El gobierno sigue en su estrategia. La única que es posible dentro de su visión. Esto es, hay que ocultar la grave situación económica. En primer lugar, no reconoce la caída dramática en la actividad productiva, estimada por organismos internacionales como el FMI en 7% y por expertos nacionales en casi 10%. En segundo lugar, no mencionar para nada las cifras de inflación y escasez. Ya el BCV ni siquiera se inmuta en el hecho de que tiene todo el año 2015 sin informar sobre las cifras de inflación.
Si esa es la estrategia del gobierno, hay que insistir en darle dimensiones a la grave crisis que tiene el país. Tanto el liderazgo como todos los ciudadanos deben ponderar la brecha entre la situación actual y la que debería existir en una economía moderna. La expresión más contundente de esa crisis es la afectación del ingreso de las familias, la imposibilidad de mantener el consumo cuando los precios suben semana tras semana, sin poder ajustar los salarios a la misma velocidad, en una economía en recesión. Si a eso se le suma la escasez y el desabastecimiento, se pueden entender las penurias diarias de la población.
De acuerdo con los registros del FMI, Venezuela tiene la tasa de inflación más alta del mundo desde 2013. En cada uno de esos tres años la tasa de inflación de Venezuela ha sido superior a la del resto de los 188 países del mundo. Así de sencillo. De acuerdo con las estimaciones del FMI para este año (presentadas en abril), la tasa de inflación de Venezuela será el triple que la del país con la siguiente mayor tasa de inflación (Ucrania). Sin embargo, tal como van las cosas, es posible que termine siendo seis veces mayor.
Desde el año 2007 Venezuela tiene la tasa de inflación más alta de América. En cada uno de esos nueve años transcurridos. Y estos últimos años la brecha sigue aumentando. La tasa de inflación de 2015 puede ser diez veces superior a la de Argentina (país con la segunda tasa de inflación más alta).
En el período del actual modelo de gobierno (1999-2015), el promedio de la tasa de inflación de Venezuela es el más alto de América (vale decir los 34 países de la Región). Ese promedio, de tener este año una tasa de inflación de 150%, sería 33%. En otras palabras, la tasa de inflación de Venezuela ha aumentado un promedio de 33% en cada uno de los años desde 1999 a 2015.
Con todas estas evidencias, es explicable que el gobierno no quiera informar del tema. Lo más probable es que la información sea mucho peor. Venezuela en 2015 va a tener el año de mayor inflación en toda su historia. Y está también en el período de gobierno con la mayor inflación en toda su historia. Y es el único país con alta inflación en América en este momento. Dicho esto, hay que asumir que si el gobierno no ha visto esta situación, ya no la verá. Solo se puede solucionar un problema cuando se piensa que existe. De manera que no hay nada que esperar de este gobierno. Solo queda que el ciudadano, que vive en carne propia las consecuencias de la inflación, exprese democráticamente su rechazo al terrible fracaso de las políticas que han generado la economía de mayor inflación en el mundo.
Politemas, Tal Cual, 22 de julio de 2015
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