La última actualización epidemiológica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre sarampión, del 24 de octubre de este año, indica que hasta la fecha se han reportado 8.091 casos confirmados en las Américas. En Venezuela se han reportado 5.525 casos con 73 muertes, esto es, el 68% de los casos y el 85% de las muertes de la región en este año. La epidemia se inició en el país a mediados de 2017. También se destaca en el informe que se han detectado casos de sarampión provenientes de Venezuela en Colombia, Ecuador, Perú y Brasil. Es de especial relevancia que 516 casos han sido confirmados en comunidades de etnias indígenas de los estados Amazonas, Delta Amacuro y Monagas. También hay que destacar que 64 muertes (87% del total en Venezuela) se han producido en estas localidades.
La primera consideración que se genera ante esta situación, es conocer cuál era la cobertura de inmunización por sarampión en el país para el momento de iniciarse esta epidemia. La última información del porcentaje de inmunización contra sarampión (segunda dosis) es del año 2017, disponible en el sitio web de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Allí se indica que el porcentaje de cobertura era 59% en 2017 (casi 20% menos que el promedio de los países de América Latina). La cobertura de esta inmunización en Venezuela ha sido menor al promedio de la región desde 2009 (primer año con datos del país en el sitio web).
Cabe preguntarse, en un segundo momento, en cuánto tiempo se puede alcanzar la inmunización universal, esto es, que al menos 95% de los niños reciban las dosis completas de la inmunización contra sarampión, cuando se parte de una cifra similar a la cobertura de Venezuela en 2017. En ese año solo Cuba y México tenían coberturas mayores a 95% (99% en Cuba y 98% en México). Otros tres países (Chile, Costa Rica y Panamá) tenían más de 90%. De manera que un país puede alcanzar inmunización universal, no es definitivamente una rareza. Muchos países la tienen. Administrar vacunas efectivas a toda la población es una de las actividades de salud pública de mayor impacto y menor costo relativo. Sin embargo, como vemos, todavía se presentan brotes como el actual en muchos países de América Latina.
Varios países de la región han logrado aumentar significativamente el porcentaje de cobertura de sarampión en un año desde la cifra que poseía Venezuela en 2017 (59%). Argentina aumentó de 56% a 83% entre 2001 y 2002, Brasil (de 53% en 2010 a 71% en 2011), Cuba (de 53% en 2005 a 97% en 2006), Ecuador (de 59% en 2014 a 76% en 2015), Paraguay (de 31% en 2005 a 61% en 2006) y Perú (de 56% en 2010 a 70% en 2011). El mayor aumento en un año fue el de Cuba (44%) y el menor el de Perú (14%). El promedio de aumento de cobertura en los seis países fue 25%. Es por ello bastante razonable, en condiciones adecuadas de rendimiento de los servicios y recursos financieros, lograr aumentos de cobertura de inmunización contra sarampión entre 20 y 25% en un año (en el nivel inicial señalado).
Más complicado es pasar de 70-75% a más de 90% de cobertura. En Argentina les tomó dos años más, en Brasil tres. De acuerdo con lo anterior, fundamentando en la experiencia de países de la región, se podría estimar que Venezuela, con las prácticas adecuadas y el escenario institucional favorable, podría aumentar la cobertura de inmunización contra sarampión en 20% en el primer año, y quizás alcanzar más del 90% en dos años más. Así se evitaría que la población, especialmente la más vulnerable, se vea expuesta a nuevas epidemias de esta enfermedad. Se trata de hacer primero lo más sencillo.
Politemas, Tal Cual, 14 de noviembre de 2018
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