viernes, 16 de julio de 2021

Consecuencias del retraso para vacunar en América Latina

La brecha de inmunidad contra covid-19 puede condicionar la dinámica global de los próximos años. Las evidencias hasta la fecha son significativas. Mientras en la Unión Europea el 38,9% de la población ya está completamente vacunada contra covid-19, con 24 países (de 27) con coberturas superiores al 30%, en América Latina solo 3 países (de 20) superan este porcentaje. Esta evolución puede significar que al final de este año, el segundo de pandemia, muchos países no habrán alcanzado la meta de vacunaciones que permita el control. Conviene explorar las causas de esta situación en América Latina, y especialmente, las opciones de políticas que se deben ejecutar.

La primera condición para el éxito de las vacunaciones contra covid-19 es contar con la disponibilidad de dosis para la población objetivo. De acuerdo con la última información disponible en sitio web de la Universidad de Duke, solo cuatro países de la región (Bolivia, Brasil, Chile, y República Dominicana) tienen suficiente número de dosis para vacunar a toda la población requerida, sin tener que utilizar dosis por el mecanismo Covax. Un quinto país (México) puede cubrir a toda la población meta, pero incluyendo las dosis correspondientes a Covax. Cuatro países (Cuba, Haití, Nicaragua, y Paraguay) no tienen registros de disponibilidad de vacunas en el sitio web mencionado. Esto implica que en la mayoría de los países de la región no se cuenta todavía con los acuerdos de compra que garanticen las dosis necesarias de vacunas contra covid-19.

También la garantía de disponibilidad está afectada por la escasez de vacunas en el mercado internacional. En los meses de mayo y junio de este año, entre los países que no han alcanzado la disponibilidad, solo El Salvador, Perú, Ecuador, y Argentina, han logrado acuerdos de compras de vacunas. Otro país que ha concretado suministros es México, pero en este caso por una donación. La dificultad de alcanzar la disponibilidad en la mayoría de los países de la región, es indicativo de las restricciones para compras de vacunas, la mayoría de ellas se ha concentrado en los países de mayores recursos.

El suministro de vacunas a través del mecanismo Covax también expresa notables diferencias. De acuerdo con el seguimiento que realiza Unicef de las vacunas distribuidas a través de Covax, tres países (El Salvador, Honduras, y Bolivia) han recibido hasta la fecha más dosis que las asignadas inicialmente. En El Salvador han sido casi cinco veces más las dosis efectivamente recibidas, mientras en Honduras poco más de tres veces, y en Bolivia poco menos de dos veces. En tres países (Argentina, Colombia, y Paraguay), ya se han recibido todas las dosis asignadas. Sin embargo, en otros países se han recibido menos de la mitad de las dosis asignadas (República Dominicana, Nicaragua, y Panamá). En Haití no se han recibido dosis asignadas. Cuba y Venezuela son los únicos países de la región que no tienen a la fecha dosis asignadas por Covax.

El tercer factor que afecta la posibilidad de alcanzar la cobertura meta es la capacidad de gestión de los sistemas de salud de la región. Si se examina el ritmo de vacunaciones diarias en los últimos quince días, solo cuatro países de la región (Chile, Uruguay, República Dominicana, y Cuba) registran un porcentaje superior a 0,4. De hecho, estos son los únicos países de la región que podrían alcanzar la meta de vacunación (esto es, el 70% de la población total) antes de que termine el año 2021.

En el resto de los países de la región (16) la cobertura meta solo se podría alcanzar a partir de 2022. En dos países, de hecho, no es posible tener un estimado (Haití porque no reporta información sobre vacunaciones, y Nicaragua porque no informa las dosis discriminadas por primeras y segundas).

Al ritmo actual de vacunaciones diarias, solo Colombia y El Salvador podrían alcanzar la meta en el primer semestre de 2022. Otros países (Brasil, Panamá, Argentina, Perú, y Ecuador) alcanzarían la meta a finales de 2022. El resto de los países (México, Costa Rica, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Honduras, y Venezuela) alcanzarían la cobertura a partir de 2023.

En el escenario descrito, la brecha de inmunidad contra covid-19 se prolongaría en América Latina por tres años más como mínimo. Esto significaría mantener la incertidumbre ocasionada por las debilidades de las medidas de control, así como la permanente afectación por los casos y muertes por covid-19. Al día de hoy, siete países de América Latina están entre los quince con mayor cantidad de muertes diarias por covid-19 por millón de habitantes. Que solo cuatro países estén ejecutando las vacunaciones a un ritmo que permite alcanzar la cobertura en 2021, es indicativo de las significativas restricciones del resto de los sistemas de salud de la región. A menos que se tomen medidas contundentes, el impacto de esta brecha de inmunidad en la vida cotidiana de las personas, y en las condiciones políticas, económicas y sociales, será probablemente la afectación más severa en la región hasta mediados de esta década.

Politemas, Tal Cual, 14 de julio de 2021

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