Tal es la mejor manera de caracterizar las políticas del actual gobierno para enfrentar los problemas sociales de los venezolanos. Extrema pobreza es una buena síntesis de la gestión de la politica social. Las cifras anunciadas la semana pasada por el INE indican que prácticamente el 10% de las personas del país vive en situación de pobreza extrema. Esto es, aproximadamente 3 millones de personas que no tienen suficiente ingresos en sus hogares para adquirir los alimentos.
La cifra impresiona, especialmente cuando se pondera la cantidad de recursos que ha recibido el país por concepto de venta de petróleo. Todos esos recursos han podido utilizarse para ejecutar una estrategia de eliminación de la pobreza extrema en el país. Pero para eso se requería una interpretación más inteligente de las causas de la pobreza. Y, fundamentalmente, se requiere una visión de las soluciones que pase por incorporar a toda la sociedad. Y esto suponía entender que el desarrollo solo es posible cuando están abiertas las posibilidades para crear riqueza, lo cual debe asumir el estímulo de la capacidad productiva y la captación de los recursos para que ese proceso sea sostenible.
En esta nueva fase del gobierno, como tratando de crear ilusiones de un sombrero vacío, se llegó a anunciar que en el año 2019 tendríamos la eliminación de la pobreza extrema. Lo cual es un absoluto contrasentido mientras persista un modelo económico que persigue a los productores, que atenta contra los derechos de propiedad, que controla todo, que aspira que el Estado sea el único actor. Un modelo como ese no puede sino conducir a una sociedad con más pobreza. Y eso es justamente lo que está pasando.
Mientras en Venezuela aumenta la pobreza, en otros países de la Región se obtienen éxitos importantes para reducirla, según reporta la Cepal. Tan solo basta citar los casos de Uruguay con la menor proporción de pobreza extrema (1,1%), o de Chile (3,1%), o, Brasil (5,4%), o Perú (5,5%), o Costa Rica (7,3%). En todos esos países lo que está en funcionamiento son estrategias generales de desarrollo que permiten conciliar los objetivos de sostenibilidad económica, con la atención preferente a los derechos sociales de las personas. Y haciéndolo de manera continuada y con la mayor calidad por largos períodos de tiempo. Los resultados están a la vista.
De allí que los hechos desmienten con toda claridad, las ilusiones y la propaganda oficial. El gobierno actual está justamente en la dirección contraria a la de lograr la mayor prosperidad para toda la sociedad. Sus políticas son un sistemático fracaso. Agravado en las actuales circunstancias cuando la escasez de divisas es ya inocultable. La extrema pobreza de las políticas del actual gobierno es la causa de los daños que sufren los venezolanos.
Politemas, Tal Cual, 28 de mayo de 2014
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