la derrota del gobierno en esa oportunidad. Y en todo el año 2011 se sientan las bases para el Gobierno de Unidad Nacional, expresadas en el acuerdo de gobernabilidad, y en los Lineamientos de acción para el período 2013-2019. Y como corolario, se establece que la decisión del abanderado presidencial y de los candidatos para gobernadores de estado y alcaldes se realizaría por elección primaria el pasado 12 de febrero.
La elección de Henrique Capriles como candidato presidencial y la extraordinaria campaña electoral que ha realizado se inscriben en ese proceso de sostenido desarrollo de la opción de la Unidad Democrática. Este proyecto de Unidad ha sido efectivo, ha cumplido con los venezolanos. Y está a pocos pasos de lograr un triunfo electoral que coloque a Henrique Capriles en la real posibilidad de conducir a Venezuela en una etapa de progreso y transformación. Todo ello demuestra que la disposición al diálogo y la visión estratégica son fundamentales para lograr acuerdos sostenibles. Es bueno tenerlo presente.
Politemas, Tal Cual, 26 de septiembre de 2012
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