viernes, 22 de abril de 2022

Efectividad de los gobiernos en América Latina

Vistos los retos que tienen las sociedades de América Latina en los próximos años, es relevante analizar las capacidades de los gobiernos para enfrentar estos desafíos. Dentro de las prioridades que se pueden destacar están, en primer lugar, la superación de los impactos de la pandemia, y los cambios que impone el cambio climático.

El Índice de Efectividad Gubernamental (IEG), elaborado por el Banco Mundial, permite comparar entre países, y a lo largo del tiempo. La última medición disponible corresponde al año 2020. Este índice toma en cuenta los siguientes aspectos: percepciones de la calidad de los servicios públicos, calidad de los funcionarios públicos, grado de independencia del gobierno con respecto a las presiones políticas, calidad del diseño e implementación de políticas, y credibilidad del compromiso del gobierno con las políticas que propone. El IEG varía entre -2,5 (menos efectivo) y +2,5 (más efectivo).

De acuerdos con los datos correspondientes a 2020, la gran mayoría de los países de América Latina (14 de 20) tienen un IEG negativo. Los países con el IEG más negativo son: Haití (-2,03), Venezuela (-1,78), y Nicaragua (-0,71). Dentro de los países con IEG positivo se pueden discriminar dos grupos. En el primer grupo están tres países (Colombia, Panamá, y Perú), con valores de IEG menores a 0,3. En el segundo grupo están tres países (Costa Rica, Uruguay, y Chile), con valores de IEG entre 0,3 y 0,99 (Chile).

Dos aspectos se pueden derivar de estos resultados. En primer lugar, destaca el bajo desempeño de los gobiernos de la región, expresado por el IEG. Esto significa que las capacidades institucionales para el diseño e implementación de políticas, así como para la prestación de servicios públicos, requieren cambios sustanciales que permitan mejorar a su vez la gestión de los gobiernos, y, consecuentemente, tener impacto en el bienestar de los ciudadanos. El segundo aspecto está relacionado con la brecha entre los países con mayor IEG y los valores de los países de mayor desarrollo. Esto implica que también estos países deberán realizar mejoras sustantivas en la gestión pública para alcanzar un mayor nivel de efectividad.

Dado este contexto, plantear la superación de estas grandes restricciones de la efectividad de los gobiernos de la región, supone analizar en detalle los factores que afectan el diseño y la implementación de políticas. Que es otra forma de colocar el énfasis en el éxito de las políticas públicas, requisito central para superar los problemas acuciantes de América Latina.

Politemas, Tal Cual, 20 de abril de 2022

¿Cuán rigurosas son las políticas a dos años de la pandemia?

Las últimas cifras disponibles en Our World in Data (Universidad de Oxford), indican que el 28 de marzo de 2022 se registraron en América Latina cerca de 340 muertes por covid-19. Esto significa que aproximadamente 15 mil muertes podrían registrarse en la región en el mes de marzo. La cantidad de muertes diarias en este momento de 2022 está muy por debajo de las casi 6.000 muertes que se registraron en América Latina el 31 de marzo de 2021.

La disminución extraordinaria de la mortalidad diaria es, obviamente, el resultado de las medidas de control, pero especialmente de la ejecución de los programas de vacunación contra covid-19. Ahora bien, es relevante analizar el impacto que ha tenido esta reducción en la rigurosidad de políticas de control que se han aplicado desde el inicio de la pandemia.

El Índice de Rigurosidad de Políticas (IRP) es una medición que combina las distintas políticas aplicadas para aumentar el distanciamiento social, y por consiguiente, reducir las posibilidades de contagio de covid-19. El IRP varía entre 0 y 100, siendo 0 el valor que corresponde a la ausencia de aplicación de medidas, y 100 a la máxima rigurosidad de políticas. En las fases más críticas de la pandemia, el valor del IRP alcanzó más de 80 en muchos países.

En los cuatro países con más de 80% de cobertura de vacunación completa en la región (Chile, Cuba, Uruguay, y Argentina), el IRP tiene actualmente valores comprendidos entre 20 (Uruguay), y 31(Argentina). Con la excepción de Cuba, en todos estos países se registra en la actualidad el menor valor del IRP desde los inicios de la pandemia. Este valor se ha mantenido en estos rangos en los últimos tres meses. Se puede concluir, a partir de esta evidencia, que en estos países siguen en funcionamiento medidas de control con relativa rigurosidad, independientemente de la cobertura alcanzada.

El menor valor del IRP se registra en la actualidad en Nicaragua y República Dominicana (menos de 10 en ambos países). Sin embargo, ninguno de estos dos países ha alcanzado el 70% de la cobertura de vacunación completa. En once países de la región se registran en la actualidad los menores valores de IRP de toda la pandemia. En cinco países (Brasil, Ecuador, Guatemala, Colombia, y Bolivia), el IRP todavía se mantiene por encima de 50.

El valor actual del IRP en los países de la región es expresión de las consideraciones que deben realizar los gobiernos para reducir la rigurosidad de políticas. Es claro que en los países con mayor cobertura también se mantiene la prudencia para evitar reducciones muy grandes de la rigurosidad. El hecho de que sean pocos los países que han alcanzado coberturas de vacunación completa superior a 80%, es sugestivo de que el nivel del IRP se mantendrá al menos en 30-40 en los próximos meses en muchos países. Regresar completamente a la situación previa a la pandemia parece más complicado en algunos países que en otros, pero, en general, pareciera que no es una situación que esté cercana.

Politemas, Tal Cual, 30 de marzo de 2022

Efectos de las altas coberturas de vacunas contra covid-19

El control de la pandemia, luego de disponer de vacunas contra covid-19, se ha concentrado en alcanzar la mayor cobertura posible en el menor tiempo. Con este propósito, en la gran mayoría de los países del mundo se han implementado amplios programas de vacunaciones contra covid-19.

Luego de un año de la ejecución de estos programas, las altas coberturas de vacunación completa se han conseguido en relativamente pocos países. En la Unión Europea, solo cinco países (de 27) han alcanzado hasta la fecha el 80% de población completamente vacunada (Portugal, Malta España, Dinamarca, e Irlanda). También Portugal, Malta, y Dinamarca, están entre los cinco países con mayor cobertura de la dosis de refuerzo. En América Latina solo cuatro países (Chile, Cuba, Uruguay, y Argentina), han logrado la meta del 80% de cobertura completa. Estos cuatro países también tienen los mayores porcentajes de cobertura del refuerzo.

Estos nueve países señalados ya tenían altas tasas de cobertura completa al 1 de noviembre de 2021, fecha alrededor de la cual cuando se reportó la existencia de la variable ómicron. Con la excepción de Cuba y Argentina, estos países tenían más de 75% de cobertura completa para esa fecha.

En los países de la Unión Europea, todos, con la excepción de Dinamarca, experimentaron aumentos de la mortalidad diaria por covid-19 que alcanzaron cifras topes a finales de enero y comienzos de febrero de 2022. La tasa de mortalidad más alta en este grupo fue la de Malta (cerca de 8 muertes diarias por millón de habitantes). El país con el menor tope en la tasa de mortalidad fue Irlanda (4,6 muertes por millón de habitantes). De acuerdo con las cifras más recientes, en todos estos cuatro países (Malta, Portugal, España, e Irlanda), la tasa de mortalidad diaria por covid-19 se registra cerca de 2 muertes diarias por millón de habitantes. En Dinamarca la cifra más alta de mortalidad diaria se registró en el mes de marzo (cerca de 9 muertes por millón de habitantes). A la fecha, la tasa de mortalidad diaria en Dinamarca es poco más de dos veces más que en los cuatro restantes países de la Unión Europea.

En los países de América Latina señalados se registraron también topes de las tasas diarias de mortalidad por covid-19, con diferentes características. El menor incremento de la tasa de mortalidad se registró en Cuba a principios de febrero de 2022, la cual alcanzó a 0,56 muertes por millón de habitantes (el tope más bajo entre los nueve países señalados). En Uruguay y Argentina el máximo de mortalidad diaria se registró en el mes de febrero, mientras que en Chile fue en el mes de marzo. A la fecha, las tasas de mortalidad diaria de Argentina y Uruguay se registran cerca de 2 muertes por millón de habitantes, mientras en Chile es poco más del doble.

De acuerdo con la evolución de la tasa de mortalidad diaria por covid-19, se puede señalar que, en países con altas coberturas completas de vacunación, se registraron aumentos significativos, probablemente relacionados con la alta propagación de la infección por la variante ómicron, y la consiguiente afectación de la población no vacunada. También se puede indicar que el tiempo para regresar al valor de la tasa de mortalidad diaria preexistente, fue aproximadamente dos meses. Alcanzar los mayores niveles de cobertura de vacunación parece ser la mejor estrategia para evitar la aparición de nuevas variantes, y así impedir los retrocesos en la mortalidad diaria por covid-19.

Politemas, Tal Cual, 23 de marzo de 2022