En 2008 murieron más de 130.000 venezolanos por todas las causas. Millones de personas consultan todos los años por problemas de salud agudos y crónicos. Para cada uno de ellos se requiere un sistema de salud que de respuestas oportunas, adecuadas, de calidad. Esa es la función que deben cumplir los responsables de la gestión de la salud pública.
Enfrentar los problemas de salud requiere conocimiento, destrezas, habilidades. Es por ello que las políticas de salud son complejas, lo que está en juego es literalmente la vida y la salud de las personas. No es el escenario para la improvisación y el invento. Esa es la teoría. La actual administración se ha encargado de demostrar que es posible empeorar cada año, que la incompetencia no tiene límites.
Todo ello es más grave en un gobierno que lleva doce años y que ha administrado cientos de miles de millones de dólares. Los malos resultados de esa gestión están a la vista. Enfermedades comunes de los venezolanos han quedado sin atención. Aquellas que requieren menos intervenciones tecnológicas, que son fáciles de evitar, que afectan a la población más vulnerable, son justamente aquellas en las cuales hay resultados muy pobres. Valga citar el caso de las enfermedades materno-infantiles. Casi el 50% de las muertes en menores de un año se hubiera podido evitar con servicios adecuados, con control prenatal, con agua y saneamiento, con información a la comunidad. Se trató de más de 4.000 niños que pudieron ser salvados de morir en el año 2008, último con información oficial disponible. Como consecuencia, Venezuela retrocedió tres puestos (del 8 al 11) cuando comparamos los países de América con este indicador.
No solamente las enfermedades agudas. También en aquellas que tiene larga evolución, como el cáncer. Y entre ellos uno que es especialmente prevenible, el de cuello uterino. Ninguna mujer debería morir por cáncer de cuello uterino. Se debe diagnosticar a tiempo y luego se puede curar. En el 100% de los casos. Las mujeres que mueren por esta causa sencillamente estuvieron fuera del sistema de salud, nadie se preocupó por ellas. En el año 2008 la probabilidad de morir por cáncer de cuello uterino aumentó 11% en las mujeres entre 40 y 44 años cuando comparamos con lo que pasaba en el año 2000. Y en el caso de las mujeres entre 50 y 54 años aumentó 15%.
El actual gobierno ha sido muy incapaz para resolver los problemas cotidianos de la salud de los venezolanos. No ha podido con las cosas sencillas, mucho menos con las complejas. Ha sido incompetente en aquellas actividades en las que el país había logrado acumular éxitos. Mucho más incompetente en las que requieren nuevas ideas llevadas a la práctica. La actual administración ha demostrado que no la detiene nadie cuando se trata de empeorar la salud de los venezolanos.
Enfrentar los problemas de salud requiere conocimiento, destrezas, habilidades. Es por ello que las políticas de salud son complejas, lo que está en juego es literalmente la vida y la salud de las personas. No es el escenario para la improvisación y el invento. Esa es la teoría. La actual administración se ha encargado de demostrar que es posible empeorar cada año, que la incompetencia no tiene límites.
Todo ello es más grave en un gobierno que lleva doce años y que ha administrado cientos de miles de millones de dólares. Los malos resultados de esa gestión están a la vista. Enfermedades comunes de los venezolanos han quedado sin atención. Aquellas que requieren menos intervenciones tecnológicas, que son fáciles de evitar, que afectan a la población más vulnerable, son justamente aquellas en las cuales hay resultados muy pobres. Valga citar el caso de las enfermedades materno-infantiles. Casi el 50% de las muertes en menores de un año se hubiera podido evitar con servicios adecuados, con control prenatal, con agua y saneamiento, con información a la comunidad. Se trató de más de 4.000 niños que pudieron ser salvados de morir en el año 2008, último con información oficial disponible. Como consecuencia, Venezuela retrocedió tres puestos (del 8 al 11) cuando comparamos los países de América con este indicador.
No solamente las enfermedades agudas. También en aquellas que tiene larga evolución, como el cáncer. Y entre ellos uno que es especialmente prevenible, el de cuello uterino. Ninguna mujer debería morir por cáncer de cuello uterino. Se debe diagnosticar a tiempo y luego se puede curar. En el 100% de los casos. Las mujeres que mueren por esta causa sencillamente estuvieron fuera del sistema de salud, nadie se preocupó por ellas. En el año 2008 la probabilidad de morir por cáncer de cuello uterino aumentó 11% en las mujeres entre 40 y 44 años cuando comparamos con lo que pasaba en el año 2000. Y en el caso de las mujeres entre 50 y 54 años aumentó 15%.
El actual gobierno ha sido muy incapaz para resolver los problemas cotidianos de la salud de los venezolanos. No ha podido con las cosas sencillas, mucho menos con las complejas. Ha sido incompetente en aquellas actividades en las que el país había logrado acumular éxitos. Mucho más incompetente en las que requieren nuevas ideas llevadas a la práctica. La actual administración ha demostrado que no la detiene nadie cuando se trata de empeorar la salud de los venezolanos.
Politemas, Tal Cual, 24 de agosto de 2011
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