Después de cientos de miles de millones de dólares y más de 13 años de gestión, el actual gobierno no es capaz de exhibir un sistema de protección social para todos los venezolanos. Más bien pareciera que la política es dejar que cada quien se resuelva con el retiro del Estado de obligaciones fundamentales. En el mayor espíritu neoliberal.
Tres hechos incontrastables se pueden presentar para demostrar lo anterior. Comencemos por el bienestar de los niños que nacen cada año. Más o menos 500.000. El 10% de esos niños viven en hogares en pobreza extrema. Es decir, 50.000 niños cada año. Para cada uno de ellos es fundamental garantizar el cuidado antes de nacer, y todos los servicios adecuados en el parto y en las semanas subsiguientes. Esto es, el número de consultas prenatales, leche para la futura madre, parto atendido en las mejores condiciones, y alimentos garantizados. Basta preguntar por el número de niños que están siendo atendidos en esas condiciones, para saber que el gobierno no tiene la menor idea. No hay que agregar mucho más.
Sigamos con la educación. Cada año dejan la escuela, específicamente al pasar a séptimo grado, más de 200.000 niños. La razón: no tienen salones de clase cercanos a su casa. Los costos de la familia para enviarlos todos los días a sitios distantes terminan por alejarlos del sistema educativo. Baste con preguntar cuántos salones se construyeron el año pasado para reducir esa brecha, para saber que el actual gobierno no avanza adecuadamente para que todos los venezolanos sean bachilleres.
Y terminemos con la protección al ingreso de las familias. El 10% de la población está en situación de pobreza extrema. En esas familias el desempleo es 20%. Baste con preguntar cuántas de esas familias reciben complemento de su ingreso vinculado a soluciones permanentes de sus requerimientos de salud, educación, capacitación, para tener una mejor idea de cuán alejado está el actual gobierno de esas aspiraciones.
El país no puede avanzar así. Con cientos de miles de familias fuera de un adecuado sistema de protección social. No es aceptable en una sociedad democrática y moderna, y menos de un Estado Democrático y Social. Sin atenderlos debidamente no habrá progreso ni bienestar para todos. Una sola familia que se quede atrás es una demanda para toda la sociedad.
El nuevo gobierno que elegiremos el 7 de octubre debe hacer un voto especial por la protección social de todos los venezolanos. Por construir un Estado y una sociedad con valores compartidos por el bienestar, con transparencia, calidad, efectividad, y, especialmente, satisfacción de los beneficiarios de tales programas. En la medida que el gobierno nacional, los estados y municipios, construyan esa amplia plataforma de protección social, avanzaremos en la dirección del progreso para todos.
Tres hechos incontrastables se pueden presentar para demostrar lo anterior. Comencemos por el bienestar de los niños que nacen cada año. Más o menos 500.000. El 10% de esos niños viven en hogares en pobreza extrema. Es decir, 50.000 niños cada año. Para cada uno de ellos es fundamental garantizar el cuidado antes de nacer, y todos los servicios adecuados en el parto y en las semanas subsiguientes. Esto es, el número de consultas prenatales, leche para la futura madre, parto atendido en las mejores condiciones, y alimentos garantizados. Basta preguntar por el número de niños que están siendo atendidos en esas condiciones, para saber que el gobierno no tiene la menor idea. No hay que agregar mucho más.
Sigamos con la educación. Cada año dejan la escuela, específicamente al pasar a séptimo grado, más de 200.000 niños. La razón: no tienen salones de clase cercanos a su casa. Los costos de la familia para enviarlos todos los días a sitios distantes terminan por alejarlos del sistema educativo. Baste con preguntar cuántos salones se construyeron el año pasado para reducir esa brecha, para saber que el actual gobierno no avanza adecuadamente para que todos los venezolanos sean bachilleres.
Y terminemos con la protección al ingreso de las familias. El 10% de la población está en situación de pobreza extrema. En esas familias el desempleo es 20%. Baste con preguntar cuántas de esas familias reciben complemento de su ingreso vinculado a soluciones permanentes de sus requerimientos de salud, educación, capacitación, para tener una mejor idea de cuán alejado está el actual gobierno de esas aspiraciones.
El país no puede avanzar así. Con cientos de miles de familias fuera de un adecuado sistema de protección social. No es aceptable en una sociedad democrática y moderna, y menos de un Estado Democrático y Social. Sin atenderlos debidamente no habrá progreso ni bienestar para todos. Una sola familia que se quede atrás es una demanda para toda la sociedad.
El nuevo gobierno que elegiremos el 7 de octubre debe hacer un voto especial por la protección social de todos los venezolanos. Por construir un Estado y una sociedad con valores compartidos por el bienestar, con transparencia, calidad, efectividad, y, especialmente, satisfacción de los beneficiarios de tales programas. En la medida que el gobierno nacional, los estados y municipios, construyan esa amplia plataforma de protección social, avanzaremos en la dirección del progreso para todos.
Politemas, Tal Cual, 11 de abril de 2012
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