miércoles, 7 de marzo de 2018

Causas de la hiperinflación más larga

La hiperinflación de Venezuela ya entró en el quinto mes. Aunque a la fecha no están disponibles los estimados de la Asamblea Nacional, todo apunta en la dirección de que en el mes de febrero también se superó el 50% de la tasa de inflación mensual, confirmando la continuación de la hiperinflación. En la práctica, esto significa que la hiperinflación venezolana ya superó la duración de las de Chile (1973) y Perú (1988 y 1990), e igualó la de Brasil (entre 1989 y 1990). Conviene entonces analizar en detalle las razones por las cuales los países tienen hiperinflaciones de larga duración. 

Tomemos el caso de Nicaragua. En este país se produjo la hiperinflación más larga registrada en la historia, con una duración de 58 meses, entre junio de 1986 y marzo de 1991. También tiene el récord del año con la mayor tasa de hiperinflación en América Latina, con 13.100% en 1987. Nos concentraremos en las evidencias aportadas por participantes relevantes en la toma de decisiones en ese período. Tal es el caso de los testimonios referidos por Sergio Ramírez, quien se desempeñó como Vice-presidente de Nicaragua en el período de la hiperinflación, hasta que el gobierno sandinista fue sustituido en las elecciones ganadas por Violeta Chamorro en 1990. En su conocido libro “Adiós muchachos: Una memoria de la revolución sandinista”, publicado en 1999, Ramírez ofrece pistas sobre las causas de la prolongada hiperinflación en su país. 

Refiere Ramírez que el ministro de Planificación, Alejandro Martínez Cuenca, “trató de enseñarnos las ventajas de la disciplina monetaria y la necesidad de combatir la inflación”. Inmediatamente señala Ramírez que “siempre siguieron pesando la guerra, las razones políticas y las improvisaciones para descalabrar cualquier plan”. También expresa que luego del cambio de moneda en 1987 se ha debido implementar un “severo ajuste monetario, el saneamiento de las carteras bancarias y una estricta austeridad en el gasto público, objetivos que nunca se cumplieron”. Más adelante, indica Ramírez que “la consigna que quebró el espinazo de la economía fue todo para los frentes de guerra”. En otras palabras, la guerra se convirtió en el gran resguardo para no enfrentar las decisiones que implicaba la hiperinflación. 

También relata Ramírez que en 1987 (en medio de la hiperinflación) estuvo en Managua un experto del Ministerio de Planificación soviético. En la reunión de presentación de recomendaciones al Consejo Nacional de Planificación, con Daniel Ortega presente, el experto propuso “que era necesario liberalizar la economía y controlar el gasto, siendo estrictos en el cálculo económico; y segundo, que los comandantes debían abandonar las tareas de gobierno y dejarlas en manos de técnicos competentes”. Ante el planteamiento, Daniel Ortega contestó: “¿Usted pide que nos quedemos haciendo un papel protocolario? Yo no sirvo para eso”. 

La historia demostró que ahí terminaron las sugerencias del experto soviético. El gobierno se aferró a las consignas en medio de una gran incompetencia. Los resultados fueron tres años más de hiperinflación bajo la responsabilidad del gobierno sandinista. La mezcla de ideología e incompetencia prolongan las hiperinflaciones. La lección nicaragüense está bastante clara.

Politemas, Tal Cual, 7 de marzo de 2018

La peor catástrofe

Venezuela vive la peor situación social y económica de su historia. Los resultados de la IV Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI 2017), elaborada por equipos técnicos de la Universidad Central de Venezuela, Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Simón Bolívar y de la Fundación Bengoa, permiten establecer las dimensiones de este gran deterioro. Es importante notar que los datos presentados la semana pasada son previos al inicio de la hiperinflación. 

Desde que se elaboró la primera ENCOVI en 2014, el ingreso de las familias venezolanas no ha hecho otra cosa que disminuir. En ese año, el 24% de los hogares no tenía para comprar los alimentos del día, por lo tanto, se encontraba en pobreza extrema. En la última ENCOVI (2017) se constató que la pobreza extrema afecta al 61% de los hogares del país. La pobreza total, es decir las personas que no tienen los ingresos para cubrir las necesidades de alimentación, educación, salud, transporte, entre otras, alcanzó al 90% de los venezolanos. También en la última ENCOVI se exploró la pobreza multidimensional, la cual corresponde a la indagación sobre los déficits que puede experimentar un hogar en aspectos tales como vivienda, servicios, ingreso, educación y protección social. La pobreza multidimensional aumentó de 41% de hogares en 2015 a 51% en 2017, con lo cual se evidencia las limitaciones de las políticas en las áreas señaladas. 

La inseguridad alimentaria, es decir, las condiciones de riesgo que presentan las familias con respecto a la ingesta de alimentos, afectaba, según ENCOVI 2017, al 80% de las familias del país. Esto significa menor ingesta de alimentos, menor calidad, así como posibilidades de desnutrición. Menos del 40% de la población puede comprar alimentos como el pollo y la carne, apenas 11% reporta comprar frutas. También la última ENCOVI registra un aumento del desempleo abierto, de 7% en 2016 a 9% en 2017, combinado con solo 40% de empleos fijos, y con reducción de la cobertura de casi todas las prestaciones sociales. En el área de seguridad, 20% de los venezolanos reportó que había sido víctima de un delito, pero el 60% de las personas no acudió a denunciarlo. Casi el 60% de las personas reporta sentir miedo en su vivienda y 76% en los medios de transporte. 

En el aspecto educativo, ENCOVI 2017 reporta una pérdida de 7% en la cobertura educativa de la población entre 3 y 24 años, cuando se compara con la registrada en 2014. De especial preocupación es la reducción de la cobertura educativa en el grupo entre 18 y 24 años, esto es, 7% en el caso de los hombres y 13% para las mujeres. De esta manera la cobertura de ambos sexos en este grupo de edad se encuentra en menos de 40% en 2017. Finalmente, entre 2014 y 2017 se ha perdido casi 20% de cobertura de seguros de salud. En 2017 el 68% de la población no tenía seguros de salud, ni público, ni privado. Solo 20% de las mujeres embarazadas en el estrato de menores recursos acudía al control prenatal en el primer mes, mientras que en el estrato de mayores recursos era casi 75%. 

Los datos de ENCOVI 2017 ilustran con nitidez el profundo deterioro de las condiciones de vida que han experimentado los venezolanos a lo largo de estas décadas, pero especialmente en los últimos cuatro años. Es la peor catástrofe en las condiciones de vida de los venezolanos en toda su historia, la mayor en América Latina en los últimos sesenta años, entre las mayores del mundo en lo que va de siglo. No hay manera de expresar este drama que afecta a la población. Estas condiciones se están agravando en la medida que la hiperinflación no se enfrente con decisión y competencia. Los venezolanos viven horas graves, de sufrimiento. Son las consecuencias directas de las peores políticas públicas implementadas en la historia del país.

Politemas, Tal Cual, 28 de febrero de 2018