La caradura del gobierno no tiene límites. Después de 14 años de deterioro económico, se aparecen antes de comenzar el receso de Carnaval para informar sobre una nueva devaluación del bolívar. La sexta desde 2003. Con el mismo discurso y con la misma desfachatez. Queriendo persistir en su decadente propaganda sobre las supuestas bondades de la economía venezolana.
Todavía para millones de venezolanos los efectos de la propaganda siguen funcionando. La elevación del consumo experimentada en 2012 da paso a falsas creencias. En realidad, la economía venezolana marcha muy mal. No es capaz de generar bienestar para toda la población. Las evidencias de escasez de muchos productos de consumo masivo, así como el repunte de la inflación y la precariedad de los empleos, destacan claramente que nuestra economía lo que ha hecho es alejarnos de las posibilidades de un desarrollo sostenible y creciente.
El gobierno ha utilizado todos sus recursos comunicacionales, dentro y fuera del país, para transmitir la idea de que las cosas van de lo mejor. Se presenta un crecimiento basado en la inversión pública y un supuesto control de la inflación para que funcionarios gubernamentales escondan las realidades preocupantes de la política económica.
Pero no hay manera de que el gobierno pueda llegar a manipular tanto. La comparación de nuestras mediocres cifras con el desempeño de todas las economías en desarrollo deja las cosas en su lugar. De 151 países en desarrollo, Venezuela ocupa el lugar 110 en lo que respecta a crecimiento económico en el período 1999-2012. Apenas un anémico 3% es la tasa de crecimiento promedio de nuestra economía, muy por debajo del promedio de todos los países en desarrollo. Nada que ver con las tasas de 7 a 9% que presentan muchos países. En el mismo período la tasa de inflación en Venezuela fue la sexta más alta del mundo. Solo superada por la República Democrática del Congo, Angola, Bielorrusia, Turquía y Surinam. Para el año 2012 la inflación venezolana solo es superada por Bielorrusia, Sudán, Sudán del Sur e Irán.
Si tomamos en cuenta la condición de economía petrolera, la comparación es todavía peor. La tasa de crecimiento de la economía venezolana es la más baja de los países de la OPEP. Países como Qatar, Libia, Angola y Nigeria están creciendo tres veces más.
En ese contexto casi suena a burla la perorata comunicacional del gobierno. Queriendo transmitir una idea completamente distorsionada. Las políticas del actual gobierno, basadas en sus pretensiones de llevar a la práctica la completa estatización de la economía, no conducen a otra cosa. El pobre desempeño de la economía es la prueba más evidente del empobrecimiento que experimentan los venezolanos. Es una gestión económica de las peores del mundo. Que no queden dudas de ello.
Todavía para millones de venezolanos los efectos de la propaganda siguen funcionando. La elevación del consumo experimentada en 2012 da paso a falsas creencias. En realidad, la economía venezolana marcha muy mal. No es capaz de generar bienestar para toda la población. Las evidencias de escasez de muchos productos de consumo masivo, así como el repunte de la inflación y la precariedad de los empleos, destacan claramente que nuestra economía lo que ha hecho es alejarnos de las posibilidades de un desarrollo sostenible y creciente.
El gobierno ha utilizado todos sus recursos comunicacionales, dentro y fuera del país, para transmitir la idea de que las cosas van de lo mejor. Se presenta un crecimiento basado en la inversión pública y un supuesto control de la inflación para que funcionarios gubernamentales escondan las realidades preocupantes de la política económica.
Pero no hay manera de que el gobierno pueda llegar a manipular tanto. La comparación de nuestras mediocres cifras con el desempeño de todas las economías en desarrollo deja las cosas en su lugar. De 151 países en desarrollo, Venezuela ocupa el lugar 110 en lo que respecta a crecimiento económico en el período 1999-2012. Apenas un anémico 3% es la tasa de crecimiento promedio de nuestra economía, muy por debajo del promedio de todos los países en desarrollo. Nada que ver con las tasas de 7 a 9% que presentan muchos países. En el mismo período la tasa de inflación en Venezuela fue la sexta más alta del mundo. Solo superada por la República Democrática del Congo, Angola, Bielorrusia, Turquía y Surinam. Para el año 2012 la inflación venezolana solo es superada por Bielorrusia, Sudán, Sudán del Sur e Irán.
Si tomamos en cuenta la condición de economía petrolera, la comparación es todavía peor. La tasa de crecimiento de la economía venezolana es la más baja de los países de la OPEP. Países como Qatar, Libia, Angola y Nigeria están creciendo tres veces más.
En ese contexto casi suena a burla la perorata comunicacional del gobierno. Queriendo transmitir una idea completamente distorsionada. Las políticas del actual gobierno, basadas en sus pretensiones de llevar a la práctica la completa estatización de la economía, no conducen a otra cosa. El pobre desempeño de la economía es la prueba más evidente del empobrecimiento que experimentan los venezolanos. Es una gestión económica de las peores del mundo. Que no queden dudas de ello.
Politemas, Tal Cual, 20 de febrero de 2013
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