El presidente Chávez debe estar buscando un anuncio muy desesperado para desviar la atención en su mensaje anual a la Asamblea Nacional. Algo que le permita esquivar un punto central de su informe al país. Nada más y nada menos que el estado de la economía. Es un examen que el gobierno no pasa ni de casualidad.
La economía venezolana entra probablemente en su tercer año de recesión. Luego de la devaluación anunciada a finales del año pasado, se ha señalado en los ámbitos especializados que las posibilidades de crecimiento para el 2011 se han literalmente esfumado. Eso significa que la economía venezolana es la única de toda la Región de América Latina y el Caribe (de un total de 32 países) que no tiene perspectivas de crecimiento para este año. Repetimos, la única. Tal estimación contrasta frontalmente con los crecimientos esperados para países como Perú, República Dominicana, Panamá (cercanos o mayores a 6%). En la clase de los países de la región, en la materia de crecimiento, Venezuela ocupa el último lugar.
Pasemos a la segunda materia: la inflación. La cifra reportada por el BCV (27,2%) es la más alta de la Región. Más del doble de la inflación que presentan Argentina y Jamaica, que son las que presentan dos dígitos. Todas las demás tienen un dígito, y algunas de ellas (Perú, Chile, Bolivia) menos de 2% (lo que en Venezuela tenemos a veces en un mes).
Esta situación de recesión económica e inflación es nuevamente la única de la Región. La política económica de la “revolución bonita” nos ha llevado al lugar menos deseado: sin crecimiento, con alta inflación. Todo lo cual significa empobrecimiento persistente de las familias. Menos posibilidades de empleo, en muchos casos desempleo, en un contexto de escasez y altos precios. Es, según los teóricos del actual gobierno, “el tránsito requerido para la suprema felicidad social”.
En caso de que el Presidente esté pensando acudir al argumento de que estos son tiempos malos, pero que hemos tenido mejores en años recientes, y de que ya volverán las “buenas épocas”, es conveniente precisar que en los 12 años de la gestión actual, el crecimiento de la economía venezolana ha sido mediocre. Apenas 2,6% es el promedio de crecimiento anual en el período. Ocupamos el lugar 19 en la tasa de crecimiento en la Región. Y en inflación también destacamos negativamente. Tenemos una inflación anual promedio de 25%, la más alta de la Región.
El presidente Chávez se presenta a su discurso anual habiendo realizado la gestión económica más incompetente en todo el hemisferio occidental en los últimos doce años. Las evidencias son palmarias. Pero más que eso es la insatisfacción y la decepción que el actual gobierno ha llevado a millones de hogares. El actual gobierno aleja a los ciudadanos del bienestar, sus políticas están equivocadas, es de lo peor.
La economía venezolana entra probablemente en su tercer año de recesión. Luego de la devaluación anunciada a finales del año pasado, se ha señalado en los ámbitos especializados que las posibilidades de crecimiento para el 2011 se han literalmente esfumado. Eso significa que la economía venezolana es la única de toda la Región de América Latina y el Caribe (de un total de 32 países) que no tiene perspectivas de crecimiento para este año. Repetimos, la única. Tal estimación contrasta frontalmente con los crecimientos esperados para países como Perú, República Dominicana, Panamá (cercanos o mayores a 6%). En la clase de los países de la región, en la materia de crecimiento, Venezuela ocupa el último lugar.
Pasemos a la segunda materia: la inflación. La cifra reportada por el BCV (27,2%) es la más alta de la Región. Más del doble de la inflación que presentan Argentina y Jamaica, que son las que presentan dos dígitos. Todas las demás tienen un dígito, y algunas de ellas (Perú, Chile, Bolivia) menos de 2% (lo que en Venezuela tenemos a veces en un mes).
Esta situación de recesión económica e inflación es nuevamente la única de la Región. La política económica de la “revolución bonita” nos ha llevado al lugar menos deseado: sin crecimiento, con alta inflación. Todo lo cual significa empobrecimiento persistente de las familias. Menos posibilidades de empleo, en muchos casos desempleo, en un contexto de escasez y altos precios. Es, según los teóricos del actual gobierno, “el tránsito requerido para la suprema felicidad social”.
En caso de que el Presidente esté pensando acudir al argumento de que estos son tiempos malos, pero que hemos tenido mejores en años recientes, y de que ya volverán las “buenas épocas”, es conveniente precisar que en los 12 años de la gestión actual, el crecimiento de la economía venezolana ha sido mediocre. Apenas 2,6% es el promedio de crecimiento anual en el período. Ocupamos el lugar 19 en la tasa de crecimiento en la Región. Y en inflación también destacamos negativamente. Tenemos una inflación anual promedio de 25%, la más alta de la Región.
El presidente Chávez se presenta a su discurso anual habiendo realizado la gestión económica más incompetente en todo el hemisferio occidental en los últimos doce años. Las evidencias son palmarias. Pero más que eso es la insatisfacción y la decepción que el actual gobierno ha llevado a millones de hogares. El actual gobierno aleja a los ciudadanos del bienestar, sus políticas están equivocadas, es de lo peor.
Politemas, Tal Cual, 12 de enero de 2011
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