Nuevamente millones de venezolanos fuimos a los centros electorales a expresar nuestra opinión. Es un hecho que hay que resaltar siempre. Es la práctica que nos permite indicar nuestras preferencias y posiciones políticas. Que se realice con regularidad, no significa que no deba ser resaltado.
También es notorio que muchos millones no fueron a votar. A pesar de que la elección era sin duda importante, no solo por la selección de los gobiernos municipales, sino por la repercusión nacional, para millones de compatriotas no fue lo suficientemente motivante para acercarse a los centros electorales. Es obvio que la diferencia de 20% en la abstención, si comparamos con la reciente elección presidencial, tiene muchas causas. Desde el desencanto por los resultados previos hasta el poco interés despertado por los candidatos y los temas electorales. Con lo cual es evidente que es un tema que debe ser analizado en profundidad, especialmente en la perspectiva que se abre para los próximos años.
Las elecciones municipales se realizaron es un contexto muy asimétrico. Es bastante claro que el rol del CNE en la contienda dista mucho de ser una posición imparcial, respetuosa de las disposiciones en materia electoral. Es lamentable que muchas de las decisiones del Poder Electoral hayan sido oportunidades para expresar una alineación con las posiciones gubernamentales, y no para cumplir con los deberes que están señalados en la Constitución y las leyes.
No solamente hay asimetría en el seguimiento de las reglas. También es muy notorio que el gobierno cada día copa más la esfera comunicacional. No hay área de los medios, TV, prensa, radio, internet, en la cual no se note la intención del gobierno para dominar todas las opciones de comunicación. Para los sectores que no son favorables al gobierno, como contrapartida, cada día hay menos espacios para expresar sus posiciones. Es muy posible que el ciudadano, en general, tienda a percibir las ideas desde una sola perspectiva. Con lo cual llegamos a una situación de mucho riesgo para la diversidad que debe caracterizar una democracia plural.
En el contexto anterior, los resultados tienen su lógica. La combinación de Petro-Estado con desequilibrio de poderes y control de los medios, es directa. Existe un sector político, el representado por el gobierno, que tiene la mayor votación. Pero no tiene la mayoría. Los sectores agrupados en la Unidad demostraron su crecimiento. Muchas de las grandes ciudades del país cuentan hoy con gobierno locales alternativos.
También las elecciones del domingo expresan que se puede ganar, pero lo importante es la gestión. En el caso de la Unidad, 29 alcaldías que estaban en su poder pasaron al oficialismo. Los electores no estuvieron satisfechos con esas gestiones. Todo lo cual indica que eso de gobernar es siempre más complicado que ganar una elección.
Politemas, Tal Cual, 11 de diciembre de 2013
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