Todo apunta a que este año no habrá crecimiento de la economía. Es lo que se respira en la calle con el clima de paralización del aparato productivo. Y es lo que analistas han indicado. La falta de crecimiento ha dejado de ser un problema económico para convertirse en un problema político, social. Para el gobierno el crecimiento no es ni siquiera un objetivo. Que tampoco lo sea para otros sectores es un serio problema de política pública.
La ausencia de crecimiento es el equivalente a que en las familias cada año disminuya el ingreso. Eso significa que hay menos acceso a los bienes disponibles. Pero también es un signo de que la capacidad productiva se reduce, que hay menos inversión, que se pierde infraestructura, recursos humanos, entre otros factores. Lo adecuado es que las economías crezcan. Todo lo demás, es decir, la posibilidad de asignar mejor los recursos, reducir las brechas en la distribución del ingreso, no se puede alcanzar si no hay crecimiento. Tan sencillo como eso. En consecuencia, crecer es prácticamente una condición sine qua non para el desarrollo.
Cuando analizamos la experiencia de crecimiento de la economía venezolana se puede entender mejor lo que sucede en la actualidad. Si tomamos las 15 economías más grandes de América Latina y el Caribe para el año 2013, y exploramos cuál ha sido el crecimiento que han tenido desde 1980, los resultados son desalentadores para Venezuela. En ese período de 34 años la economía venezolana es la que tuvo el menor porcentaje de crecimiento promedio anual (2%). Las economías de Chile, Panamá, República Dominicana han crecido cerca de 5% promedio en el período.
En el mismo período la economía venezolana ha decrecido en 11 de los 34 años. Es decir, uno de cada tres años ha sido de crecimiento negativo. En el mismo lapso la economía de Colombia ha decrecido un solo año (1999). Es decir, un año de decrecimiento por 33 de crecimiento. Las economías de Costa Rica, Panamá, Guatemala, Ecuador y República Dominicana han decrecido solo 3 años en todo el período. Un año de decrecimiento por cada 10 de crecimiento.
Y si tomamos en cuenta el crecimiento sostenido no podemos quedar peor. La economía de Guatemala ha crecido 28 (repetimos, 28) años seguidos (desde 1986 hasta 2013). La economía de Bolivia ha crecido 27 años seguidos (desde 1987). La de Costa Rica ha crecido hasta 26 años seguidos. La economía venezolana es la que tiene el período más corto de crecimiento sostenido, apenas cinco años, en dos oportunidades, entre 1984-1988, y 2004-2008.
No hay mucho más que decir. Sin crecimiento no es posible alcanzar lo demás. Esa es la razón por la cual la economía venezolana es la que menos ha aumentado el PIB per cápita de las economías más grandes de la Región. La falta de crecimiento sostenido es quizás la peor deficiencia que el actual gobierno ha llevado a máximos históricos. Los resultados están a la vista.
Politemas, Tal Cual, 23 de julio de 2014
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