El error de subestimar

No hay nada como la propaganda para enmascarar la realidad. Especialmente en uno de los Petroestados más grandes del mundo. Todos los recursos y los medios de comunicación para propagar la “verdad” del gobierno. Lo que sucede con las mediciones de la pobreza encaja perfectamente en este campo.

Este largo gobierno ha convertido la reducción de la pobreza en una de sus banderas políticas más relevantes. Dentro y fuera del país. Los logros en esta materia son difundidos por todos los medios con gran insistencia. De acuerdo con cifras oficiales, las del INE, en el último semestre de 2012 la proporción de población en situación de pobreza extrema era 7,1%. Eso significa que aproximadamente 2,2 millones de personas no tienen el ingreso suficiente para adquirir alimentos. Esta cifra es considerada por el INE como un gran éxito, por cuanto indicaría un descenso sostenido desde el año 2003. 

La cuenta que presenta el INE es muy diferente a la que presenta la CEPAL, reconocida instancia internacional en la medición de pobreza a través de las encuestas de hogares (las mismas que elabora el INE). En efecto, la CEPAL indica en su último informe Panorama Social 2012 que la proporción de población en situación de pobreza extrema ha aumentado en Venezuela desde el año 2007. Pasó de 8,5% en 2007 a 11,7% en 2011. Esto significa un aumento de poco más de 3% en cuatro años. Con lo cual, el número de personas en pobreza extrema sería 3,3 millones, casi un millón más que lo estimado por el INE. Y eso sin saber (porque no está disponible), lo que pasó en 2012, que muy probablemente fue un nuevo aumento. 

La razón de la diferencia es muy sencilla, según la propia CEPAL. El INE estima las variaciones de precios de la canasta básica de bienes, en tanto que la CEPAL toma en cuenta las variaciones del precio de los alimentos. Siendo que los alimentos representan una proporción mayor de los gastos en los hogares más pobres, la medición tiende a ser más fidedigna en el caso de la CEPAL.

Y he aquí entonces que todo el “castillo de naipes” que ha construido la actual administración para referirse a la pobreza, queda inmediatamente sin balance. La conclusión es muy grave: en el país está aumentando la pobreza. Y este aumento es absolutamente consistente con la caída en el crecimiento económico y la ausencia de un sistema de detección de los riesgos socio-económicos de las familias. Los pobres bajo este gobierno están desprotegidos.

Ya lo anterior es bastante grave. Pero queda incompleto. Porque de acuerdo con los pronósticos más reservados, este año tendremos una caída importante de la actividad económica, con muy probable decrecimiento. Y además, podemos tener 50% de inflación. Esto es, decrecimiento e inflación: los grandes enemigos de las familias pobres. El costo de subestimar lo pagarán quienes no tienen ninguna culpa de la incompetencia del gobierno.

Politemas, Tal Cual, 17 de julio de 2013