El Covid-19 avanza con fuerza en la región. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado que el mayor impacto de la pandemia se producirá a mediados del mes de mayo. Sin embargo, ya son evidentes los terribles efectos que se están ocasionando, expresados en el número de fallecidos, enfermos, y las demandas extraordinarias sobre los sistemas de salud. Para actuar con urgencia se requiere, identificar las situaciones de mayor riesgo y las opciones de políticas que deben implementarse prácticamente sobre la marcha.
En el cuarto mes de la pandemia, ha quedado demostrado con bastante claridad las capacidades de los sistemas de salud para enfrentarla. Aquellos países que establecieron el riesgo con antelación y tenían instalados los mecanismos para identificar casos y contactos, así como el tratamiento especializado de los pacientes complicados, han podido contener los efectos de la pandemia. Entre estos países pueden incluirse al menos Singapur y Corea del Sur. Estos países tienen, después de más de 80 días de pandemia, menos casos por 100.000 habitantes y menos muertes por cada 100 personas con Covid-19 en el contexto global. A pesar de experimentar aumentos recientes en el número de casos, no han tenido que implementar confinamientos nacionales.
Otros países europeos (España e Italia, por ejemplo) intentaron una fase de contención que se prolongó por varias semanas. Ante el aumento incontrolado de casos, y las posibilidades de que se desbordaran las capacidades del sistema de salud, aprobaron confinamientos parciales que luego se ampliaron a toda la extensión del territorio. Estos países han terminado con seis veces más casos por 100.000 que Singapur, y quince veces más que Corea del Sur. Por cada cien casos de pacientes con Covid-19, en estos dos países la letalidad es cuarenta veces más alta que en Singapur y cinco veces más que en Corea del Sur. Lo cual indica que era posible enfrentar la pandemia con menos afectación a la actividad productiva, pero ello era función de la capacidad de los sistemas de salud para realizar las funciones específicas requeridas en la pandemia.
En América Latina, un grupo de países han optado hasta la fecha por la estrategia de contención sin aplicar medidas de confinamiento nacional. En Costa Rica y Chile la evolución de casos al 13 de abril, indica que han alcanzado tasas de incidencia acumulada (casos por 100.000 habitantes), superiores a las que tenía España en el mismo período, es decir, con números de días similares de haber reportado el primer caso. Es posible que el mayor número de casos se deba a que se han realizado más pruebas diagnósticas. La capacidad de atención de estos casos diagnosticados en los próximos días será un aspecto clave a monitorear. Por ejemplo, en Chile solo en los últimos cinco días se han diagnosticado 2.000 nuevos casos. Brasil y México adquieren especial importancia en este grupo de países. Por contar con amplias áreas urbanas, la expansión de la pandemia puede adquirir grandes proporciones en estos dos países. Ya en este momento Brasil está cerca de ingresar al grupo de los diez países del mundo con mayor número de casos.
Más de una decena de países de la región adoptaron la estrategia de confinamiento nacional (con variantes dependiendo del caso concreto). Por ejemplo, El Salvador inició el confinamiento el 22 de marzo, apenas tres días después del reporte del primer caso, cuando solo tenía tres casos totales diagnosticados. Bolivia inició el confinamiento a los 12 días de haber reportado el primer caso. Con la excepción de Argentina, todos los países en este grupo presentaban al 13 de abril tasas de incidencia acumulada (casos por 100.000 habitantes) superiores a las registradas en España en fechas comparables de duración de la pandemia. De especial significación en este grupo son los siguientes países: Panamá, Ecuador, República Dominicana y Perú, todos con tasas de incidencia muy superiores a la de España en períodos comparables.
Al entrar en la segunda quincena del mes de abril, con la excepción de Argentina y Uruguay, todos los países de la región con más de 400 casos de Covid-19, presentan tasas de crecimiento del número de casos nuevos en los últimos siete días, siendo la más alta la de Perú (80%). Todo indica, en consecuencia, que la tendencia en el aumento de casos se puede hacer más pronunciada.
Los países de la región confrontarán en las próximas semanas la tarea de atender el creciente número de casos y pacientes complicados, junto con la necesidad de preparar las acciones que permitan la progresiva reducción del confinamiento. Tal como anunció la OMS hace pocas horas, esto supone: (1) haber controlado la transmisión, (2) tener en funcionamiento los mecanismos para diagnosticar y tratar casos, y realizar la detección y seguimiento de contactos, (3) minimizar los riesgos de brotes, (4) contar con medidas de prevención en sitios de trabajo, escuelas, y otros espacios sociales, (5) detectar y manejar los casos importados, y (6) facilitar las medidas de educación de la comunidad. Es difícil imaginar tareas más exigentes y críticas para los sistemas de salud de la región en los días por venir.
Politemas, Tal Cual, 15 de abril de 2020
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