El Ministro de Planificación y Desarrollo no tuvo mayor empacho. Quizás se dejó llevar por la circunstancia electoral que vive el país. Quizás pensó que llamando la atención sobre la gestión del gobierno se podría obviar la arremetida autoritaria del liderazgo de la “revolución bonita”.
El Ministro Giordani dijo la semana pasada que Venezuela estaba al día en el cumplimiento de las Metas del Milenio. Para que no quedaran dudas, agregó: “no tenemos que esperar hasta 2015 sino que ocho antes ya cumplimos con las Metas". Para ejemplificar, el Ministro tomó la meta de reducción de la pobreza extrema. Dijo que se había reducido de 21 a 9% en los últimos ocho años. Finalmente señaló que la erradicación del hambre “está bien encaminada”. Muchas y graves inexactitudes proviniendo del funcionario responsable de la elaboración y seguimiento de los planes de la nación.
El ministro Giordani basó su conclusión en una interpretación errónea sobre el cumplimiento de las Metas del Milenio. La Declaración del Milenio, aprobada por las Naciones Unidas en el año 2000, establece que el año base para analizar el desempeño de los países con relación a las Metas es 1990. Todos los compromisos se comparan con el valor del indicador para ese año. Las Metas deben cumplirse para el año 2015.
La Primera Meta del Milenio tiene dos dimensiones. La primera es reducir la pobreza extrema (esto es, el porcentaje de la población que no tiene ingreso ni para comer) a la mitad del valor que tuviera en 1990 para un país dado. El porcentaje de la población en pobreza extrema en Venezuela en 1990 era 14,6 Para cumplir esta Meta, Venezuela debería tener 7,3% de su población en pobreza extrema.
Las propias cifras que se encuentran en el sitio web del Ministerio de Planificación y Desarrollo, elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística, indican que el porcentaje de pobreza extrema es 9,7 en 2007. Mal puede concluirse que el país alcanzó esta Meta.
La segunda dimensión es reducir a la mitad la proporción de la población afectada por el hambre. Acá no basta la disponibilidad de calorías, la cual no expresa impacto real en las condiciones nutricionales. Las cifras del Ministerio de Planificación y Desarrollo indican que en el año 2005 el 25% de nuestros escolares sufría algún grado de desnutrición. Estas son, por cierto, las últimas cifras disponibles.
El incumplimiento de la Primera Meta es extensible a otras Metas. El país no ha alcanzado los compromisos en la reducción de la mortalidad infantil y la mortalidad materna, sólo para mencionar dos aspectos centrales en cualquier estrategia de desarrollo.
Más que el incumplimiento, llama la atención el oportunismo de la mención a las Metas del Milenio. Ni en las Líneas Generales del Plan de Desarrollo del primer gobierno del presidente Chávez, ni en las Líneas Generales del actual Plan de Desarrollo aparece ni siquiera una mención a las llamadas Metas del Milenio. En ninguna de sus páginas.
Es evidente, entonces, que estamos en presencia de la utilización de todos los recursos del poder con fines demagógicos. Con el propósito de disimular con retórica lo que es un balance lamentable de un gobierno autoritario e incompetente. Balance que afecta el bienestar de millones de venezolanos todos los días.
Politemas, Tal Cual, 24 de octubre de 2007
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