jueves, 20 de diciembre de 2012

10 horas hablando del pasado

A los efectos prácticos, el Presidente habló 10 horas. Para presentar la supuesta Memoria y Cuenta de la gestión del gobierno nacional en el año 2011. Rompió todos los récords. Es sin duda la alocución presidencial más larga en una memoria y cuenta, para empezar. Se podría suponer que en tanto tiempo de discurso hubiera quedado algún pequeño espacio para referirse a los problemas centrales de los venezolanos. Eso hubiera sido lo “básico”.

De acuerdo con la versión oficial del Mensaje Anual del Presidente, la transcripción tiene 194 páginas. Cientos de miles de caracteres. En toda esa larga cháchara, el Presidente no pronunció nunca la palabra “empleos”, tampoco “puestos de trabajo”. Y las veces que se refirió a “trabajo” fue para referirse a la Gran Misión Saber y Trabajo. En ninguna de las ocasiones fue para referirse al número de puestos de trabajo creados en el año de la cuenta.

Que el Presidente no se refiera a los empleos o puestos de trabajo creados no es ninguna sorpresa. Ha sido una constante en los discursos del Presidente ante la Asamblea Nacional. Lo fue en la toma de posesión allá en 1999. Y lo fue también el año pasado. Lo llamativo esta vez es la desconexión entre el objetivo que supuestamente tiene la Gran Misión Saber y Trabajo y lo que efectivamente piensa el Presidente.

En las últimas semanas el gobierno ha comenzado la propaganda de la Gran Misión Saber y Trabajo. Y dentro de los “contenidos comunicacionales” ha mencionado que se crearán 3 millones de puestos de trabajo en los próximos años. Y para ello se le pide a la población que cumpla con el “gran invento”, esto es, registrarse para iniciar un proceso de asignación, en este caso de un empleo. Entonces, si eso fuera así de verdad, ¿cómo es que el Presidente, gran gerente de esta misión, no se refiere en ningún momento a esa supuesta meta? Si eso fuera así, ¿cómo es que el Presidente no dice los empleos que se necesitan o los que se han creado durante su gobierno?

La razón es bastante sencilla. El Presidente no habla de empleos ni de puestos de trabajo porque en su visión del mundo no está la creación de riqueza. Para el Presidente de lo que se trata es repartir los beneficios de la extracción petrolera a través de la supremacía del Estado, y en particular la de él que es el Jefe de ese Estado. La creación de empleos, en el fondo, es, para el Presidente, el debilitamiento del Estado. El pasado, pues.

Esa es la razón por la cual el Presidente tampoco mencionó en su informe anual ni una vez la palabra “progreso”, ni “bienestar”, ni “calidad de vida”. Con lo cual debe quedar claro que la Gran Misión Saber y Trabajo está orientada exclusivamente a transmitir al electorado la idea de que el gobierno está haciendo “algo” por uno de los problemas que más angustia a los venezolanos. Otra forma de ser cínico e irresponsable.

Politemas, Tal Cual, 18 de enero de 2012

Improductividad sin límites

Y al año catorce de su gobierno, el Presidente se acordó del empleo. En su primer programa dominical después de siete meses de ausencia, anunció el Presidente el inicio de la Gran Misión Saber y Trabajo. Todo un cambio “extraordinario” en el discurso. Ni en sus palabras en la toma de posesión de 1999, ni en su última Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional en 2011, el Presidente se había acordado del empleo. Ni dijo en ninguno de los dos casos cuántos empleos crearía su gobierno, ni cuántos había creado.

Por alguna razón “misteriosa” se crea una Gran Misión que atenderá el saber y el trabajo. No hay que ser muy mal pensado para imaginar que las elecciones del 7 de octubre y la angustia que genera en los venezolanos la ausencia de empleo de calidad, son los factores que han “movido” al gobierno a acordarse de la creación de empleos.

No es sólo que el actual gobierno ha menospreciado los mecanismos para fomentar el empleo, es que también ha destruido sistemáticamente empleo de calidad. Cuando se promueve la inseguridad jurídica desde el gobierno, cuando se persigue a la inversión privada, sea nacional o extranjera, cuando se realizan agresiones a la propiedad, en todas estas circunstancias se debilita la capacidad de crear empleos.

Los resultados están a la vista. Aparte de las miles de empresas cerradas y la migración de empleados a trabajos de menor calificación, junto con el éxodo a otros países, la destrucción de empleo de calidad ha alcanzado niveles muy significativos. En 1997 el 27% de la población trabajadora lo hacía en grandes empresas. Diez años después se redujo a 17%. El país tiene 50% de sus trabajadores en empleos de poca productividad, tal como lo señala la Cepal. Investigaciones de la UCAB indicar que el 65% de los trabajos son precarios, esto es, que no cuentan con las condiciones adecuadas de remuneración, beneficios y nivel de calificación.

Todo lo anterior influye en los bajos niveles de productividad que ostenta el país. Somos el país con el menor porcentaje de exportaciones de bienes manufacturados en la Región, apenas 5%. Según la Cepal, en 2009 exportamos 74 millones de dólares en productos manufacturados de alta tecnología. Brasil llegó a 10.500 millones de dólares. Y Costa Rica casi 2.000 millones. México más de 60.000 millones.

De tal manera que los intentos de última hora para transmitir a los votantes la sensación de que este es un gobierno que favorece el empleo, no tienen nada que ver con las desastrosas políticas que han reducido las posibilidades de trabajos de calidad. Para remate, en la nueva misión se acude nuevamente al registro como mecanismo de exclusión. Todo lo cual indica que hay muy poco que esperar de un gobierno que ha hecho del deterioro de la productividad de los venezolanos su objetivo más lamentable.

Politemas, Tal Cual, 11 de enero de 2012

viernes, 14 de diciembre de 2012

La significación del 16D

Las circunstancias que vive el país en las últimas semanas han aumentado la trascendencia de las elecciones regionales del próximo domingo. Tradicionalmente, las elecciones presidenciales tienen consecuencias mayores, en tanto que pueden implicar cambios sustantivos en las orientaciones de las políticas. De allí que históricamente las elecciones regionales hayan tenido un menor nivel de participación.

Luego de la aprobación de las elecciones de gobernadores y alcaldes a finales de los ochenta, se inició en estos niveles un mayor interés por la selección de los candidatos y por el seguimiento de la gestión de los aspirantes a la reelección. Toda la década de los noventa fue de profundización de la participación política en esos niveles de gobierno. En los últimos quince años, sin embargo, las prácticas recentralizadoras han hecho mella en la diversidad de la vida política local en Venezuela. La práctica monopolizadora del gobierno nacional ha copado toda la escena. En aquellos estados que cuentan con gobernadores opuestos al actual gobierno, es donde se puede apreciar una mayor autonomía para defender las aspiraciones de los ciudadanos.

Las elecciones de esta semana no han podido librarse de los efectos nacionales. En primer lugar, porque los resultados de las elecciones presidenciales han facilitado que se vea al 16D como otra oportunidad para dirimir la fuerza relativa de las opciones que copan el espectro político nacional. No hay duda de que existe una manera de gobernar en los estados que es más compatible con la visión del actual gobierno nacional. Como tampoco hay dudas de que las opciones que presenta la Unidad Democrática tienen una oferta que comparte las aspiraciones de cambio democrático que tiene el país, sin que ello signifique negar su diversidad política.

Un segundo aspecto está vinculado con la incertidumbre que han generado los anuncios presidenciales del pasado sábado. La posibilidad de que se convoque una nueva elección presidencial ha sido asomada por el propio Primer Mandatario. De manera que los resultados de las elecciones del 16D serán de gran utilidad para conocer la fuerza relativa en todos los estados, especialmente cuando no está involucrado el liderazgo presidencial. Pero también serán de utilidad para conocer la fortaleza de los líderes regionales que son expresiones de una nueva generación política, y han demostrado condiciones para desempeñarse con éxito en el manejo de la administración pública nacional.

Finalmente, los resultados del 16D ofrecerán una muestra de la fuerza de cada una de las organizaciones políticas, tanto las del gobierno como de la Unidad Democrática. Sin duda, todo lo que pase en Venezuela el año próximo estará influido por esos resultados. Votar en ellas, en consecuencia, es la mejor forma de expresar una opinión crucial para nuestro futuro.

Politemas, Tal Cual, 12 de diciembre de 2012

El Pacto por México

Antes de que termine esta década, México estará entre las diez economías más grandes del mundo. Y además, será el mayor exportador de bienes a los Estados Unidos. Más que China. De hecho, la economía mexicana ha crecido más que la de Brasil en 2011 y 2012. Es verdad que persiste una gran proporción de población en pobreza, pero en los últimos gobiernos se han implementado esfuerzos importantes para mejorar la atención en áreas como la salud, la educación y la protección social.

Estos inmensos retos de la sociedad mexicana requieren el establecimiento de grandes acuerdos. Que permitan avanzar hacia los próximos estadios del desarrollo de manera compacta y sostenible. El liderazgo político mexicano ha tenido la madurez para ponerse de acuerdo. A menos de 24 horas de la toma de posesión de Peña Nieto, se produce la firma del llamado “Pacto por México”. Es un acuerdo entre los tres principales partidos políticos mexicanos: el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN), y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Dicho acuerdo incluye 95 compromisos que tienen fechas exactas de cumplimiento, en las distintas fases de la implementación. Algunos de ellos suponen reformas de la constitución.

El hecho de que el PRI no haya logrado la mayoría parlamentaria fue un factor indudable para concretar el acuerdo. Aunque para llevar a cabo las reformas era requisito contar con las dos terceras partes de la representación parlamentaria. Ninguno de los actores políticos tenía la posibilidad de impulsar los cambios de manera aislada. Es por ello que se señala en el texto del Pacto que no se trata de un programa único. Lo que se impuso fue la convicción de que era fundamental construir un acuerdo mayoritario, sostenible, dirigido a solucionar los grandes problemas de los mexicanos.

El Pacto incluye medidas para desarrollar los derechos sociales y las libertades; promover el crecimiento económico, el empleo, y la competitividad; garantizar la seguridad pública; la transparencia en el manejo de los recursos públicos; y la gobernabilidad democrática. Se aspira concretar la cobertura universal de salud, reformas sustantivas de la educación pública, aumento de la inversión pública y privada, reformas de la gestión del petróleo y los minerales, reformas fiscales para promover el federalismo, así como el Plan Nacional de Prevención y Participación Comunitaria, entre otros aspectos.

México comienza un nuevo gobierno con una etapa de concertación política de gran significado histórico. Demostración de que los acuerdos son posibles cuando se coloca en el centro a los grandes objetivos de los ciudadanos. Es seguro que la implementación del Pacto por México llevará beneficios a todos los sectores de ese país. Para eso justamente son los acuerdos políticos.

Politemas, Tal Cual, 5 de diciembre de 2012

¡Nada de independencia!

Después de 14 años de mal gobierno, el Presidente nos viene con un nuevo cuento. El cuento de la “independencia”. Nos dice en su propuesta de plan de gobierno que en un eventual gobierno suyo para el período 2013-2019, se defendería y consolidaría el “bien más preciado”: la independencia nacional. Y acto seguido nos explica la manera de entender esa independencia: la continuidad y consolidación de la “revolución bolivariana en el poder”.

Ya bastante descarado es confundir la independencia del país con el destino de un gobierno, aunque ya no debe haber espacios para la sorpresa. Los actuales gobernantes utilizan el poder para segregar a los venezolanos. Para tildar a sus adversarios políticos de manera sectaria y excluyente. Nada nuevo con eso.

Lo que es bastante llamativo es que se quiera transmitir una supuesta independencia justamente en una época del país en la cual brilla por su ausencia. No puede ser independiente un país cuando todos los venezolanos sienten que están inseguros, que en cualquier circunstancia pueden ser víctimas de la violencia, que aquellos encargados de velar por su protección no cumplen con sus deberes. Y como consecuencia de ello, Venezuela es hoy uno de los más inseguros del mundo. La tasa de homicidios se ha triplicado desde que comenzó este gobierno. Más de 150.000 venezolanos han muerto por esa causa. Decir que tal situación es muestra de independencia es una afrenta a cada una de las familias enlutadas por la violencia.

No puede ser independiente un país cuando 200.000 niños en séptimo grado deben abandonar el sistema educativo. No tienen forma de continuar por la triste circunstancia de que no pueden contar con profesores y salones de clases. Para continuar estudiando deberían abandonar sus hogares. Eso significa por supuesto que ya no podrán alcanzar la independencia que se produce al contar con más años de educación. Cada niño que abandona la escuela es justamente lo contrario, es el alejamiento de las posibilidades de un futuro de oportunidades.

Tampoco puede ser independiente un país cuando el 95% de las exportaciones derivan de materias primas, en este caso, barriles de petróleo. La desaparición de empresas manufactureras, de todos los tipos de producción con incorporación de tecnologías, nos hace más dependientes, no menos. Con menos capacidad para agregar valor en la economía mundial.

Y para remate, ahora somos más dependientes para utilizar los recursos. Los miles de millones de dólares que se han transferido a otros gobiernos, en desmedro de los servicios que requerimos los venezolanos, es una muestra clara de que somos más dependientes de los intereses de otros. Que el actual gobierno, después de todo esto, hable de independencia es una muestra de su desconexión con el país de verdad. Es una evidencia de que su tiempo pasó.

Politemas, Tal Cual, 11 de julio de 2012

Cinismo presidencial

No podía ser de otra manera. El Presidente saliente (porque hay que aclarar que le queda poco en el cargo), no se pudo contener. Ante el auge de las muertes por violencia y la generalizada opinión de que es el principal problema de los venezolanos, el Presidente no se podía quedar callado. Especialmente cuando sabe que para millones de venezolanos su responsabilidad está muy clara, sus fallas son evidentes. Su fracaso en la conducción de las políticas de seguridad no ofrece la menor duda.

Y es por ello que hace dos semanas “encadenó” al país. Para que todo el mundo oyera su largo monólogo. Lo primero que hizo fue destacar que ahora presentaba un nuevo “plan”. Luego de casi 14 años el Presidente aparece con otro plan. Pretende que se le crea que ahora si se preparó adecuadamente. Que no caigamos en cuenta que los anteriores planes existieron. Que en su momento sus ministros también dijeron que habían encontrado la solución a los problemas de la violencia. Lo que llama la atención por supuesto es que esta vez faltan apenas tres meses para las elecciones. Y que la nota para pasar no le da. Acude al expediente de explicar un nuevo plan para distraer la atención de las fallas inmensas que han representado cada uno de los anteriores planes.

Ya eso hubiera sido suficiente muestra de cinismo. Pero la osadía del Presidente es ilimitada. Para justificar las “virtudes” del plan acude a la mentira y la exageración. No se puede llamar de otra forma cuando señaló que la inseguridad no ha sido descuidada ni “un minuto”. Cuando todo el mundo sabe que el Presidente justificó la realización de actos contra la propiedad. Y que en muchas ocasiones tales hechos han contado con el beneplácito de altos funcionarios. Además, nadie ha visto al Presidente convocar a los gobernadores y alcaldes para trabajar de forma mancomunada. Es ahora que el Presidente habla del problema. Cuando sabe que los votos se le escapan y que muchos venezolanos irán a cobrarle esa factura el próximo 7 de octubre.

Eso tampoco fue suficiente. Luego el Presidente se dedicó a explicar las “bondades” de su nueva ocurrencia. Señalando que el causante del aumento de la violencia es el neoliberalismo. En ese caso, habría que preguntarse ¿cómo es que ha aumentado tanto en Venezuela?, ¿es que resulta que él está presidiendo un gobierno neoliberal? Y previamente había obviado que el mayor aumento de las muertes por violencia se ha producido en su largo gobierno. Tampoco explicó cómo va a enfrentar la violencia sin el concurso de los gobiernos de los estados y municipios. Ni cómo es que se reducirá la violencia cuando se está promoviendo la compra y producción de armas. No se explicó nada de eso porque lo que expresa el Presidente es el más puro cinismo en la conducción del Estado venezolano.

Politemas, Tal Cual, 4 de julio de 2012

El entramado comunal

El próximo gobierno de la Unidad Nacional tendrá entre sus prioridades garantizar la plena vigencia de Estado Federal Descentralizado. El actual gobierno desvirtuó en la práctica todo el esfuerzo institucional de la última década del siglo XX. Las luchas que condujeron a la elección directa de gobernadores y alcaldes promovieron una institucionalidad más cercana a los problemas de la gente. Y es por ello que hubo un amplio consenso para que la Constitución de 1999 incorporara la forma federal descentralizada para la organización del Estado.

Desde 1999 hasta la fecha el Estado Federal Descentralizado ha sido prácticamente aniquilado por el actual gobierno. Las instituciones que le dan especial concreción, como el Consejo Federal de Gobierno, fueron reglamentadas como apéndices de la Presidencia de la República, contraviniendo totalmente la división de responsabilidades de los distintos niveles de gobierno y las pautas de coordinación. Las competencias de los Estados fueron reabsorbidas por el gobierno central cercenando el proceso institucional que se había desarrollado en la década anterior. Los recursos de los gobiernos de estados y municipios han sido restringidos al establecer el precio del barril de petróleo muy por debajo del precio de venta en el mercado internacional, con lo cual la norma constitucional sobre el situado prácticamente es letra muerta.

Mientras todo esto ha pasado, el gobierno ha promovido nuevas formas de participación que ya estaban incluidas en la Constitución de 1999. Es lo que se conoce como la organización comunal. Pero la participación comunitaria no es un invento del actual gobierno. Ha sido práctica desarrollada en las últimas cuatro décadas. Muchos de los logros de la organización vecinal, de los municipios y en la elección de gobiernos locales, ha sido el fruto de ese esfuerzo.

Lo que ha hecho el gobierno es aprovecharse de las aspiraciones de participación de los venezolanos. Y para ello ha utilizado la dependencia en la asignación de los recursos. Recordemos que los Consejos Comunales son prácticamente una instancia de la Presidencia de la República. Y además se ha creado un ministerio, un servicio autónomo, una fundación. Todos ellos relacionados con la organización comunal. De acuerdo con cifras oficiales, en el país existen casi 30.000 Consejos Comunales, 637 Salas de Batalla Social, y se ha apoyado a más de 10.000 organizaciones populares.

A pesar de que todo este entramado está basado en la noción de control de la sociedad, y de estimular la dependencia del Estado, no cabe duda de que en la organización comunal los vecinos encuentran opciones para solucionar sus problemas cotidianos. El próximo gobierno de la Unidad Nacional será hábil para interpretar estas exigencias ciudadanas y promover en ellas las mejores prácticas democráticas.

Politemas, Tal Cual, 20 de junio de 2012

Y el futuro llegó

En las calles de Caracas se demostró el pasado domingo que el actual gobierno ya es historia. Casi catorce años de autoritarismo e incompetencia colmaron la paciencia de los venezolanos. Nada más la escalada de violencia que nos etiqueta como uno de los países más inseguros del mundo, bastaría para evidenciar el cansancio de la población. A ello se debe sumar el desmantelamiento del sector productivo y la destrucción de empleos, la debacle del sistema educativo, la ausencia de reformas en la salud y en las pensiones, la carencia de programas efectivos de protección social, la calamitosa situación del desarrollo urbano y de las viviendas, así como de los servicios públicos.

Todo eso influyó para que desde todos los rincones del país viniera más de un millón de venezolanos a expresar su apoyo a la inscripción del candidato presidencial de la Unidad Democrática, Henrique Capriles Radonski. La magnitud de la insatisfacción con la actual gestión del gobierno nacional es inmensa. Afecta a todos los venezolanos, de todas las edades, credos, pareceres políticos, pero es más dramática en los sectores de menos recursos, a los grandes postergados de esta administración. Tres ideas, entre otras, influyeron en las dimensiones de una manifestación popular tan significativa.

La primera es el gran apoyo al esfuerzo unitario. La Unidad de los venezolanos es una demanda que cruza todos los sectores. Ante la división promovida por este gobierno, se ha respondido con un esfuerzo paciente, sistemático, de diálogo y encuentro que ha configurado una plataforma de Unidad Nacional, la cual tiene su expresión en la capacidad de articular fuerzas políticas y sociales, en la representación legislativa, en la propuesta de un programa de gobierno consensuado, y en la elección de candidatos unitarios para presidente, gobernadores y alcaldes. De allí que el Gobierno de Unidad Nacional sea la gran exigencia de los venezolanos.

En segundo lugar, se expresó con gran claridad que el abanderado presidencial de la Unidad, Henrique Capriles Radonski, cuenta con el apoyo de todos los que aspiran un cambio en la elección del 7 de octubre. Henrique Capriles ha ido captando apoyos en todo el país, en las visitas casa a casa, en el contacto con amplios sectores de la vida nacional. Hoy se puede decir que su candidatura representa una gran posibilidad de innovación respaldada incluso por sectores que cada día abandonan al actual gobierno.

Finalmente, para todos los marchantes fue también muy evidente que el país que ofrece Capriles Randoski es de futuro, de grandes opciones y mejoras en la calidad de vida de todos. Que ese futuro es posible construirlo, con el compromiso y tenacidad del liderazgo de una nueva etapa que se abre en el país. El día domingo fue evidente que ese futuro ya está aquí.

Politemas, 13 de junio de 2012

Candidato del descaro

El candidato del gobierno no se ruborizó para nada. Con un aire de estudio cinematográfico, con luces, cámaras, rodeado de sus más fieles seguidores, se dispuso a “dar una entrevista”. Nadie sospecharía nada. Casi parecía como si el periodista hubiera hecho esfuerzos titánicos para estar ahí. En solitario, con el candidato que también es presidente. Y de repente empezó a rodar el acto. En vivo, en directo, por uno de los canales oficiales.

Nada de nerviosismo de novato. Luego de casi catorce años de gestión, pocos pueden poner en duda que el candidato oficial no tuvo que practicar mucho la escena. Parecía un actor consumado, seguro de que se la estaba comiendo una vez más.

El Presidente apareció el lunes de esta semana, casi en horario estelar, para hacer un anuncio de la mayor trascendencia. Dijo que le estaba dando los “toques finales” al plan de gobierno 2013-2019. Como si estuviera en 1998, como si no hubiera gobernado una de las economías petroleras más grandes del mundo. Como si en estos años hubiera estado en las gradas y de repente lo mandan a batear. Como si no tuviera que explicar cómo es que aspira a la reelección después de la gestión más autoritaria e incompetente en más de medio siglo.

Nada de empachos. Después del “titular”, dio más detalles. Dijo que su próxima gestión, es decir, la cuarta, tendría acento en “lo social”. Ni Cantinflas en su mejor época. El candidato sempiterno a la reelección, le dice al país y al mundo que ahora se dedicará a “lo social”. Cabe preguntarse, ¿cómo fue que hizo para encontrar a lo “social”? ¿en una sesión “acercamiento a la realidad? ¿en una reunión con asesores venidos de otras latitudes? El candidato del gobierno por fin “encontró” su preocupación por lo social. Catorce años no pasan en vano. Aleluya.

Ese es el mismo candidato del gobierno responsable de la gestión de seguridad ciudadana con el lamentable resultado de más de 150.000 muertes por violencia. Es el mismo candidato del gobierno que no ha enfrentado la deserción anual de 200.000 estudiantes en el séptimo grado de educación primaria. Es el mismo candidato del gobierno que no ha aprobado las leyes de pensiones y de salud. Es el mismo candidato del gobierno en el cual se permite que 25% de los niños tengan algún grado de desnutrición. Es el mismo candidato del gobierno que no ha implementado un sistema de protección social para los sectores más vulnerables.

Ese es el candidato que ahora ofrece preocuparse por lo “social”. Y dedica horas a “perfeccionar” un documento para presentarlo como requisito para la campaña. Esperando que con ese nuevo documento se olvide el país del desastre que ha significado su gestión para la calidad de vida de los venezolanos. El candidato del gobierno ha asumido el ropaje de caradura. Para buscar incautos. Su intento será en vano, será derrotado.

Politemas, Tal Cual, 6 de junio de 2012

Unidad para ganar

El triunfo del 7 de octubre de la candidatura de Henrique Capriles Radonski será una demostración de la fuerza de la Unidad. Para la mayoría de los venezolanos, la Unidad se ha convertido en la mayor exigencia, en la mayor posibilidad. Ante un país dividido, separado, la Unidad de todos los venezolanos es el requisito de los tiempos. Esa es la razón por la cual tres millones de venezolanos acudieron a votar el 12 de febrero de este año. Y esa es la razón por la cual la mayoría se manifestará en los comicios de octubre por la opción de futuro representada por Henrique Capriles Radonski.

La Unidad tiene diversas manifestaciones. Desde las que se desarrollan en todos los niveles de participación hasta las que demandan la articulación de múltiples instancias de la vida social y política. Es por ello que el Gobierno de Unidad Nacional es cada día más necesario. Los problemas acumulados y las grandes incompetencias del actual gobierno no podrán ser superados sin un esfuerzo genuino de consenso en las metas, en las soluciones y en las nuevas prácticas. Y ello requiere la unidad de propósito y de acción. La Unidad efectiva, real, concreta, será el catalizador de la avalancha de votos por la opción de futuro.

La expresión de esta gran demanda de los venezolanos se concreta, en primer lugar, en la alianza política representada en la Mesa de la Unidad. Esa es la razón por la cual todos los actores allí incorporados han acordado el más amplio apoyo a la candidatura de Henrique Capriles Radonski. Que esa gran variedad de partidos hayan constituido una plataforma amplia, y al mismo tiempo diversa, capaz de trazar objetivos comunes y alcanzarlos, es un signo de madurez de los liderazgos políticos. Y también es una muestra del valor de la democracia como proceso de construcción de acuerdos, efectivos y perdurables.

Tal Unidad ha sido concebida para que sea a su vez expresión de la más amplia gama de instancias sociales. Desde los trabajadores y productores, en sus diversas manifestaciones, hasta el mundo técnico, académico, y asociativo. El Gobierno de Unidad Nacional será la conjunción de la más abierta representación de visiones, con un objetivo común: promover una etapa de progreso para todos los venezolanos, en la cual el bienestar y el desarrollo de nuestra democracia sean los ejes de la acción pública. Para ello se requiere la construcción de una plataforma de encuentro y diálogo, que facilite el trabajo en la campaña electoral y la ejecución de un gobierno efectivo a partir de enero de 2013.

La construcción de esta Unidad, efectiva, creciente, es tarea de todos. Para ello contamos con el liderazgo del candidato presidencial y con la exigencia permanente de millones de venezolanos. La constante atención al fortalecimiento de la Unidad es el gran reto de la hora actual.

Politemas, Tal Cual, 30 de mayo de 2012

Violencia total

Poco se puede agregar para demostrar que Venezuela ha sido prácticamente tomada por la violencia. En la actual administración se han superado todos los “récords”. La tasa de homicidios de Venezuela es una de las más altas de América Latina, y la de Caracas está entre las más altas del mundo. Ante ello el gobierno luce inerme, impotente, incapaz, sin ninguna idea, sin ninguna posibilidad.

Según la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, en 2011 se cometieron más de 120.000 actos criminales, esto es, 440 por cada 100.000 habitantes. Menos de 6.000 personas fueron detenidas por esos delitos. Si las cifras oficiales, provenientes de la Encuesta de Victimización reportada el año pasado, son ciertas, en el país mueren cada día 53 personas por violencia. Repetimos, 53 personas cada día. Lo cual resulta de dividir 20.000 muertes entre 365 días del año.

Para el ciudadano común, que tiene que transitar las calles, utilizar vías a cualquier hora, tomar un transporte colectivo, asistir a cualquier sitio público, la inseguridad es un hecho cotidiano, palpable, nadie está seguro. Todos tememos que en cualquier circunstancia podemos ser víctimas de un atraco, de un exceso, o incluso perder la vida. Todos los venezolanos, en todas nuestras ciudades y pueblos, sufrimos la inseguridad. Para ser más exactos, el 80% de la población siente temor por sus bienes y su propia vida.

Todo lo anterior no es inevitable. Es producto de la gran incompetencia del actual gobierno. Por hacer todo lo contrario a lo que se requiere para combatir la violencia y la inseguridad. Es un gobierno que no planifica, que no coordina esfuerzos, que piensa que puede resolver todo con palabras, que no es capaz de seguir rutinas, que no identifica la causa de los problemas, que no pide ayuda, que cree que se la sabe todas, y que no relaciona las necesidades con los recursos. Un gobierno así no puede resolver ni la inseguridad ni ningún otro problema. Ya no hay nada más que probar. Hay que sustituirlo, tan simple como eso.

Pero todo esto tiene sus colmos. El actual gobierno se las ha ingeniado para convertir a las prisiones en los sitios más inseguros. Se supone que en las prisiones se toman todas las previsiones para que las personas de mayor peligrosidad estén bajo control. Uno no se explica cómo es que no se puede tener acceso a las prisiones, cómo es que se encuentran armas de todos los tamaños en manos de los reclusos, cómo es que hay pranes que tiene más poder que las fuerzas del orden público. De manera que el actual gobierno ha llevado la violencia a su nivel más alto. Vivimos la violencia total.

Todo lo anterior, a pesar de su gravedad, se puede modificar. No es irreversible. Para ello hay que sustituir al actual gobierno el próximo 7 de octubre. Henrique Capriles Radonski lo ha dicho bien claro, se pondrá al frente de esa tarea.

Politemas, Tal Cual, 16 de mayo de 2012

Espanto a la inversión

Si algo caracteriza a la economía venezolana de estos tiempos, es lo poco atractiva que resulta para invertir. Ya después de casi 14 años de gobierno, no quedan muchas dudas de que estas han sido las consecuencias de una nefasta política. Sin inversión no hay posibilidades para nuevas empresas, productos, innovaciones. Una economía sin inversión es sinónimo de empobrecimiento.

En el último informe de la Cepal sobre las características y magnitudes de la inversión extranjera en los países de la región, el panorama no puede ser más desolador. La economía venezolana es la única en la cual el flujo de aportes de capital es negativo. Es decir, en vez de inversión lo que tenemos es desinversión. En otras palabras, las empresas se están descapitalizando, están perdiendo valor. En el resto de los países los aportes de capital son positivos. En Argentina ascienden a casi 4.000 millones de dólares. En Chile a 6.500 millones. En México a poco más de 8.000. En el caso de Brasil se llega a casi 55.000 millones de dólares de aportes de capital. Todos esos inmensos aportes de capital deben redundar en recursos para que se creen puestos de trabajo y se amplíe la capacidad de producción. En todos los países, menos en Venezuela.

En los últimos siete años (desde 2005), los aportes de capital en Venezuela han sido negativos en cinco de ellos. Ya tenemos tres años seguidos en los cuales se hace más pronunciada la descapitalización. En tales condiciones no es mucho lo que se pueda esperar. La actual política económica es creadora de incentivos adversos al crecimiento y la prosperidad.

Que la economía venezolana sea poco atractiva para la inversión extranjera es el correlato internacional de la dinámica interna. Todas las señales que se envían a los sectores productivos son justamente para ahuyentar la disposición a invertir y a la creación de empleos protegidos, estables, productivos. No se puede esperar otro resultado que las grandes limitaciones para la creación de riqueza que tenemos en el país.

Que Venezuela sea un eje de atracción para la inversión extranjera es un requisito para realizar los cambios fundamentales que demandan los venezolanos. Ello supone la conjunción de esfuerzos entre el gobierno, los trabajadores y los empresarios, para generar un ciclo virtuoso de bienestar.

Mejores condiciones para que ingresen recursos de capital, generarán una mayor disposición a la activación de procesos productivos, algunos de los cuales pueden incluso haber desaparecido temporalmente. Es por ello de gran urgencia un cambio de rumbo. Un gobierno que sea capaz de abrir el país a las enormes posibilidades de empleo que traerá consigo la inversión nacional e internacional. Un gobierno que tenga vocación por garantizar los recursos para una nueva etapa de progreso sostenible.

Politemas, Tal Cual, 9 de mayo de 2012

viernes, 30 de noviembre de 2012

Lo mismito del año pasado

Todos los años es el mismo programa. Una sesión de la Asamblea Nacional dedicada a recibir al Ministro de Planificación y Finanzas. Para que “eche los cuentos” del panorama económico del país para el año entrante. Y para que de paso aproveche para “explicar” el uso de los recursos públicos. Transcurre el “show” entre insultos a la oposición, juicios económicos desfasados y la adoración al mito del Socialismo del Siglo XXI. Todo por el precio de uno.

Poco importa para el Ministro recordar sus “pronósticos” del año anterior. O alguna autocrítica para explicar lo que no se acertó o lo que estuvo incompleto. Nada de eso. El pasado ni se nombra, solo se esconde. Y así la historia comienza cada año, con el mismo rito, con los mismos actores, con las mismas palabras, el mismo teatro descolorido.

Y nada está más alejado de la realidad que los pronósticos sobre el aumento de los precios para los ciudadanos. Cada año la inflación destruye la capacidad adquisitiva, especialmente de los sectores de menor acceso a recursos. Ya se ha conformado como una enorme traba a la estabilidad de los hogares. Y es por eso más inaceptable la incompetencia del gobierno para enfrentarla. Antes que disminuir, la inflación se hace más estructural, más dependiente de la gran incapacidad para producir bienes y, por ende, más relacionada con la escasez.

En 2008 el gobierno pronosticó que la inflación del año siguiente sería 15%. También ofreció que el crecimiento económico sería 6%. El año 2009 cerró con una caída de 3,2% en la actividad económica y una inflación 10 puntos superior a la ofrecida por el gobierno. Una pelusa de pelón.

Para el año 2010 la meta del gobierno estaba entre 20-22% de inflación. Y en plena crisis se atrevieron a proponer un crecimiento de 0,5%. El resultado fue una nueva caída de la economía, esta vez de 1,4%, con una inflación de 27,2%. Para el año 2011 el gobierno estimó la inflación entre 23-25%. Y el año cerró con 2 puntos más de lo pronosticado.

El gobierno estima que el año que viene la inflación estará entre 14 y 16%. Lo que no logran explicar es ese comportamiento de los precios en una economía que no produce, sujeta a la dependencia de las importaciones y al azote de los controles en todas las áreas. Es por ello que las estimaciones internacionales nos colocan solamente por debajo de Bielorusia en materia de inflación, y con la perspectiva de tener la inflación más alta del mundo a partir del año 2015.

Mientras el gobierno sigue creando sus castillos de naipes en el aire, la gran mayoría de los venezolanos padece diariamente las dificultades para vivir en una economía inflacionaria, con deterioro en el acceso a bienes y servicios, así como en la eliminación del ahorro de las familias. Es el gran divorcio entre la vida real y las ilusiones de los que no pegan una.

Politemas, Tal Cual, 28 de noviembre de 2012

Pregunta de rigor

Pasadas tres semanas de las elecciones del 7 de octubre, hay muchas evidencias de la parcialidad con la que actuó el CNE en todo el proceso. Las gestiones insistentes de la Unidad Democrática para contrarrestar el abuso de poder y la asimetría en el tratamiento de las partes, no fueron correspondidas. No se puede esperar menos de un gobierno que ha construido un entramado a su favor, contraviniendo las normas y pautas democráticas.

También hay sólidas evidencias de que el número de votos que obtuvo el candidato por la reelección fueron superiores a los del abanderado de la Unidad. La diferencia de 11 puntos porcentuales es, aunque menor a otras oportunidades, significativa y debe exigir análisis detallado. El gobierno actual ganó porque convenció a más gente. Se debe ahondar en las causas de tal conducta, so pena de que se siga sin convencer a la mayoría.

Una forma de asumir esta pregunta es examinar la valoración del votante sobre su situación personal y familiar. En líneas generales, de acuerdo con encuestas de opinión pública previas a las elecciones, 60% de la población consideraba que su situación económica personal y familiar era mejor que el año anterior. También el 60% consideraba que su situación económica es buena. Casi el 70% tenía expectativas de que su situación personal y familiar podía ser mejor en los próximos seis meses.

Para un votante que considera que las cosas están bien, es lógico presumir que las posibilidades de un cambio de gobierno no entran mucho en su radar. Especialmente si para la mayoría de la población el gobierno actual tiene una valoración positiva. Lo cual nos lleva directo a explorar las razones por las cuales para 60% de los venezolanos, después de las evidentes deficiencias de la actual gestión, la situación económica se considera “buena”. Al menos tres alternativas habría que considerar.

En primer lugar, la mejoría en la situación económica tiene una relación con el dinero disponible. Ahora hay más dinero en los hogares que el año pasado. Que ese dinero provenga de fuentes gubernamentales o del aumento del circulante, es poco significativo para las familias. La sensación de bienestar tiene base. Un segundo factor, está relacionado con el efecto de la propaganda. Para amplios sectores de la población, lo que dice el gobierno es creíble hasta el punto de convertirse en pauta de acción.

El tercer factor es la visión del bienestar. Para muchas personas o familias, la noción de que el dinero de hoy puede estar asociado a una mala política económica o al hecho de que el modelo sea insostenible, es sencillamente inexistente. Incluso la alta inflación relativa no es una preocupación. Si todas estas razones tienen efecto en esa percepción, es evidente que los esfuerzos por convencer deben ser mayores, a través de mejores vías, con una mayor cercanía con la gente. Todo un reto para la Unidad Democrática.

Politemas, Tal Cual, 31 de octubre de 2012

La mayor amenaza

Hasta el 16 de diciembre el Presidente se cuidará mucho de hablar de su propuesta. No quiere alborotar. Aunque el nombramiento de algunos ministros dejan muy claro que el gobierno no ha olvidado lo que ofreció. Solo que la coyuntura de las elecciones de gobernadores de estado y Consejos Legislativos, no es el mejor momento para recordar lo prometido. Además, está bastante claro que el interés en estas próximas elecciones no tiene que ver con las posibilidades de enfrentar conjuntamente los problemas. Más bien se trata de combatir a los liderazgos de la Unidad Democrática.

De manera que nada de expropiaciones, amenazas directas, nada que altere el curso político hasta diciembre. Luego de las elecciones, se impondrá la lógica que ha prevalecido en la formulación del plan de gestión que se ofreció como justificación de la reelección. Se trata de impulsar esta nueva etapa con una radical transformación de la vida de los venezolanos. Nada de lo conocido hasta ahora se compara con las implicaciones que están previstas en dicho plan.

En primer lugar, se quiere avanzar hacia el régimen de ideología única. Desaparecerá en consecuencia cualquier tipo de pluralismo como está contemplado en la Constitución. Se postula al Estado como el actor preponderante en la vida de los venezolanos. Todas las manifestaciones de la sociedad, expresadas en la organización de las asociaciones privadas, y entre ellas la de los productores y trabajadores, quedan excluidas.

En el plan de gestión se propone la eliminación de las Gobernaciones y Alcaldías, así como su sustitución por las manifestaciones de Poder Comunal. Y entre ellas, la transferencia de recursos en un contexto de alta centralización y dependencia del Poder Ejecutivo, y en concreto del Presidente. También se postula la mayor militarización de la administración pública y la creación de las zonas militares como distritos de desarrollo. Aparte de ello, se asume prácticamente la eliminación de la inversión en manos privadas, y la progresiva expropiación en muchas áreas de la economía. Para remate se somete a los trabajadores a una mera relación mediada con el Estado, en la cual desaparece el patrono y las prerrogativas derivadas de la protección legal.

Todos estos planteamientos fueron presentados en las elecciones del pasado 7 de octubre por el actual gobierno. Ya el gobierno ha anunciado que el voto por la opción que presentó significa que los venezolanos apoyan todas estas propuestas. Nada que ver con lo estipulado en la Constitución. Nada que ver con los 6,5 millones de venezolanos que tienen otra posición. Pero también muy alejado de los sentimientos de muchos que votaron por el gobierno. Es evidente que el curso de acción señalado acaba con la República. Tal parece que eso es justamente lo que se propone el gobierno.

Politemas, Tal Cual, 17 de octubre de 2012

Para seguir creciendo

La jornada electoral del pasado domingo, como se esperaba, sirvió para que los venezolanos expresaran sus deseos de cambio. Es verdad que las fuerzas democráticas no alcanzaron la mayoría. Pero es evidente que los pasos de avance son contundentes. En lo sustantivo, se contó con la expresión de un proceso unitario sólido, persistente, sistemático. Que presentó una propuesta atractiva, construida tomando en cuenta las posibilidades y las lecciones del pasado. Que llevó como abanderado presidencial a Henrique Capriles quien se ganado la admiración y el cariño de millones de venezolanos, incluso los que no votaron por él. Que brindó a los venezolanos un liderazgo innovador, amplio, dispuesto a servir y a impulsar las transformaciones que están en la agenda pública.

También los resultados dejan muy claro que el poder del actual gobierno sigue siendo considerable. A pesar de ello es bueno resaltar que el incremento de la votación de la Alternativa Democrática fue muy superior a la del gobierno, esto es, 2 millones contra 700.000 del gobierno. Por cada tres votos nuevos, la Alternativa Democrática captó dos. El gobierno alcanzó el 55% de la votación, pero se cuenta con una vigorosa fuerza alternativa con 44% que tiene como mandato seguir creciendo.

Para ello es fundamental no descuidar las tareas. Especialmente cuando tenemos en puertas otra votación muy importante para Gobernaciones y Consejos Legislativos. Todo ello supone realizar un mayor esfuerzo, al menos en tres aspectos. El primero de ellos es vincular aún más las propuestas y banderas políticas con la circunstancia particular, especialmente de los sectores que siguen confiando en el actual gobierno. Eso supone un mayor énfasis en la política social, expresada en las mejoras que deben tener los sistemas de salud, educación, pensiones, y de protección social. Debemos convencer a muchos más que nuestras propuestas son las que traerán mayores beneficios y bienestar sostenible.

También se debe promover una mayor cohesión de la alianza política representada en la MUD. Ello supone profundizar en el trabajo coordinado en estados y municipios, favoreciendo la integración de equipos y previniendo aún más la exclusión y la falta de comunicación. Tenemos una excelente oportunidad en las elecciones de diciembre.

Finalmente, hay que impulsar más el trabajo de acompañamiento de la vida cotidiana de los venezolanos que apoyan al gobierno todavía, pero que saben que sus expectativas puede que no sean satisfechas. Que quieren mejorar pero todavía no confían que la Alternativa Democrática pueda realizar un gobierno que satisfaga sus aspiraciones. En la medida que podamos avanzar rápidamente al menos en estos frentes estaremos consolidando lo obtenido y abriendo las puertas a la conquista de la mayoría.

Politemas, Tal Cual, 10 de octubre de 2012

El camino del voto

Los venezolanos nos disponemos a tomar el domingo una decisión histórica. Luego de 14 años de gobierno autoritario e incompetente, acudiremos a las mesas electorales a expresar nuestra opinión. Cada uno de los electores decidirá de acuerdo con su conciencia, con el balance que haya realizado, con las expectativas que tenga por el porvenir personal y colectivo.

Como en otras etapas de nuestra historia, el acto soberano de votar traduce una conducta, una cultura. Queremos resolver nuestras diferencias a través del voto. En los últimos años se ha librado una lucha política y ciudadana para mejorar la transparencia del acto electoral. A pesar de las distorsiones en la representación que ha introducido este gobierno, y que ocasionaron que en la Asamblea Nacional el número de diputados no sea proporcional al número de votos, o de las prácticas parcializadas del CNE, no es menos cierto que se ha fortalecido la tendencia a dirimir las diferencias en el acto electoral.

Ha quedado también muy evidente que las irregularidades en la expresión del voto, tienen que ver más con la representación en las mesas, que con la tecnología involucrada. El hecho de que no se haya registrado ninguna diferencia entre votos emitidos y la contabilización de las auditorías, es una indicación de que el sistema garantiza el respeto a la voluntad de cada elector. La participación de los testigos en todas las mesas, es justamente un complemento ineludible para que no se distorsione la decisión de los electores. También el hecho de que no se haya demostrado violaciones al secreto del voto, debe promover la mayor participación y confianza en el sistema electoral.

Que los venezolanos estemos dando a través del voto, esta gran lucha por ampliar nuestra democracia y encontrar vías para el progreso colectivo debe ser motivo de satisfacción. Ante las tendencias radicales y contrarias al espíritu democrático, se ha impuesto la vía del diálogo, del encuentro, del acuerdo político y social, del respeto al pluralismo. Y todo ello supone la aceptación de que en las decisiones colectivas, no existen diferencias entre los venezolanos, que todos los votos son iguales, que cada uno de nosotros tiene el mismo derecho a expresar su opinión con la mayor libertad.

Todo este vasto movimiento ha reconocido en la candidatura de Henrique Capriles la opción que liderará las transformaciones que requiere el país. Estamos seguros que el próximo domingo la mayoría de votos se inclinará por esta alternativa. Sin embargo, tal resultado no puede suponer exclusión ni revancha contra los derrotados. Justamente se trata de que en el acto de votar nos podamos reconocer como un país integrado, que puede aceptar las diferencias y resolverlas a través del voto. El respeto a esa decisión es la fortaleza de la democracia. El camino del voto es la vía que los venezolanos seguiremos utilizando para vivir y progresar en paz.

Politemas, 3 de octubre de 2012


Función de tragedias

El Candidato Continuista colocó el cinismo en otra dimensión. A la reiterada actitud de subestimar las condiciones que afectan la vida de la gente, le agregó otra afrenta: minimizar el dolor de las familias que perdieron algún familiar en la tragedia de Amuay, o que tienen algún herido, o que perdieron sus casas, sus negocios, sus pertenencias, todo lo que poseían.

Decir que “la función debe continuar” es una expresión inaceptable, especialmente cuando proviene de quien debe ser el máximo responsable en la preservación de las vidas de los venezolanos. Se reduce a una farsa el acto de gobernar. Eso es lo que ha sido el actual gobierno, una gran farsa, llena de sinsabores. Si algo ha distinguido a este gobierno es su completa indiferencia a la preservación y cuidado de las vidas de los ciudadanos.

No puede continuar esta farsa de gestión que ha permitido el permanente clima de violencia que ha ocasionado más de 150.000 homicidios en estos 14 años. Cada una de esas vidas debe adjudicarse a la responsabilidad del actual gobierno. Las fallas de las políticas ejecutadas han afectado la vida de cada una de las familias de esas víctimas. La indiferencia para impulsar un tratamiento profesional de este problema, con las mejores capacidades y recursos, es muy notoria, hasta provocadora.

No puede continuar esta farsa de gestión cuando cada cierto tiempo tenemos una crisis en las penitenciarías del país, que concluye con muertos y heridos, con familiares en las inmediaciones, impotentes y afectados por la muerte de algún familiar. Que la situación no mejore, sino todo lo contrario, es demostración del escaso interés real para solucionar el problema. Que las personas encargadas no tengan las competencias requeridas es casi un desprecio a los afectados.

No puede continuar esta farsa de gestión cuando ahora se suma una nueva situación de riesgo. Las personas que trabajan en las refinerías del país prácticamente exponen cada día sus vidas. Sabemos que no se están cumpliendo los protocolos de seguridad y de control. Lo que debería ser una prioridad, garantizar las condiciones adecuadas de funcionamiento, no lo es. Como resultado, decenas de muertes se han producido en los últimos diez años. Cada una de ellas ha debido ser evitada.

Las muertes en nuestras calles, penitenciarías, y ahora en las refinerías, tienen un lamentable denominador común. Son expresiones de una cultura gubernamental que no protege a los venezolanos, que no los valora íntegramente, que no se preocupa por garantizar su bienestar, que no cuida sus vidas. Para el Candidato Continuista todo esto es una “función” que quiere continuar. Se equivoca, ya los venezolanos le han colocado un término exacto a las tragedias reiteradas que están bajo la responsabilidad de este pésimo gobierno.

Politemas, Tal Cual, 29 de agosto de 2012

El Gran Continuista

El gobierno del Candidato Continuista ya pasó de los 13 años. Eso significa que es el período presidencial más largo en la historia de la república. Es verdad que Gómez mandó 27 años. Pero al menos se “cuidó” de colocar a algunos presidentes que eran sus subalternos en la práctica. De manera que en la estricta formalidad, el actual Candidato Continuista ha sido el venezolano que ha detentado durante el período más largo la responsabilidad de la Presidencia de la República.

Pero el Candidato Continuista aspira más. Quiere colocar el “record” en 20 años. Y su argumento es sencillo: “yo soy el que soy”. Y punto. No importa que no se haya mejorado la seguridad, ni que no se creen empleos protegidos, ni que la salud y la educación estén en pobre estado, ni que esté incomunicado el Oriente del país, ni que la luz se vaya en la provincia varias veces al día, ni que la oferta de viviendas no alcance para la demanda existente. Nada de eso importa. La nueva promesa es que en el próximo período si se arreglarán todos esos “pequeños inconvenientes”.

Ya bastante es que los venezolanos hayamos retrocedido prácticamente cien años, a la época en la que hablar de continuismo era relativamente frecuente. José Rafael Pocaterra, en su celébre Memorias de un venezolano de la decadencia, lo llama la “tentación continuista”. Mientras muchos países han avanzado para incorporar limitaciones al ejercicio del poder, por estos lados aprobamos la reelección consecutiva con períodos más largos en la Constitución de 1999, y para remate aprobamos la reelección indefinida en 2009. Esa es la razón por la cual uno de los temas en esta campaña, es justamente la pretensión de continuar, de mandar para siempre, contrastada con la posibilidad de una gran innovación, representada por la candidatura de Henrique Capriles Radonski.

El Candidato Continuista no tiene posibilidades de contrarrestar la inmensa urgencia de cambio que se respira en el país, y que se fundamenta en el descalabro más monumental de la gestión pública en la historia de la república. Ya no tiene ni las ideas, ni lo equipos, ni inspira la confianza. Lo que el Candidato Continuista ha logrado consolidar es un inmenso hastío en los venezolanos. Nada de lo que diga u ofrezca en las próximas semanas logrará contrarrestar el gran deseo de que su gobierno no sea reelecto.

Y lo que tampoco tiene el Candidato Continuista son las posibilidades de iniciar una nueva etapa en el desarrollo del país. La monotonía, incompetencia y exclusión de su gobierno ha afectado la marcha de toda la sociedad. Y es por ello que la innovación está en otra parte. Está encarnada por el todo el vasto esfuerzo de Unidad y Progreso que se respira en Venezuela, y que tiene su expresión en la opción de triunfo que representa Henrique Capriles. La innovación está cada día más cerca.

Politemas, Tal Cual, 22 de agosto de 2012

La factura Federal

El 7 de octubre los venezolanos le pasarán innumerables facturas al Candidato Continuista. Pero entre ellas habrá una factura inmensa. La que será emitida por todos los venezolanos que viven en la provincia y que han visto su vida deteriorada por la inmensa arrogancia, incompetencia, centralismo y desprecio por lo local que ha caracterizado la actual gestión del gobierno nacional de casi 14 años.

Todo el que haya viajado recientemente por las carreteras nacionales sabe el tamaño de esa factura. Tomemos un ejemplo, entre Caracas y Cumaná hay 418 kilómetros. Eso significa que se podría llegar razonablemente en menos de cinco horas. Incorrecto. Eso sería si la vialidad estuviera en las condiciones adecuadas. Actualmente puede llevarse entre 8 y 9 horas. Nada más salir de Barcelona viniendo de Puerto La Cruz puede llevar una hora. En la redoma que es una descomunal cola. Los vendedores ambulantes lo describen fácilmente: “eso es así siempre”. Y ni hablar del estado de la vía entre Guanta y Cumaná. La anhelada autopista es una mera ilusión. Las fallas de borde al atravesar el Parque Nacional Mochima son de marca mayor. Una próxima lluvia torrencial puede dejar incomunicados a toda la región oriental. Conseguir un letrero de señalización es otra odisea.

El gobierno del Candidato Continuista ha dejado a la provincia venezolana en pésimas condiciones de vialidad, sin puertos, sin aeropuertos, sin mantenimiento de las vías, sin señales, sin los proyectos de infraestructura vial, y sin las inversiones que van asociadas a esos proyectos. Por cada inversión en esa infraestructura existe una inversión correspondiente en nuevos negocios, empresas, y todo ellos es sinónimo de nuevas y mejores fuentes de trabajo. Pero nada de eso es prioridad del Candidato Continuista. Parece que su consigna es fomentar todas las condiciones para el atraso de los venezolanos.

Y las consecuencias están allí, visibles, palpables. El Candidato Continuista ha dejado sin vigencia el artículo 164 de la Constitución. Allí se establece que los Estados tienen entre sus competencias exclusivas la policía estadal, los servicios públicos estadales, las vías terrestres estadales, y la administración de carreteras nacionales y puertos y aeropuertos comerciales, entre otras. Nada de eso existe en los estados venezolanos. El actual gobierno ha copado todos los espacios y ha hecho retroceder las demandas del Estado Federal, que de paso se encuentran bien claritas en la Constitución de 1999.

Toda esta agresión a los venezolanos se manifiesta en detrimento de sus condiciones de vida. En la calidad de sus trabajos, de su educación, de su salud, en el desplazamiento diario. Todos esos sinsabores se expresarán en la inmensa factura que los venezolanos le tienen reservada al Candidato Continuista.

Politemas, Tal Cual, 15 de agosto de 2012

Poquito gobierno

Amparado en una nueva cadena nacional, el Presidente se dispuso a abusar nuevamente de los venezolanos. Ahora con la excusa de la inauguración de una fábrica. Que el Presidente de la República esté dedicado a eso es indicativo de lo raro de la actividad. En el país deberían inaugurarse plantas y fábricas todos los días, y tal dinamismo de la economía sería celebrado ampliamente por los trabajadores y productores. Y nada de eso pasaría por algo extraordinario.

El actual gobierno ha convertido ese hecho en una rareza. Hasta el punto de que la actividad industrial se encuentra en su peor momento desde que se registran los datos en Venezuela. Baste citar que hoy exportamos la menor cantidad de bienes manufacturados en la historia del país. Estamos en la cola de América Latina y el Caribe en ese aspecto, según lo evidencia la Cepal. Apenas el 5% de nuestro ingreso por exportaciones se deriva de la producción de bienes manufacturados. A mediados de los noventa, no lo olvidemos, era el 50%.

Y es allí que el Presidente lanza su frase para la historia. Nos habla de que su gobierno lo que ha hecho es “poquito”. Para rematar diciendo: “comparado con lo que haremos”. Efectivamente, este ha sido el gobierno del “poquito”. Ha hecho muy poco para enfrentar la violencia, para reducir la delincuencia en nuestra calles. Esa es la razón por la cual han muerto más de 150.000 personas en los últimos casi 14 años. Esa es la razón, el hacer “poquito”, por la cual nuestra población está atemorizada, los cuerpos policiales están desprofesionalizados, las cárceles son noticia por las muertes que se suceden en ellas. Por ese “poquito”, Presidente, es que su gobierno ha convertido a Venezuela en uno de los países más violentos del mundo. Ser artífice del “poquito” es su absoluta responsabilidad, como ya es bastante notorio.

Pero también su política del “poquito” es la responsable de que no tengamos trabajos protegidos en el país. Todo lo contrario, que se hayan perdido cientos de miles de empleos de calidad. Porque su gobierno es responsable de la “poquita” inversión, y de la “poquita” calidad de sus políticas económicas. También ha tenido su gobierno “poquitas” luces para llevar a cabo las reformas de los sistemas de salud y de pensiones. Y “poquita” voluntad para asumir los retos de la calidad de nuestra educación. Esa es la razón por la cual hay “poquito” rendimiento en nuestras escuelas públicas.

Y para remate ha sido “poquita” la capacidad de planificación para garantizar las viviendas, y los servicios de electricidad, agua, saneamiento, transporte y vialidad, para todos los venezolanos. Ha sido de verdad un gobierno del “poquito”. Que ha decepcionado a los venezolanos. Por su falta de aspiraciones y deseos de servir. Afortunadamente ya le queda “poquito” tiempo.

Politemas, Tal Cual, 8 de agosto de 2012

La gestión de la Unidad

La elección del 7 de octubre será entre dos distintas opciones de entender y asumir los problemas de los venezolanos. Por un lado, la oferta del actual gobierno, caracterizada por el autoritarismo y la incompetencia, y por la contradicción con los principios y prácticas que conforman nuestra cultura democrática. Ya son bastante evidentes las consecuencias y peligros que traería para todos los venezolanos la prolongación del actual gobierno.

La otra opción que se ofrece es la constituida por la Unidad Democrática. Desde los comienzos de la Unidad ha sido una gran preocupación la ejecución de una gestión pública que esté centrada en los problemas de los ciudadanos y que sea capaz de tener un impacto positivo en su calidad de vida. Las muestras de que ello es posible se puedan apreciar en distintas dimensiones. No hay que esperar al próximo gobierno para saber que la Unidad ha cumplido con ese encargo.

La gestión de la Unidad se ha realizado en estados y municipios. Es conocida por los habitantes de esas entidades. Lo que es menos conocido es el balance de la gestión en su conjunto. Desde ese punto de vista se puede apreciar con más detalle los avances en la gestión pública que ha puesto en movimiento la Unidad. Y todo ello es especialmente relevante por la falta de disposición del gobierno nacional para entenderse con los gobiernos de estados y municipios, así como por las inmensas restricciones presupuestarias que se derivan del incumplimiento de lo pautado en la Constitución y las leyes.

La gestión de la Unidad en los estados Amazonas, Carabobo, Lara, Miranda, Nueva Esparta. Táchira, y Zulia, así como en la Alcaldía Metropolitana de Caracas, se ha caracterizado por colocar su acento especial en los problemas de la educación, salud, protección social, seguridad ciudadana, vivienda y empleo. Los planes de gobierno en esas entidades se han concentrado a su vez en políticas dirigidas a aumentar la cobertura y la calidad de los servicios en esas áreas. Como resultado, en promedio el 70% de toda la inversión se ha realizado en esas áreas, con especial énfasis en salud y educación.

Un aspecto central de las gestiones de la Unidad ha sido combinar los programas de fortalecimiento institucional con la creación de alianzas con universidades, organizaciones de la sociedad civil y sectores productivos. Todo eso se ha reflejado en la diversidad de programas que constituyen referencias para la gestión de la Unidad en el próximo período presidencial. De especial relevancia son las diversas opciones de participación comunitaria que han caracterizado estas gestiones. Todas estas fortalezas son demostraciones notorias de las capacidades de la Unidad Democrática para impulsar los cambios en la gestión pública que requieren los venezolanos.

Politemas, Tal Cual, 1 de agosto de 2012

Las tareas del Libro Rojo

La propuesta de gestión del candidato del gobierno para el período 2013-2019 responde a una visión y a una estrategia. No hay que llamarse a engaño. La primera fase de dicha visión y estrategia fue presentada en el Plan de Desarrollo del actual período constitucional. Con la constitución del PSUV y la aprobación de sus bases programáticas en abril de 2010 se establecen las llamadas tareas de la “revolución bolivariana”. Ellas están indicadas con claridad, con todas sus letras.

La tarea central es “desmontar el poder constituido al servicio de la burguesía y el imperialismo”. En su tradicional maniqueísmo, el liderazgo político representado por el PSUV anula de entrada cualquier visión alternativa. Se trata de justificar que todo el marco institucional del país, incluyendo el representado por la Constitución de 1999, está en manos contrarias. Y en consecuencia, hay que “desmontar”. Y luego se procederá a refundar un poder “radicalmente distinto”, que será popular y revolucionario.

Para que lo anterior sea posible, se debe construir una conciencia revolucionaria que supera la “alienación capitalista”. Esa conciencia es ética y profundamente contradictoria con el actual poder constituido. Y esa conciencia deberá fundamentarse en cuatro cambios claves.

El primero expresa que el trabajo dejará de ser una forma de explotación para ser liberador. Y la manera de hacerlo es que su producto esté al servicio de los otros trabajadores. El trabajo deja de ser un hecho individual para convertirse en un hecho colectivo. El segundo consiste en la conversión de la comunicación en hechos sociales, para impedir la “manipulación mediática”. Poco se dice, obviamente, de la manipulación en manos del Estado y se le disfraza como “comunicación inter-subjetiva”.

Si el trabajo se convierte en un hecho colectivo, y también la comunicación, es evidente la tercera clave. Se entiende como la “cooperación solidaria”. Esto es, que existe toda una institucionalidad dedicada a anular las visiones individuales para supeditarlas a unas supuestas formas de solidaridad. Para llegar a la cuarta clave. Todo eso se realiza en la vida comunal. La cual será la cédula fundamental de la nueva sociedad y del nuevo Estado Socialista. Al final, el resultado es muy evidente: se trata de ciudadanos despojados de su libertad laboral, de su libertad de información y comunicación, obligados en formas “cooperativas”, y organizados en comunas.

Como queda todo lo anterior relacionado con la actual Constitución, es algo que no recibe ningún tratamiento. No hay la menor molestia por reconocer que todo ello solo es posible en un cambio de las “reglas de juego” aprobadas en la Constitución de 1999. El programa presentado por Hugo Chávez sigue esa línea. El Libro Rojo está más allá de la Constitución.

Politemas, Tal Cual, 18 de julio de 2012

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Para acompañar a la gente

El reto político de los próximos tiempos es alcanzar una nueva mayoría en el país. Los resultados del 7 de octubre indican que a pesar de los avances realizados, queda todavía mucho por hacer. Esta nueva mayoría debe ser amplia e inclusiva. Todo lo contrario de la que ha gobernado en los últimos catorce años. Para que esta nueva mayoría sea diferente, debe estar basada en ideas y prácticas que sea plurales y respetuosas de la diversidad.

Para alcanzar esta nueva mayoría se requiere el concurso de los partidos políticos. No son las únicas instituciones llamadas a esta tarea, pero su contribución es esencial, especialmente por la forma como se vinculen con otros sectores de la sociedad. Nuestros partidos están funcionando en un ambiente de apoyo sustantivo a la democracia. Según la última encuesta Latinobarómetro disponible (2011), el 77% de los venezolanos expresa el apoyo a la democracia. El 71% de la población considera que sin partidos políticos no hay democracia. Este porcentaje es superior al que se presenta en Chile (60%), Brasil (43%), Costa Rica (64%). También Venezuela es uno de los países en los cuales un alto porcentaje de la población expresa simpatía por un partido político (58%). Esta cifra es el doble de la que se presenta en Brasil (28%), y muy superior a las de Chile (35%), y Costa Rica (39%).

A pesar de la indudable importancia de los partidos políticos para los cambios que se requieren, también son evidentes las limitaciones de muchas de sus prácticas. A medida que la política se hace más local, y no cabe duda de que cada día el contacto directo con las personas es fundamental para convencer, se aprecian las dificultades de los partidos para ese cometido. La organización en el terreno cotidiano no cuenta con los recursos humanos, los medios de transporte, los medios de comunicación, la formación que permita generar contenidos más adaptados, en fin, las prácticas directas que acompañen la vida cotidiana de las personas y las familias. Solo en este contacto directo y regular es posible promover ideas y cambios en la valoración de los ciudadanos. Acompañar significa en este caso estar cerca, no imponer, ni dirigir. Se trata de participar activamente en la manera como las personas enfrentan día a día las restricciones en los servicios, en sus trabajos, en el acceso a la educación, en la compra de bienes. Es a partir de ese acompañamiento que será posible encontrar las mejores formas de comunicar contenidos que a su vez generen cambios en las preferencias políticas.

Tal acompañamiento supone introducir cambios en las rutinas de formación, organización y militancia de nuestros partidos políticos. Supone vincularse con la sociedad en todos los niveles y promover mayores espacios de intercambio. Para acompañar a la gente se requieren transformaciones profundas. Lo mejor es comenzar ya.

Politemas, Tal Cual, 21 de noviembre de 2012

La vía "de facto"

El gobierno no escondió sus intenciones durante la campaña. Presentó un programa de gobierno que es a todas luces una completa violación de la Constitución de 1999. Lo cual no es ninguna sorpresa. Todo lo contrario, el actual gobierno se ha esmerado por no dejarle un hueso sano. Desde las violaciones a los derechos humanos, pasando por las restricciones a los derechos políticos (representación de las minorías, por decir algo), la aniquilación del Estado Federal Descentralizado (claro como el agua), hasta la pulverización de los derechos de propiedad. Es apenas una muestra.

Lo que tiene de excepcional el contenido del programa de gobierno presentado en la elección del pasado mes, es la completa indicación de que el curso escogido es construir un Estado al margen de la Constitución. Tal rumbo pretende fundamentarse en el triunfo electoral. Vale decir, la mayoría obtenida es suficiente argumento para justificar tales acciones. La mayoría es suficiente para acabar con el orden constitucional.

Por supuesto tal pretensión traduce una concepción profundamente anti-democrática, esto es, la mayoría tiene la potestad de anular a todos aquellos que opinen diferente. Es la tiranía de la mayoría. Sin mayor miramiento. Esa es justamente la práctica que se impuso en la aprobación del Plan de Gobierno 2007-2013 y en las Leyes Comunales en el año 2010, solo para citar unos pocos casos. Y es esa lógica la que se pone en marcha con el anuncio del “proceso constituyente”. Se intenta por la vía de los hechos, desviar la atención del asunto fundamental: poner en práctica lo que se anuncia en el programa de gobierno, y que se pretende convertir en Plan de la Nación 2013-2019, vulnera absolutamente a la Constitución de 1999.

Tal vulneración incluye las siguientes violaciones de la Constitución: anulación de los principios pluralistas al incorporar que solo el socialismo tiene cabida como orientación del Estado y la sociedad, así como la imposición de la propiedad social sobre la propiedad privada de los medios de producción; desaparición del derecho al sufragio directo porque solo los voceros electos por los Consejos Comunales podrían a los miembros del Consejo Ejecutivo de las Comunas; desaparición de las Gobernaciones y Alcaldías y sustitución por los Distritos Motores de Desarrollo; militarización de la vida civil; vigencia del Estado como único ente planificador, eliminación del trabajo asalariado y de las relaciones laborales protegidas, entre otros aspectos.

El objetivo del gobierno es hacer ver que todo lo anterior ha “surgido” de la expresión de los ciudadanos, a través de las actividades que se realicen hasta la fecha de la toma de posesión. Luego de ello se presentará el Plan de Gobierno en la Asamblea y será aprobado por la mayoría excluyente que hemos señalado. La vía “de facto”, pues.

Politemas, Tal Cual, 14 de noviembre de 2012

Votos defendidos

Si algo debemos lamentar los venezolanos en la realización de las elecciones, es el marcado desequilibrio en las conductas del CNE. Las consecuencias de las asimetrías de la representación en la Asamblea Nacional, producto del retiro de la oposición en las elecciones legislativas de 2005, se trasladaron a la composición de su directiva. Más que la selección de los mejores para desempeñarse como árbitros, se terminó decidiendo por criterios parcializados y opacos. Los efectos han sido notorios. Las diferencias en el tratamiento de los actores políticos participantes son más que evidentes. Todo ello empaña la relación de los electores con la institución encargada de velar por la pulcritud e imparcialidad del acto de votaciones.

Todo el clima anterior favorece la aparición de distorsiones en el ejercicio del voto. Una de las más llamativas es la cantidad de mesas en las cuales se presentan votaciones poco esperadas, aun en condiciones de alta polarización. Esto es, mesas en las cuales no aparecía ningún voto opositor.

En el año 2010 se constató que cerca de 20% de las mesas estaban en riesgo de que se presentaran estas “anormalidades”. La ausencia de testigos era el factor más influyente en esa situación. De hecho, en las últimas elecciones legislativas, poco más de dos años atrás, el 30% de las mesas no tenía testigos electorales por parte de la Unidad Democrática.

Esta fue la razón preponderante para que en la elección del pasado 7 de octubre se preparara un amplio operativo que garantizara que en todas las mesas estuvieran testigos de la Unidad Democrática. Se le llamó Defensa del Voto y significó un extraordinario esfuerzo organizativo, en condiciones de amplias restricciones de recursos.

Como resultado de esta decisión, la Unidad Democrática logró colocar testigos en el 99% de las mesas en el momento de su instalación. De acuerdo con evaluaciones realizadas por instancias independientes, como el Observatorio Electoral Venezolano, se contó con testigos en el 100% de las mesas para el momento del escrutinio. Y esa es la razón por la cual se logró obtener las actas de escrutinio que involucraron al 95% de los electores. Nunca antes se había tenido este desempeño. No se comprobó ninguna irregularidad o inconsistencia en la verificación de las actas.

La Unidad Democrática ofreció a los venezolanos que haría su mejor esfuerzo para defender su voto. Los resultados están a la vistas. Todo ello fue posible por la participación de grupos políticos, pero especialmente de los ciudadanos organizados. Se demostró que se podía realizar. Queda ahora mantener este esfuerzo en las próximas elecciones y promover que se cuente con una estructura permanente encargada de esta función. El resguardo del voto de cada venezolano es una tarea que nos compromete a todos.

Politemas, Tal Cual, 7 de noviembre de 2012

miércoles, 31 de octubre de 2012

Los resultados de la MUD

En menos de dos semanas los venezolanos acudiremos a las mesas electorales para una decisión trascendental. Se trata de seleccionar entre dos opciones totalmente contrapuestas: reelegir al gobierno incompetente y autoritario de los últimos catorce años, o iniciar una nueva etapa del país que promueva el progreso y bienestar de todos.

Llegar al 7 de octubre ha sido un largo proceso. La estrategia para enfrentar efectivamente al actual gobierno ha surgido del convencimiento de que la vía era el ejercicio del voto. Luego de la reforma constitucional de 2009, que aprobó la reelección indefinida, muchos pensaron que en Venezuela se había acabado las elecciones. Que las opciones para la sustitución del actual gobierno quedaban eliminadas.

En tales condiciones se empieza a tejer la vía posible, fundamentada sobre la vocación democrática de los venezolanos. Más de cincuenta años de ejercicio de libertades públicas han hecho su marca. La cultura política se ha hecho más democrática, justamente para enfrentar las prácticas autoritarias del actual gobierno. Los venezolanos no aceptan imposiciones ni excesos en el ejercicio del poder. A ello se suma la exigencia cada vez más notoria de que la respuesta debía ser de toda la sociedad, que la solución debe ser lograda por una alianza perdurable. El reclamo de unidad constituye el principal motor para los acuerdos en la sociedad.

En tales condiciones, la MUD presenta a los venezolanos una alternativa para construir una nueva mayoría política. Para ello se requería conformar una amplia alianza política. Que estableciera rutinas para el diálogo y los acuerdos. Y es así como se logran los consensos programáticos y estratégicos. También se logra presentar candidatos unitarios en todos los circuitos de las elecciones parlamentarias de 2010, lo cual facilita la derrota del gobierno en esa oportunidad. Y en todo el año 2011 se sientan las bases para el Gobierno de Unidad Nacional, expresadas en el acuerdo de gobernabilidad, y en los Lineamientos de acción para el período 2013-2019. Y como corolario, se establece que la decisión del abanderado presidencial y de los candidatos para gobernadores de estado y alcaldes se realizaría por elección primaria el pasado 12 de febrero.

La elección de Henrique Capriles como candidato presidencial y la extraordinaria campaña electoral que ha realizado se inscriben en ese proceso de sostenido desarrollo de la opción de la Unidad Democrática. Este proyecto de Unidad ha sido efectivo, ha cumplido con los venezolanos. Y está a pocos pasos de lograr un triunfo electoral que coloque a Henrique Capriles en la real posibilidad de conducir a Venezuela en una etapa de progreso y transformación. Todo ello demuestra que la disposición al diálogo y la visión estratégica son fundamentales para lograr acuerdos sostenibles. Es bueno tenerlo presente.

Politemas, Tal Cual, 26 de septiembre de 2012

martes, 24 de enero de 2012

Sigamos juntos la travesía

La Mesa de la Unidad tiene una propuesta de gobierno para todos los venezolanos. En el centro de ella están los problemas de la gente, de nuestras ciudades y pueblos. Ha sido elaborada, a través del diálogo y el entendimiento entre los partidos políticos, equipos técnicos, organizaciones sociales y ciudadanos. Y orientada a lograr acuerdos sobre alternativas concretas para mejorar la calidad de vida de nuestra población.

Durante diez meses los delegados de los partidos en la Comisión de Propuestas Programáticas, creada a mediados de 2009, identificaron las coincidencias y discutieron en detalle las diferencias. De allí surgieron la “Bases Programáticas”, conocidas también como “100 Soluciones para la Gente”, aprobadas en marzo de 2010, y que sirvieron de marco para la Agenda Parlamentaria, aprobada por la mayoría del país en las elecciones para la Asamblea Nacional.

El año pasado la Mesa de la Unidad emprendió en forma sistemática las tareas para garantizar un gobierno efectivo en el próximo período presidencial. El éxito de la Unidad Nacional va más allá de la victoria electoral del 7 de octubre. Se trata de garantizar el mejor gobierno posible, el más efectivo para atender los problemas y angustias de los venezolanos.

Esta nueva etapa de elaboración programática colocó su acento en el país que queremos tener en el año 2019. Se aspira que en ese año muchos de los problemas que confrontamos hayan sido solucionados o aminorados. También se analizaron las medidas que deberán ejecutarse en los primeros días del gobierno. Para ello, en el marco de las bases programáticas, se trabajó en dos dimensiones.

En la dimensión técnica invitando a los mejores especialistas del país en las áreas de gestión pública. Este llamado fue atendido por más de 400 expertos nacionales, organizados en 31 Comisiones Técnicas, muchos de los cuales se encuentran ahora en esta sala, y que conforman una gran alianza del conocimiento al servicio del país. A todos ellos nuestro agradecimiento por su disposición a servir, por su solidaridad, por sus ideas y experiencias. Y en especial, el agradecimiento a los Coordinadores de las Comisiones, por su laboriosa y ardua tarea.

En la dimensión política, se constituyó la Comisión de Políticas Públicas, con delegados de los partidos, con la facultad de considerar y aprobar los Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional. Esta Comisión recibió semanalmente a buena parte de las Comisiones Técnicas para intercambiar sobre las propuestas. Además, tres comisiones de la Mesa (la de Educadores, la Agroalimentaria y la de Descentralización) elaboraron documentos que permitieron el intercambio y los acuerdos en estas áreas. La incorporación de representantes de los precandidatos presidenciales fue de especial importancia para acoger sus propuestas. También en esta etapa la Mesa de la Unidad, a través de medios electrónicos, recibió recomendaciones y sugerencias de cientos de venezolanos. A todos ellos nuestro agradecimiento.

Este vasto esfuerzo de acuerdo político y técnico, fue aprobado finalmente por la Mesa de la Unidad a mediados de este mes. El documento final, asumido hoy por los precandidatos presidenciales, es el producto de tres años de trabajo, pero de muchos más de experiencia y estudio. Expresa con detalles los Lineamientos de acción que el Gobierno de Unidad Nacional deberá poner en marcha desde el primer día de la gestión. Al finalizar este acto será colocado en nuestra página web para que sea conocido y analizado por el país.

Podemos decir con propiedad que hoy la Mesa de la Unidad cuenta con las alternativas de solución para enfrentar con éxito los problemas de los venezolanos. Más que eso, contamos con un plan de vuelo, el cual en algunas áreas sobrepasa el tiempo del próximo gobierno. Todo esto ha sido posible por la disposición a hacer de la política la base de las coincidencias. Los partidos políticos democráticos han demostrado que por encima de las diferencias, deben promoverse acuerdos sostenibles. El encuentro técnico y político ha permitido examinar evidencias, lecciones aprendidas, éxitos en otros contextos, posibilidades de innovación.

Hoy también se abre otra etapa. En pocos días contaremos con el abanderado presidencial de la Unidad Democrática. Bajo su liderazgo se presentará el Programa de Gobierno con más detalles y precisiones. Toda esta experiencia acumulada debe proseguir y profundizarse. La Unidad es cada día más concreta. Es condición necesaria para ganar las elecciones e imprescindible para hacer un buen gobierno para vivir y progresar en paz. Para ello es fundamental que cuidemos la Unidad. Que sigamos juntos la travesía. Que seamos muchos más. Muchas gracias,

Palabras en la presentación de los Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional
Caracas, 23 de enero de 2012