El gobierno del presidente Chávez se mantiene en el pasado. Todavía sigue creyendo que el desarrollo se mide por los recursos invertidos. Por la cantidad de bolívares que se destinen a los servicios. Recientes declaraciones de altos funcionarios del Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSDS) demuestran que en este aspecto el gobierno tiene un atraso de cuatro décadas.
En los sesenta los organismos internacionales y muchos centros académicos promovieron la idea de que la salud era un problema de recursos. Se propuso que los países debían tener un determinado número de camas de hospitales por tantos habitantes, tantos médicos por 10.000 habitantes, y así sucesivamente. Muchos países, entre ellos Venezuela, empezaron a medir lo que pasaba en el sector salud de acuerdo con la dotación de servicios. Si había un aumento en el número de camas y de médicos, entonces estábamos mejorando. Eso era, como veremos, una idea errada.
Tomemos por caso la diarrea infantil. Por esta causa murieron en Venezuela 1.110 niños en el año 2003. De acuerdo con la lógica obsoleta que utiliza el MSDS, debemos concentrarnos en dotar los hospitales para atender a los niños con diarrea. Que haya suministros y personal para hacerlo. Eso por supuesto es importante. Pero lo más importante es que desaparezca la diarrea. Que los niños y sus familias tengan agua potable en sus casas y que se construyan las cloacas respectivas. Lo que nos interesa es que disminuyan las muertes por diarrea y que los casos de diarrea sean cada día menos. De eso se trata el desarrollo, de resolver problemas de verdad.
A partir de 1970 Costa Rica empezó a revolucionar la lógica imperante en la salud pública de América Latina. Costa Rica aumentó efectivamente la cobertura de servicios de salud, especialmente en zonas sub-urbanas y rurales, y mejoró la dotación de acueductos y cloacas. Con estas intervenciones la mortalidad infantil se redujo en 75% en apenas 10 años (lo que a Venezuela le llevó 50 años). Como consecuencia, los ticos dejaron de usar las camas de hospitalización que tenían para niños con diarreas. Simplemente porque los niños de Costa Rica dejaron de tener diarrea como tenían antes de los setenta. Esas camas fueron transferidas a otros servicios.
Nadie hablaba en Costa Rica de los recursos invertidos. Lo que interesaba era disminuir la mortalidad infantil. El ejemplo de Costa Rica se difundió en todo el mundo. Esta revolución fue una de las bases de la Estrategia de Atención Primaria de Salud que promovió la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1978.
Hoy vemos con preocupación que el MSDS sigue utilizando el número de bolívares como el criterio de mejoría de las condiciones de salud. Si fuera cierto que la inversión ha aumentado mucho en los años del gobierno del presidente Chávez, entonces estamos en presencia de la gestión más ineficiente de la salud pública venezolana. A confesión de parte, relevo de pruebas.
Porque esa supuesta cantidad de recursos no se compadece con el estado de la salud de los venezolanos. Durante el gobierno del presidente Chávez hemos tenido aumento de la mortalidad infantil en 2002 y 2003, aumento de 13% de la mortalidad materna, epidemia de malaria en plena expansión (más de 31.000 casos hasta la semana 31 de este año), aumento de la mortalidad por diabetes, hipertensión, cáncer, VIH, aumento de la mortalidad infantil por desnutrición, diarrea y neumonías. Suficiente para apreciar que la salud empeora.
Ojalá el MSDS se ponga a tono con las tendencias modernas de los sistemas de salud y deje de tener una visión tan economicista. Ojalá deje de pensar que a más bolívares, necesariamente tenemos más salud. El MSDS debería, en suma, comprometerse con la gente.
Politemas, Tal Cual, 24 de agosto de 2005
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