Ya avanzado el Siglo XXI es inaceptable que no estén disponibles para todas las personas las tecnologías más sencillas. Por ejemplo, desde hace siglos se dispone de inmunizaciones que se han ido perfeccionando con los avances de la ciencia. Puede decirse que las inmunizaciones están entre los avances científicos de mayor impacto en la vida de niños y familias. Basta con la administración de las vacunas disponibles para que los niños y adultos no contraigan o minimicen los efectos de algunas enfermedades. Desde la polio, pasando por la tosferina, tétanos, tuberculosis, hasta la fiebre amarilla y la hepatitis, solo por nombrar algunas.
Las inmunizaciones pueden estar entre las intervenciones más costo-efectivas en la historia de la humanidad. De manera que se podría esperar que todos los niños y adultos reciban ese beneficio. Para ello se requiere la disponibilidad de vacunas, así como el personal entrenado y los medios de preservación adecuada. Con esas condiciones, una cobertura de 100% sería muy fácil de lograr. En América Latina, por ejemplo, según datos de la Organización Panamericana de la Salud para 2014, el 100% de los niños de Argentina y Nicaragua recibe la inmunización contra la tuberculosis. En el caso de antipolio y triple, la cobertura de 100% se obtuvo en Cuba y Nicaragua. En el caso de sarampión, la cobertura es 100% en Cuba, Nicaragua y Brasil. Con lo cual queda bastante claro que no se trata de una meta inalcanzable, especialmente porque muchos países superan coberturas de 95%.
El sistema de salud de Venezuela, al igual que en otras áreas de servicios, tiene un desempeño muy por debajo de lo requerido en las inmunizaciones. La cobertura más alta se observa en la inmunización contra tuberculosis (95%). En la vacunación contra sarampión, la cobertura es 89%, por debajo del porcentaje promedio de América Latina y el Caribe (91%). Países como Argentina, El Salvador, Chile, Costa Rica, tienen coberturas superiores al 95%.
El peor desempeño de Venezuela se obtiene en las inmunizaciones contra polio y triple. La cobertura de polio es 79%, superando solamente a Guatemala, Paraguay, Haití y Perú. En el caso de triple, la cobertura es 78%, mayor solamente que la de Haití, Guatemala, y Paraguay. De manera que se puede concluir que el sistema de salud de Venezuela está entre los peores de la Región en una de los servicios de mayor impacto y de menor complejidad en su operación. Puede decirse que no hay manera de ser más incompetente. Especialmente porque los países que tienen menor desempeño no han tenido ni por asomo los recursos de Venezuela.
La muestra que representa la cobertura de inmunizaciones, se extiende a otras áreas de servicios. Cuando agregamos mayor dificultad, sea porque las soluciones son más complejas o porque la cobertura es más difícil, el desempeño del sistema de salud de Venezuela es todavía más bajo. Podríamos decir que tomando en cuenta los recursos administrados, no hay peor sistema de salud en la Región. Incompetencia sin límites.
Politemas, Tal Cual, 18 de mayo de 2016
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