Un país que recibe 50.000 millones de dólares anuales por concepto de venta de petróleo debería haber resuelto muchos problemas de sus ciudadanos. Comencemos por lo básico. Ese país debería haber resuelto los problemas de alimentación. Todas las personas que viven en ese país deberían tener acceso a los alimentos. Todas las personas deberían estar bien nutridas y en capacidad de desarrollar todo su potencial.
Lamentablemente esa no la situación en nuestro país. Todo el ingreso de los últimos diez años, el cual asciende a más de 500.000 millones de dólares, no ha servido para resolver los problemas nutricionales de los venezolanos. De lo cual se deduce que nuestros problemas, como ya sabemos, no son los recursos. Es la ausencia de políticas llevadas a cabo por equipos competentes, que coloquen en el centro a los problemas de la gente.
En una reciente publicación en la revista Acta Científica Venezuela, una de las revistas más importantes en nuestro medio, un equipo de investigadores del IVIC, del Centro de Biofísica y Bioquímica, coordinados por Rafael Apitz-Castro, Investigador Emérito y destacado científico venezolano, reporta una lamentable noticia: 86,9% de la población del país tiene deficiencias significativas de ácido fólico.
El ácido fólico es un compuesto muy importante para la adecuada formación de las células sanguíneas. Enzimas involucradas en la formación de glóbulos rojos requieren ácido fólico. En consecuencia, la deficiencia de ácido fólico produce anemia, esto es, disminución de la concentración de glóbulos rojos lo cual disminuye la cantidad de oxígeno requerida para que el organismo funcione adecuadamente.
El ácido fólico se encuentra en las carnes (de res, cerdo), en las verduras oscuras, en cereales como el trigo, arroz y maíz, y en frutas. De manera que una dieta balanceada es garantía de ingesta adecuada de ácido fólico. En las mujeres embarazadas la deficiencia de ácido fólico puede significar la aparición de espina bífida y anencefalia en el feto. Por todo ello, la prevención de la anemia por ácido fólico es una prioridad de salud pública, sin más.
Tal parece, entonces, que en la época de la “revolución bonita” han fallado todos los mecanismos para evitar este problema de salud pública. Los investigadores del IVIC analizaron los niveles de ácido fólico en una muestra de 3062 personas de los estados Aragua, Miranda, Lara, Falcón, Carabobo, Anzoátegui, Sucre, Yaracuy y del Distrito Metropolitano. Estos estados representan el 60% de la población del país.
Los niveles de ácido fólico recomendados por el Comité de Expertos de la FAO y la OMS es 12nanomoles por litro. En la muestra estudiada el 86,9% de los individuos tenía valores de ácido fólico por debajo de esos requerimientos. En consecuencia, para una gran mayoría de los venezolanos el riesgo de sufrir anemia por causa de una baja ingesta de ácido fólico es una evidente realidad.
Para enfrentar este riesgo, señalan los especialistas, en algunos países se realiza la fortificación de alimentos con ácido fólico. Tales son los casos de Estados Unidos y Canadá en el mundo desarrollado. En América Latina se han incorporado Chile y Costa Rica. Señalan los autores que en el caso venezolano estos hallazgos deberían servir como línea de base para la evaluación de intervenciones nutricionales específicas.
Como en otras áreas de nuestras políticas públicas, lo problemas están allí, muy claros, muy concretos. Para ellos no existen alternativas de políticas serias y competentes. Las fallas del gobierno nacional se traducen en trabas al bienestar de los venezolanos. Es también un gobierno con anemia.
Politemas, Tal Cual, 16 de julio de 2008
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