domingo, 27 de febrero de 2022

¿Cómo afecta la pandemia a la Cobertura Universal de Salud?

La tasa de mortalidad diaria por covid-19 se ha multiplicado entre tres y siete veces en la mayoría de los países de América Latina en los últimos tres meses. En la actualidad, por ejemplo, Chile, con el mayor porcentaje de población completamente vacunada en la región (90%), registra la tasa de mortalidad diaria más alta, similar a la registrada a mediados del año 2021, cuando tenía 44% de población completamente vacunada. Esta evidencia es muy significativa para ilustrar que los efectos de la pandemia, especialmente en la mortalidad, no cesan en 2022.

La persistencia de efectos de la pandemia expresa el deterioro acumulado en los últimos dos años. Todo parece indicar que este deterioro seguirá aumentando en los próximos meses. Al mismo tiempo, cobra importancia estimar las consecuencias de la pandemia en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS-2030), especialmente en lo correspondiente a la Cobertura Universal de Salud (CUS). Tal como se puede percibir, la pandemia puede impedir en muchos países alcanzar tales objetivos.

En la reciente publicación del Panorama Social de la CEPAL, se examinan las características del financiamiento de los sistemas de salud de la región, de fundamental importancia para la protección financiera establecida en los ODS-2030. Se señala en esta publicación que solo tres países (Uruguay, Cuba, y Colombia) registran menos de 20% de gasto de bolsillo (el realizado directamente por las familias según el ingreso mensual percibido) sobre el total de los gastos de los respectivos sistemas de salud. La publicación, sin embargo, no destaca que estos datos corresponden al año 2019 (antes de la pandemia), disponibles en la base de datos de financiamiento de salud de la OMS.

También esta publicación insiste en el criterio del 6% del PIB (del gasto en salud) para considerar adecuado el financiamiento en los países. Sin embargo, este criterio no toma en cuenta que más que el monto de los recursos, el reto es asociar estos recursos con objetivos precisos en término de las condiciones de salud. Los países muchas veces realizan inversiones cuantiosas que no están vinculadas con programas detallados. En América Latina algunos países han asignado más del 6% del PIB a los servicios de salud sin mayores efectos netos. El documento puede transmitir la idea de que basta la asignación de recursos para que todo mejore por “añadidura”. La experiencia comparada de políticas de salud indica que no es así.

Desde varios años el Banco Mundial ha compartido en internet la información derivada de encuestas de hogares para medir con mayor especificidad el porcentaje del gasto asignado a la salud. Estas mediciones, al estar basadas en los reportes directos en los hogares, ofrecen mayores detalles que los agregados de las cuentas nacionales. Cuando en un hogar el gasto mensual en salud supera el 10% del ingreso, se asume que este hogar está en situación de gasto catastrófico. La meta es que en 2030 en ningún hogar del mundo exista gasto catastrófico, es decir, que el gasto en salud no supere el 10% del ingreso.

En el documento de CEPAL señalado no existe ninguna mención sobre las mediciones disponibles del gasto catastrófico en el sitio indicado del Banco Mundial. Lamentablemente, de acuerdo con esos datos, las mediciones más recientes del gasto catastrófico en la región corresponden al año 2016 (y para muy pocos países).

Entonces, con estas limitaciones tan grandes de información sobre lo que sucede en los hogares de América Latina con respecto a la Cobertura Universal de Salud, es imposible conocer los efectos de la pandemia. Lo que si queda bastante claro es que si los gobiernos de los países quieren conocer cuál es la situación actual del financiamiento de la salud, para implementar los correctivos, la primera tarea es realizar una encuesta de hogares por muestro con la calidad requerida. Y luego de examinar los resultados, identificar las mejores opciones de políticas. De lo contrario no solamente no se sabrá el impacto de la pandemia, tampoco se sabrá cómo superarlo.

Politemas, Tal Cual, 23 de febrero de 2022

domingo, 20 de febrero de 2022

La mayor pobreza extrema en treinta años

En el último Panorama Social de la CEPAL, correspondiente al año 2021, se ha proyectado que la pobreza extrema en América Latina es la mayor registrada desde 1990. La proporción de personas que no tenían el ingreso suficiente para adquirir la canasta de alimentos correspondió al 13,8% de la población de la región el año pasado. En 1990 esta proporción era 15,5%. Este aumento está muy vinculado con los extraordinarios efectos sistémicos de la pandemia de covid-19.

En el año previo a la pandemia (2019), la pobreza extrema afectaba al 11,4% de la población de América Latina, lo cual significó un aumento de 3% con respecto a la cifra de 2015. Este incremento era expresión de la reducción del crecimiento económico experimentado en muchos países desde los inicios de la década pasada. La enorme afectación causada por la pandemia, expresada en los largos períodos de inactividad de empresas y personas, así como en la disminución de todos los intercambios intra y extra-regionales, han contribuido a agravar la tendencia de aumento en la pobreza extrema.

De acuerdo con estas cifras preliminares de CEPAL, 86 millones de personas se encuentran en situación de pobreza extrema, esto es 16 millones más que en 2019. El total de personas en pobreza se ha estimado en 201 millones en 2021. Los mayores aumentos de pobreza se han registrado en Argentina, Colombia, y Perú (más de 7 por ciento). La pobreza aumentó entre 3 y 5 por ciento en Chile, Costa Rica, Ecuador, y Paraguay. En todos estos países, la pobreza extrema aumentó en al menos 2%.

En este contexto de empobrecimiento, en el transcurso de la pandemia, según estimaciones de la OIT, se han perdido 30 millones de empleos en la región. Los aumentos más altos del desempleo se han registrado en Costa Rica, Perú, y Colombia, de 14% en los dos primeros países, y 11% en el último. El significativo impacto en el deterioro de las condiciones de vida, se refleja directamente en el aumento de la inseguridad alimentaria en la región, superior al registrado en África y Asia.

También alerta CEPAL que la recuperación económica de 2021 no ha logrado compensar estos efectos. Si se toma en cuenta que ya en el segundo mes de 2022, se están registrando las mayores cantidades de casos diarios de covid-19 en muchos países de la región, es evidente que todavía los efectos sociales de la pandemia no han alcanzado el punto más crítico.

Estas circunstancias ponen de relieve las restricciones previas a la pandemia, especialmente en la ausencia de dinamismo productivo en las economías, y en las deficientes coberturas de protección social. La magnitud de estos efectos, así como las notorias debilidades de los gobiernos para enfrentar estratégicamente estos severos retos, son un especial llamado de alerta a las sociedades de la región. Sin un adecuado conjunto de políticas públicas, fundamentadas en el fortalecimiento productivo y de la protección social, las posibilidades de mayores deterioros y dificultades para las familias de América Latina son significativas y preocupantes.

Politemas, Tal Cual, 9 de febrero de 2022

miércoles, 2 de febrero de 2022

La evolución de la variante ómicron en América Latina

La detección de la variante ómicron en Suráfrica ha constituido la característica más significativa de la pandemia en los últimos meses. Dado su alto nivel de contagios, los casos de covid-19 reportados en las últimas semanas superan los reportados en cualquier otra etapa de la pandemia. También existen evidencias de que los países con mayor nivel de cobertura de vacunación completa han tenido menores efectos en la mortalidad ocasionada por covid-19.

Dado que en América Latina todavía la cobertura de vacunación completa contra covid-19 dista mucho de lo requerido, conviene examinar los efectos actuales y previsibles de la variante ómicron en la región. El primer requisito es conocer la proporción de casos de la variante ómicron en los países. Los primeros análisis genómicos con la frecuencia de ómicron fueron reportados en la última semana de noviembre de 2021. En la actualidad, de acuerdo con la información disponible en Our World in Data, los análisis genómicos de ómicron representan más del 90% en Costa Rica, Colombia, Argentina, Brasil, y México. Aunque solo nueve países tienen reportes de análisis genómicos de ómicron en Our World in Data, es bastante probable que sea una variante muy frecuente en el resto de los países.

Ante el avance de ómicron en la región, sigue siendo relevante la capacidad de diagnóstico de los casos. Sin embargo, cuatro países de la región continúan sin reportes de las pruebas realizadas para el diagnóstico en Our World in Data de la Universidad de Oxford (Venezuela, Nicaragua, Honduras, y Haití). A este grupo de países, habría que agregar Cuba, República Dominicana, El Salvador, y Perú, los cuales no reportan datos recientemente. De manera que para ocho países de la región (de un total de 20) no se conoce adecuadamente la magnitud de los casos, simplemente porque no se conocen la cantidad de las pruebas diagnósticas realizadas.

En cuanto a la protección de la población por medio de vacunas contra covid-19 solo seis países han alcanzado al 70% de cobertura completa (Chile, Cuba, Uruguay, Argentina, Ecuador, y Costa Rica). En lo que se refiere a la dosis de refuerzo, solo dos países (Chile y Uruguay) tienen una cobertura superior al 50% de la población. En estas condiciones se puede anticipar que sectores amplios de la población en los países no están en los niveles de protección deseables.

En este contexto se puede constatar que el número de casos diarios de covid-19 (por millón de habitantes) es en la actualidad el más alto reportado en toda la pandemia en trece países de la región. De hecho, Uruguay, Argentina, y Panamá, registran las tasas diarias de incidencia más altas de la región desde los inicios de la pandemia. En Argentina y Uruguay los últimos registros indican que la mortalidad diaria por covid-19 ha aumentado entre siete y ocho veces en las últimas semanas.

La reducción de casos de covid-19 en América Latina será más tardía en la medida que no aumente la cobertura completa de vacunas y de las dosis de refuerzo. La experiencia en Suráfrica y en países europeos demuestra que la disminución de casos se prolongará probablemente por varios meses. De tal manera que la región continuará siendo afectada por la pandemia en gran parte de 2022.

Politemas, Tal Cual, 26 de enero de 2022