A la Unidad Democrática la tienen en la mira los “cristalizadores”. Estos son personajes que aparecen en los medios y dejan colar sus “valoraciones” de la situación nacional. Por alguna razón no identificada, les gusta el cristal. Quieren que las cosas siempre “cristalicen”. De allí su nombre.
El punto de central de estos personajes es que la oposición “no logra cristalizar”. Y dejan la idea hasta ahí. No elaboran. No explican qué quieren decir. Tampoco especifican el tipo de cristal al cual se están refiriendo. No, sencillamente emiten el juicio y pasan a otra cosa.
Lo interesante del asunto es que “cristalizar”, según el Diccionario de la Real Academia, tiene como una de sus acepciones: “tomar forma clara y precisa”. De manera que se puede concluir que si la oposición no cristaliza, es porque no tiene forma clara y precisa.
Una somera comparación del cuadro político actual con el que existía en febrero de 2009, muestra que es mucho más claro y preciso, desde la perspectiva de la oposición. En esa época se venía de la derrota electoral del referéndum de la enmienda. El clima general era de desaliento. En esas condiciones comienza un esfuerzo sostenido, paciente, sistemático, por construir una alternativa política que sustituya al actual gobierno.
Para ello se requería construir una dirección política, amplia, funcional. También la elaboración de una estrategia política de mediano plazo, así como la concreción de un acuerdo programático compartido. El siguiente aspecto era conformar una alianza electoral que se expresara en las elecciones parlamentarias de 2010. En año y medio la Unidad Democrática consiguió esos logros. De manera “clara y precisa”. La mayoría de los votos obtenidos y los 65 diputados son expresión muy contundente de los avances.
A finales de 2010 la Unidad se plantea los siguientes pasos. Apuntar a las elecciones presidenciales, y de gobernadores y alcaldes, de 2012. Para ello se requiere crear las bases para la selección de los candidatos. De allí el esfuerzo para establecer la base institucional para la celebración de las elecciones primarias. Y paralelo a esto, la Unidad acomete la difusión de sus propuestas, dentro de las restricciones amplias que se tienen, así como la elaboración del acuerdo de gobernabilidad y los lineamientos del programa del gobierno unitario. Y a ello debe agregarse la tarea de consolidar la organización en todos los municipios y estados del país.
Todos esos logros son claros y precisos. Pero para los “cristalizadores” esos logros no existen. Prefieren crear las dudas sobre la Unidad. Son felices obstaculizando. Contribuyendo con el adversario. Quisieran que la Unidad fuera de cristal, que fuera frágil. Pero no será así, la Unidad será fuerte, flexible, sostenible. A prueba de “cristalizadores”.
El punto de central de estos personajes es que la oposición “no logra cristalizar”. Y dejan la idea hasta ahí. No elaboran. No explican qué quieren decir. Tampoco especifican el tipo de cristal al cual se están refiriendo. No, sencillamente emiten el juicio y pasan a otra cosa.
Lo interesante del asunto es que “cristalizar”, según el Diccionario de la Real Academia, tiene como una de sus acepciones: “tomar forma clara y precisa”. De manera que se puede concluir que si la oposición no cristaliza, es porque no tiene forma clara y precisa.
Una somera comparación del cuadro político actual con el que existía en febrero de 2009, muestra que es mucho más claro y preciso, desde la perspectiva de la oposición. En esa época se venía de la derrota electoral del referéndum de la enmienda. El clima general era de desaliento. En esas condiciones comienza un esfuerzo sostenido, paciente, sistemático, por construir una alternativa política que sustituya al actual gobierno.
Para ello se requería construir una dirección política, amplia, funcional. También la elaboración de una estrategia política de mediano plazo, así como la concreción de un acuerdo programático compartido. El siguiente aspecto era conformar una alianza electoral que se expresara en las elecciones parlamentarias de 2010. En año y medio la Unidad Democrática consiguió esos logros. De manera “clara y precisa”. La mayoría de los votos obtenidos y los 65 diputados son expresión muy contundente de los avances.
A finales de 2010 la Unidad se plantea los siguientes pasos. Apuntar a las elecciones presidenciales, y de gobernadores y alcaldes, de 2012. Para ello se requiere crear las bases para la selección de los candidatos. De allí el esfuerzo para establecer la base institucional para la celebración de las elecciones primarias. Y paralelo a esto, la Unidad acomete la difusión de sus propuestas, dentro de las restricciones amplias que se tienen, así como la elaboración del acuerdo de gobernabilidad y los lineamientos del programa del gobierno unitario. Y a ello debe agregarse la tarea de consolidar la organización en todos los municipios y estados del país.
Todos esos logros son claros y precisos. Pero para los “cristalizadores” esos logros no existen. Prefieren crear las dudas sobre la Unidad. Son felices obstaculizando. Contribuyendo con el adversario. Quisieran que la Unidad fuera de cristal, que fuera frágil. Pero no será así, la Unidad será fuerte, flexible, sostenible. A prueba de “cristalizadores”.
Politemas, Tal Cual, 22 de junio de 2011
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