El próximo gobierno de la Unidad Nacional tendrá entre sus prioridades garantizar la plena vigencia de Estado Federal Descentralizado. El actual gobierno desvirtuó en la práctica todo el esfuerzo institucional de la última década del siglo XX. Las luchas que condujeron a la elección directa de gobernadores y alcaldes promovieron una institucionalidad más cercana a los problemas de la gente. Y es por ello que hubo un amplio consenso para que la Constitución de 1999 incorporara la forma federal descentralizada para la organización del Estado.
Desde 1999 hasta la fecha el Estado Federal Descentralizado ha sido prácticamente aniquilado por el actual gobierno. Las instituciones que le dan especial concreción, como el Consejo Federal de Gobierno, fueron reglamentadas como apéndices de la Presidencia de la República, contraviniendo totalmente la división de responsabilidades de los distintos niveles de gobierno y las pautas de coordinación. Las competencias de los Estados fueron reabsorbidas por el gobierno central cercenando el proceso institucional que se había desarrollado en la década anterior. Los recursos de los gobiernos de estados y municipios han sido restringidos al establecer el precio del barril de petróleo muy por debajo del precio de venta en el mercado internacional, con lo cual la norma constitucional sobre el situado prácticamente es letra muerta.
Mientras todo esto ha pasado, el gobierno ha promovido nuevas formas de participación que ya estaban incluidas en la Constitución de 1999. Es lo que se conoce como la organización comunal. Pero la participación comunitaria no es un invento del actual gobierno. Ha sido práctica desarrollada en las últimas cuatro décadas. Muchos de los logros de la organización vecinal, de los municipios y en la elección de gobiernos locales, ha sido el fruto de ese esfuerzo.
Lo que ha hecho el gobierno es aprovecharse de las aspiraciones de participación de los venezolanos. Y para ello ha utilizado la dependencia en la asignación de los recursos. Recordemos que los Consejos Comunales son prácticamente una instancia de la Presidencia de la República. Y además se ha creado un ministerio, un servicio autónomo, una fundación. Todos ellos relacionados con la organización comunal. De acuerdo con cifras oficiales, en el país existen casi 30.000 Consejos Comunales, 637 Salas de Batalla Social, y se ha apoyado a más de 10.000 organizaciones populares.
A pesar de que todo este entramado está basado en la noción de control de la sociedad, y de estimular la dependencia del Estado, no cabe duda de que en la organización comunal los vecinos encuentran opciones para solucionar sus problemas cotidianos. El próximo gobierno de la Unidad Nacional será hábil para interpretar estas exigencias ciudadanas y promover en ellas las mejores prácticas democráticas.
Desde 1999 hasta la fecha el Estado Federal Descentralizado ha sido prácticamente aniquilado por el actual gobierno. Las instituciones que le dan especial concreción, como el Consejo Federal de Gobierno, fueron reglamentadas como apéndices de la Presidencia de la República, contraviniendo totalmente la división de responsabilidades de los distintos niveles de gobierno y las pautas de coordinación. Las competencias de los Estados fueron reabsorbidas por el gobierno central cercenando el proceso institucional que se había desarrollado en la década anterior. Los recursos de los gobiernos de estados y municipios han sido restringidos al establecer el precio del barril de petróleo muy por debajo del precio de venta en el mercado internacional, con lo cual la norma constitucional sobre el situado prácticamente es letra muerta.
Mientras todo esto ha pasado, el gobierno ha promovido nuevas formas de participación que ya estaban incluidas en la Constitución de 1999. Es lo que se conoce como la organización comunal. Pero la participación comunitaria no es un invento del actual gobierno. Ha sido práctica desarrollada en las últimas cuatro décadas. Muchos de los logros de la organización vecinal, de los municipios y en la elección de gobiernos locales, ha sido el fruto de ese esfuerzo.
Lo que ha hecho el gobierno es aprovecharse de las aspiraciones de participación de los venezolanos. Y para ello ha utilizado la dependencia en la asignación de los recursos. Recordemos que los Consejos Comunales son prácticamente una instancia de la Presidencia de la República. Y además se ha creado un ministerio, un servicio autónomo, una fundación. Todos ellos relacionados con la organización comunal. De acuerdo con cifras oficiales, en el país existen casi 30.000 Consejos Comunales, 637 Salas de Batalla Social, y se ha apoyado a más de 10.000 organizaciones populares.
A pesar de que todo este entramado está basado en la noción de control de la sociedad, y de estimular la dependencia del Estado, no cabe duda de que en la organización comunal los vecinos encuentran opciones para solucionar sus problemas cotidianos. El próximo gobierno de la Unidad Nacional será hábil para interpretar estas exigencias ciudadanas y promover en ellas las mejores prácticas democráticas.
Politemas, Tal Cual, 20 de junio de 2012
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