Cada día hay más evidencias de que la propuesta de la Unidad Democrática supera la coyuntura y tiene objetivos más allá del ámbito electoral. Desde sus inicios la Unidad Democrática ha planteado al país que su alcance está fundamentado en una visión estratégica, en una opción programática, y en una forma de vincular los problemas de los venezolanos con la práctica política. Quizás en un ambiente de escepticismo, tales aspiraciones despertaron dudas, y no pocas veces franca incredulidad.
El camino recorrido es indicativo de que la Unidad se ha tomado en serio sus palabras. Que ante los ciudadanos no hay mayor logro que cumplir con la palabra empeñada. Lo primero fue construir una plataforma de entendimiento entre los partidos políticos democráticos. Esto es, crear un espacio para intercambiar y acordar. De allí el nombre de Mesa, sitio de encuentro, de diálogo, de acercamiento de posiciones. Luego de la derrota en el referéndum de febrero de 2009, se escuchó muchas veces que el actual gobierno arremetería fuertemente contra todo vestigio de institucionalidad democrática. Muchos pensaron que en el país se habían acabado las elecciones.
La Mesa de la Unidad se crea en ese contexto. Su primer objetivo fue consolidar los vínculos que permitieran ver el horizonte común. En pocos meses la Mesa de la Unidad había creado unas rutinas que le permitieron pasar a la formulación estratégica: construir una nueva mayoría política en el país que pudiera asumir los retos de un gobierno de transformación para los venezolanos. De allí se continuó con la expresión programática de la alianza (100 Soluciones para la Gente), elaborada de acuerdo con los espacios de coincidencia que se pudieron encontrar. Y estos fueron muchos, en realidad.
El tránsito a una nueva mayoría exigía asumir el reto electoral del 26 de septiembre de 2010. En ese momento la Unidad concretó un triunfo histórico: mayoría del voto popular, no expresado en diputados por la distorsión del sistema electoral. De esta victoria se hizo más evidente que el triunfo electoral de 2012 debía ser obra de la constancia y de la persistencia en la Unidad. La definición del método de las primarias para la selección de los candidatos sirvió para profundizar las exigencias unitarias. Y de allí se propuso formular un Compromiso por la Unidad Nacional ratificado al cumplirse un año de las elecciones parlamentarias. Y el pasado 23 de enero se presentó al país los Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional (2013-2019).
Al poner la mirada en el año 2019, la Unidad quiere transmitir al país que es un proyecto de amplias perspectivas. Que se aspira transformar al país para que tengamos una mejor democracia con bienestar para todos, para vivir y progresar en paz. El proyecto de la Unidad es servir a todos los venezolanos. Y se concreta todos los días.
El camino recorrido es indicativo de que la Unidad se ha tomado en serio sus palabras. Que ante los ciudadanos no hay mayor logro que cumplir con la palabra empeñada. Lo primero fue construir una plataforma de entendimiento entre los partidos políticos democráticos. Esto es, crear un espacio para intercambiar y acordar. De allí el nombre de Mesa, sitio de encuentro, de diálogo, de acercamiento de posiciones. Luego de la derrota en el referéndum de febrero de 2009, se escuchó muchas veces que el actual gobierno arremetería fuertemente contra todo vestigio de institucionalidad democrática. Muchos pensaron que en el país se habían acabado las elecciones.
La Mesa de la Unidad se crea en ese contexto. Su primer objetivo fue consolidar los vínculos que permitieran ver el horizonte común. En pocos meses la Mesa de la Unidad había creado unas rutinas que le permitieron pasar a la formulación estratégica: construir una nueva mayoría política en el país que pudiera asumir los retos de un gobierno de transformación para los venezolanos. De allí se continuó con la expresión programática de la alianza (100 Soluciones para la Gente), elaborada de acuerdo con los espacios de coincidencia que se pudieron encontrar. Y estos fueron muchos, en realidad.
El tránsito a una nueva mayoría exigía asumir el reto electoral del 26 de septiembre de 2010. En ese momento la Unidad concretó un triunfo histórico: mayoría del voto popular, no expresado en diputados por la distorsión del sistema electoral. De esta victoria se hizo más evidente que el triunfo electoral de 2012 debía ser obra de la constancia y de la persistencia en la Unidad. La definición del método de las primarias para la selección de los candidatos sirvió para profundizar las exigencias unitarias. Y de allí se propuso formular un Compromiso por la Unidad Nacional ratificado al cumplirse un año de las elecciones parlamentarias. Y el pasado 23 de enero se presentó al país los Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional (2013-2019).
Al poner la mirada en el año 2019, la Unidad quiere transmitir al país que es un proyecto de amplias perspectivas. Que se aspira transformar al país para que tengamos una mejor democracia con bienestar para todos, para vivir y progresar en paz. El proyecto de la Unidad es servir a todos los venezolanos. Y se concreta todos los días.
Politemas, Tal Cual, 1 de febrero de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario