Para atender las demandas de servicios y beneficios ocasionadas por la pandemia de covid-19, los gobiernos de América Latina han tenido que acudir a mecanismos de financiamiento que tienen efecto en las respectivas deudas públicas. Los aumentos en la deuda pública condicionarán, en consecuencia, tanto las condiciones fiscales como las políticas relacionadas en los próximos años. Este aspecto es de especial importancia para atender los impactos de la pandemia, así como el rezago derivado en la prestación de otros servicios sociales.
De acuerdo con los estimados del Fondo Monetario Internacional (FMI), vigentes para abril de este año, es posible conocer la evolución de la deuda del gobierno central en todos los países de la región, excepto en los casos de Ecuador y Venezuela (el otro país es Cuba, que no está en el FMI).
En lo que respecta a la deuda neta (la cual deduce los activos financieros de la deuda bruta), los estimados están disponibles para diez países, los cuales se pueden clasificar en tres grupos. En el primer grupo están los cinco países que aumentaron la deuda entre 2019 y 2022 en un porcentaje similar al aumento total entre 2010 y 2019. Por ejemplo, la deuda de Bolivia aumentó 32% entre 2010 y 2019, mientras que entre 2019 y 2022 el aumento fue 27% (el mayor en la región). Los otros cuatro países de este grupo son: Paraguay, Chile, Colombia, y México.
El segundo grupo está conformado por los países en los cuales la deuda aumentó más entre 2019 y 2022 que en el período 2010-2019. En Perú, el aumento de deuda neta entre 2019 y 2022 fue casi 9%, esto es, casi nueve veces más que en el período 2010-2019. El otro país de este grupo es Panamá, en el cual el aumento entre 2019 y 2022 fue cuatro veces superior al aumento entre 2010 y 2019. En el tercer grupo están los países en los cuales la tasa de crecimiento fue similar entre los dos períodos, estos son: Uruguay, Brasil, y República Dominicana.
También de acuerdo con las estimaciones del FMI, entre 2022 y 2027, los países con mayor aumento de deuda neta son: Brasil, Bolivia, Uruguay, y México. El país con mayor aumento previsto de deuda neta entre 2022 y 2027 es Brasil (7,4%). En el resto de los países con estimados de deuda neta, se registrarían reducciones desde 2022 hasta 2027.
Para los países que no cuentan con estimados de deuda neta, está disponible la deuda bruta. Estos son siete países. En dos países (Argentina y Haití), la deuda bruta se redujo entre 2019 y 2022. En los otros cinco países (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, y Nicaragua) se registraron aumentos de la deuda bruta en este período. En las estimaciones de variaciones de deuda bruta entre 2022 y 2027, El Salvador es el país que puede registrar el mayor aumento en la región (21%).
Esta evolución prevista de las variaciones de deuda pública, está también condicionada por los efectos externos en la región. Es decir, los escenarios de reducción del crecimiento económico y aumento de la inflación, así como la calidad de las políticas públicas, afectarán los ingresos fiscales disponibles para compensar los efectos de la pandemia y las crecientes demandas de servicios públicos de alta calidad. En la medida que no se generen rápidamente los mecanismos institucionales para satisfacer estas exigencias, se complicarán aún más las posibilidades de bienestar sostenible en la región.
Politemas, Tal Cual, 15 de junio de 2022