Las vacunas contra covid-19 constituyen las alternativas más efectivas para controlar la pandemia. Sin embargo, centrar las políticas de control solamente en las vacunas, y consecuentemente, descuidar otras medidas, puede más bien disminuir su impacto de corto plazo. En las últimas semanas ha llamado la atención, por ejemplo, que siendo Chile el país de América Latina con mayor éxito en alcanzar altos niveles de cobertura de vacunación anticovid-19, registre en la actualidad un aumento significativo en el número de casos y muertes. La comparación de algunos programas de vacunación puede dar pistas sobre las diferentes prácticas realizadas por los países. Se tomará como ejemplos los casos de Israel, Reino Unido, y Chile.
Israel inició las vacunaciones contra covid-19 el 20 de diciembre de 2020. En ese momento el número de casos de covid-19 era 290 por millón de habitantes. La tasa de mortalidad diaria por covid-19 era 1,65 muertes por millón de habitantes. En tres días Israel ya vacunaba diariamente al 0,4% de las personas. Esto significa que, a ese ritmo, la meta de vacunación se podría alcanzar en 250 días. Sin embargo, muy pronto Israel superó ese nivel. A la fecha, en Israel se ha administrado al menos una dosis de vacunas al 61% de la población. El número de casos diarios por millón de habitantes representa ahora el 10% de la cantidad que se registraba al comienzo de la vacunación. La tasa de mortalidad diaria se ha reducido en 55% en el mismo período.
Luego del inicio de las vacunaciones, Israel aumentó la rigurosidad de las medidas de control. Según el Índice de Rigurosidad de Políticas (IRP) elaborado por la Universidad de Oxford, Israel implementó mayores controles desde finales del año pasado, hasta el punto que el IRP pasó a 85 el 7 de enero (sobre una escala de 100), y luego a 87 el 31 de enero. Es decir que, en las primeras seis semanas de vacunaciones, más bien se intensificaron las otras medidas de control. Esta asociación de aplicación de vacunaciones a un porcentaje alto de la población, con el aumento de la rigurosidad de las medidas de control, puede explicar el éxito en las reducciones de casos y muertes.
El Reino Unido inició las vacunaciones el 4 de enero de este año. En ese momento el número de casos diarios de covid-19 era 810 por millón de habitantes, con una tasa de mortalidad de 9,11 muertes por millón de habitantes. En dos semanas se alcanzó a vacunar al 0,4% de la población. Actualmente, el número de casos diarios se ha reducido al 3% del valor que se registraba en el inicio de las vacunaciones. La mortalidad diaria se ha reducido al 5% de la tasa registrada al inicio. Casi el 40% de la población ha recibido al menos una dosis de vacunas anticovid-19.
Al igual que Israel, en el Reino Unido se implementaron medidas más estrictas de control desde el 5 de enero (al día siguiente del inicio de las vacunaciones). El IRP pasó de 80 a 88 en ese día, y se mantuvo en ese nivel hasta el 22 de febrero. Luego se redujo a 82 el 8 de marzo. Al 11 de abril, el IRP se mantenía en 76.
En Chile, las vacunaciones se iniciaron el 25 de diciembre de 2020. En esa fecha, el número de casos diarios de covid-19 por millón de habitantes era 109 (menor que Israel y Reino Unido). La tasa de mortalidad diaria era 2,29 muertes por millón de habitantes (mayor que la de Israel, y menor que la de Reino Unido). A diferencia de Israel y Reino Unido, en Chile se alcanzó el nivel de 0,4% de vacunaciones diarias en un período mayor (40 días). En el momento que se alcanza este nivel de vacunaciones, se había duplicado el número de casos diarios por millón de habitantes con respecto a la fecha de inicio.
También a diferencia de Israel y Reino Unido, en Chile la rigurosidad de las medidas de control se mantuvo en el mismo nivel (IRP = 79) entre el 25 de diciembre de 2020, y el 29 de marzo (fecha de la última medición). Como se ha señalado, el IRP alcanzó un máximo de 88 en Reino Unido, y 87 en Israel. Asumiendo que la eficacia de las vacunas utilizadas en los tres países es idéntica (para evitar muertes), es probable que las variaciones en la intensidad de las medidas de control sea uno de los factores que explique las diferencias de resultados en las vacunaciones. Las cifras más recientes indican que el número de casos diarios en Chile (por millón de habitantes) es casi cuatro veces superior al inicio de las vacunaciones. En el caso de la mortalidad diaria es tres veces superior. El efecto positivo de las vacunaciones es posible que esté relacionado con la reducción en el número de hospitalizaciones de las personas de mayor edad, quienes tienen también altos porcentajes de cobertura de vacunaciones.
Los resultados en Israel, Reino Unido, y Chile, indican que es fundamental que las vacunaciones se realicen con rapidez y en altos porcentajes diarios, y además que estén asociadas con adecuadas medidas de control como el distanciamiento social y el uso de mascarillas. La utilización de información regular y de buena calidad para la toma de decisiones es clave para controlar de la manera más efectiva, y con el menor impacto para la población. Las vacunaciones son importantes, pero deben formar parte de un conjunto de medidas. Controlar la pandemia es actuar efectivamente sobre esos múltiples factores.
Politemas, Tal Cual, 14 de abril de 2021
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