Los efectos de la pandemia, ahora combinados con la guerra en Ucrania, comprometen seriamente las condiciones de bienestar en América Latina para los próximos años. Se estima que el aumento de la pobreza y la inseguridad alimentaria, así como las dificultades para el crecimiento económico, estarán entre los temas críticos a enfrentar por los gobiernos en la región. Las políticas públicas para atender estos efectos requerirán ingentes recursos fiscales. La relación entre los ingresos disponibles y las vías para aumentarlos estarán vinculados con las prioridades en las asignaciones de gasto.
Es por ello importante conocer la evolución de la relación entre ingresos y egresos fiscales. Cuando los ingresos son mayores que los gastos, los gobiernos están en superávit fiscal. Cuando los egresos son mayores que los ingresos, los gobiernos incurren en déficit fiscal. Cuando existe superávit, y se requieren gastos adicionales, hay que considerar opciones para aumentar los ingresos. Pero cuando existen déficits, y se requieren gastos adicionales, se puede recortar gastos, o aumentar ingresos, o las dos cosas. En todo caso, lo fundamental es examinar las alternativas que deben ejecutar los gobiernos en las políticas fiscales.
El balance fiscal previsto para el 2022, de acuerdo con los estimados del Fondo Monetario Internacional (FMI), no está disponible para ocho países de América Latina (Bolivia, Cuba, Ecuador, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, y Venezuela). Tampoco existen estimados de estos países hasta el año 2027. De tal manera que el análisis del balance fiscal está disponible para doce países de la región.
En el último año previo a la pandemia (2019), de acuerdo con el FMI, solo República Dominicana tuvo superávit fiscal (0,8% del PIB). Los países con mayor déficit fiscal en ese año fueron Costa Rica (6,9%), y Brasil (5,6%). El país con menor déficit fiscal fue Perú (0,5%). El promedio del balance fiscal en los países de la región fue deficitario (-2,7%).
En 2020, primer año de la pandemia, todos los países con información disponible incurrieron en déficit fiscal. El promedio del déficit fue 4.98%, el mayor de la serie del FMI desde 2017 a 2027. El mayor déficit fue registrado por Brasil (11,7%). El segundo mayor déficit fue el de Costa Rica (6,6%). Los países con menor déficit fueron México, Chile, y Uruguay, todos ellos con más de 2%.
En el segundo año de pandemia, 2021, el promedio del déficit disminuyó a 3,97% en los países de la región. El único país con superávit fue República Dominicana (0,6%). Los países con el mayor déficit registrado fueron Chile (11,8%), y Paraguay (6,4%).
Los estimados del FMI para el año 2022 (difundidos en abril de este año), indican que el promedio del déficit fiscal en la región es 3,6%. República Dominicana se mantiene como el único país con superávit (0,6%). El país con mayor déficit estimado es Brasil (7,2%). Ocho países adicionales tienen estimados de déficit mayor a 3% (Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica. El Salvador, Panamá, Paraguay, y Perú). Hasta el año 2027 solo República Dominicana se mantendrá en superávit fiscal.
La persistencia de déficit fiscal en la gran mayoría de los países de la región, es indicativo de la relevancia que tendrán las decisiones sobre aumentos de ingresos y reducción de gastos públicos, así como de las implicaciones para los programas de endeudamiento de los países. Las bajas tasas de crecimiento económico, y la profundización de la crisis social, pueden aumentar las dificultades fiscales que ya están a la orden del día en la región.
Politemas, Tal Cual, 8 de junio de 2022
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