La última cifra de la tasa de inflación fue publicada por el BCV en diciembre de 2014. Como si la historia se hubiera suspendido en ese momento. De manera que ya tenemos casi siete meses sin información oficial sobre la evolución de la inflación. La omisión de la información ya es negativa. Pero es más negativo lo que implica, es decir, la certeza de que el ritmo inflacionario se intensifica.
Los ciudadanos, por su parte, ven aumentar los precios día a día. Los incrementos son muy altos, la vigencia de los presupuestos se acorta a pocos días, las empresas prefieren prácticamente el pago de inmediato. La contradicción es evidente: no hay información oficial, pero en las casas y en la calle no hay otro tema. El aumento de los precios ha tomado en toda su extensión la vida de los venezolanos.
Ahora bien, ¿qué se puede decir de la magnitud de la inflación? ¿Cómo se compara con la que hemos tenido en otras épocas en el país? ¿Cómo se compara con lo que sucede en otras partes del mundo?
A todas luces, la tasa de inflación de 2015 será la más alta en la historia del país. Expertos nacionales e internacionales pronostican una tasa de inflación cercana al 200%. Es evidente que en estas magnitudes la afectación de la vida de familias y empresas es total. Desde 1995 ningún país de América ha tenido una tasa de inflación superior a 100%.
También la tasa de inflación de 2015 será la más alta del mundo. De acuerdo con los anteriores estimados, la tasa de inflación de Venezuela en este año será seis veces superior a la del país que tendría la segunda tasa de inflación (Ucrania). La tasa de inflación de Venezuela sería entonces la más alta del mundo por tercer año seguido (2013, 2014 y 2015). La economía venezolana es la de mayor inflación en el mundo, ya es un hecho estructural.
En el contexto de América, la tasa de inflación de Venezuela ha sido la más alta en todos los años desde 2007. Eso equivale a nueve años seguidos. En el período 1999-2015, la economía de Venezuela ha tenido la tasa de inflación promedio más alta en América (superior a 30%).
Ante todas estas evidencias, elaboradas por los organismos internacionales con la información oficial (hasta finales del año pasado), sería de gran utilidad conocer la opinión del Banco Central de Venezuela y del ministerio responsable de las finanzas sobre esta situación. Según la Constitución, el BCV es el responsable de la estabilidad de precios (artículo 318), y entre ambas instituciones son responsables de la armonización de la política fiscal y la monetaria (artículo 320). Un poco más adelante se señala que el BCV “no podrá convalidar políticas fiscales deficitarias”.
Los responsables de estas instituciones deberían informar al país sobre la realidad de la inflación. Aclarar, por ejemplo, si es que tienen otras cifras. En caso de que no, deberían explicar las razones por las cuáles Venezuela se ha convertido en la última década en la economía de mayor inflación en el mundo. Eso sería todo.
Columna de Acuerdo Social, Últimas Noticias, 26 de julio de 2015
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