El anuncio de la Asamblea Nacional sobre la tasa de inflación del mes de mayo implica nuevos récords en el drama de la hiperinflación en Venezuela. En primer lugar, se confirma el séptimo mes de hiperinflación. Es decir, desde el mes de noviembre del año pasado, la tasa de inflación mensual ha superado el 50%. La duración de la hiperinflación de Venezuela ya es superior a la experimentada en Chile (1973), Perú (1988 y 1990), y Brasil (1989-1990). Esto significa que, de continuar esta situación, en cuatro meses más también se superaría la duración de la hiperinflación de Argentina (1989-1990).
La tasa de inflación mensual correspondiente al mes de mayo de 2018 también es la más alta en la historia del país, esto es, 110%. De acuerdo con esta tasa de inflación mensual, los precios de los bienes se duplican en 28 días. De mantenerse una tasa de inflación mensual de 50% hasta final de año, la tasa de inflación, según la Asamblea Nacional, sería 35.000% en 2018, con lo cual se convertiría en la más alta de todas las hiperinflaciones de América Latina, y la más alta de las hiperinflaciones ocurridas en el mundo desde 1980.
Las condiciones de esta situación son cada día más críticas para la inmensa mayoría de la población. Las posibilidades de protección están disponibles para un sector muy pequeño. Una hiperinflación de estas características como se está previendo es el escenario de destrucción más grande padecido por la sociedad venezolana. No existe forma de minimizar esta realidad.
En este contexto, una de las preguntas fundamentales es identificar si es posible revertir esta situación en un plazo corto. Esto nos lleva a analizar el patrón de toma de decisiones en la actualidad en esta materia. La decisión anunciada sobre la reconversión monetaria se ha comunicado y asumido como la solución del problema. Especialistas nacionales e internacionales han indicado insistentemente que la reconversión sin las medidas de fondo requeridas, no significará ningún remedio. Más bien, puede implicar el empeoramiento de la situación.
De acuerdo con lo informado recientemente, la reconversión monetaria se implementará a principio del mes de agosto. Es decir, que a los siete meses ya transcurridos habría que agregar los meses de junio y julio, con lo cual se alcanzarían los nueves meses de duración. Y a esos meses habría que agregar el tiempo que llevaría que se cayera en cuenta que la reconversión no es la solución. Conocido el patrón de decisiones en esta materia, es bastante probable que la hiperinflación de Venezuela se extienda por todo lo que queda del año 2018. Las consecuencias de la prolongación de este nivel de hiperinflación es muy probable que alcance los mayores topes de empobrecimiento y destrucción de capacidad productiva en la historia del mundo.
Politemas, Tal Cual, 13 de junio de 2018
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