La frase es del presidente Chávez. Hace un mes la expresó a todo el mundo desde el estado Trujillo. También dijo el Presidente, según lo reseñado por la Agencia Bolivariana de Noticias, que los “procesos revolucionarios de Cuba y Venezuela, pese a que se han desarrollado de manera distinta, se han encaminado hacia el socialismo”.
De tal manera que no quedan muchas dudas del tipo de futuro que quisiera el presidente Chávez para Venezuela. Se trata de replicar la experiencia socialista cubana. Ahora bien, si esa es la imagen objetivo, bien vale aproximarse a la situación actual de Cuba y las posibilidades que están planteadas en esta nueva etapa de su gobierno.
Ese es justamente el objetivo de un reciente trabajo de Carmelo Mesa-Lago, Profesor Distinguido de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, y uno de los expertos más reconocidos en el contexto internacional sobre la economía cubana, presentado en la Conferencia Anual de la Asociación para el Estudio de la Economía de Cuba, realizada hace pocas semanas.
El objetivo del trabajo es analizar el desempeño de la economía cubana en los dos últimos años y compararlo con el período 2000-2005 y con la situación en 1989, año previo a la crisis producida por la caída del Muro de Berlín. Para ello se toman en cuenta fuentes oficiales, así como análisis de la CEPAL y de otros expertos en el tema.
Lo primero que alerta Mesa-Lago es sobre la poca confiabilidad de las cifras sobre el crecimiento de la economía cubana. Indica que, a través de manipulaciones estadísticas, el gobierno cubano ha presentado datos que no son consistentes con análisis realizados por CEPAL. Las “nuevas metodologías” introducidas por el gobierno cubano señalan estimados de crecimiento superiores a 10%, los cuales no han sido ratificados por CEPAL.
Mesa-Lago analiza a seguidas el desempeño de la economía cubana. Señala que la producción industrial en 2005 fue 46% menor a la de 1989. Como resultado, la contribución de la industria al Producto Interno Bruto (PIB) se redujo de 26,1% en 1989 a 13,8% en 2006. La producción de quince de los más importantes rubros de exportación de Cuba se redujo entre 69 y 99% en el período1989-2006.
Algo similar sucede con el azúcar: la producción disminuyó de 2,4 millones de toneladas en 2004 a 1 millón de toneladas estimadas para 2007 (la peor cosecha en un siglo), y además, 82% menor a lo que se producía en 1989. La producción de energía eléctrica se ha mantenido igual entre 1989 y 2006, a pesar del aumento de la población. Otros productos, como los críticos, arroz, leche, huevos, presentan reducciones entre 12 y 70% cuando se compara con lo producido en 1989.
La deuda externa cubana ha aumentado 148% entre 1989 y 2006, alcanzando la cifra de 14,5 mil millones de dólares, lo cual representa el doble del promedio de América Latina. El número de empresas extranjeras se ha reducido en 41% entre 2002 y 2006.
Señala también Mesa-Lago que la economía cubana ha sobrevivido primordialmente por la inversión venezolana. También indica el rol creciente de la influencia china. Las áreas que han favorecido estos dos países son petróleo, gas, níquel y turismo. Sin embargo, la dependencia de la ayuda venezolana coloca a la economía cubana en una posición de volatilidad asociada a las contingencias de nuestra economía.
Al final del trabajo se reiteran las consecuencias perniciosas que han ocasionado los procesos de recentralización y eliminación de los mecanismos de mercado en la economía cubana. En cierta medida la adaptación de reformas económicas al estilo chino o vietnamita constituye una opción a considerar en la próxima etapa del gobierno cubano.
Tal pareciera que las políticas implementadas en los últimos años en Venezuela nos han acercado más a Cuba. Las dificultades de muchas familias para conseguir huevos, leche, y otros bienes de consumo masivo nos acercan a las penurias de los cubanos. La reducción de nuestro parque industrial, así como las restricciones de la producción de energía eléctrica también lo indican. Sin embargo, a pesar de las pretensiones del Gran Decisor, es evidente que para millones de venezolanos lo menos atractivo es vivir como en Cuba. Otro error de cálculo del presidente Chávez.
Politemas, Tal Cual, 5 de septiembre de 2007
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