Henrique Capriles Radonski ha enfatizado la prioridad que otorga a la educación. Lo ha reiterado en el ejercicio de su gestión como gobernador, en la campaña de las elecciones primarias de la Unidad Democrática, y ahora como abanderado presidencial. El argumento es sencillo: garantizar el mejor nivel de educación es la puerta de entrada al progreso sostenible, al desarrollo de las competencias para tener buenos empleos, protegidos, que generen satisfacción personal y colectiva.
Lo anterior es especialmente prioritario para la educación pública. Cerca del 80% de nuestra población acude a escuelas públicas. En muchas de ellas no están las condiciones para que el proceso de aprendizaje sea adecuado, para que se cumplan las actividades educativas con regularidad y calidad. El drama de la educación pública es la demostración más evidente de un país que no puede garantizar las posibilidades a todos, y especialmente a los que menos tienen.
La gestión de Capriles Radonski es una demostración contundente de lo que puede hacerse por la buena educación de los venezolanos. A pesar de las restricciones impuestas por el gobierno nacional, la gestión en el estado Miranda ha tenido logros que son testimonios de que no puede haber fatalismo cuando hay disposición y preparación para asumir la gestión pública.
En los últimos tres años se han construido 61 escuelas en el estado Miranda. También se han reparado y ampliado 350 escuelas. Esas instalaciones constituyen el espacio donde confluyen estudiantes, maestros, profesores, para realizar el proceso educativo. Para saber si se están cumpliendo tales objetivos es fundamental analizar la calidad y los logros reales.
La medición de la calidad se convierte en un instrumento fundamental para realizar los ajustes y mantener lo positivo. La evaluación de la calidad educativa que se realiza en las escuelas públicas de Miranda indica que en la gestión de Capriles Radonski ha mejorado el rendimiento en conocimiento y habilidades en lengua y matemáticas en 10%. Tal mejora se evidencia en el 70% de las escuelas públicas del estado.
Los ingresos y ascensos de los maestros y profesores se realizan a través de concursos abiertos y transparentes. En los últimos tres años se han formado 280 directores en un programa de especialización en gestión y calidad. Todos los niños con miopía cuentan con lentes. También se ha implementado para la mejorar la comprensión lectora.
Cuando Capriles Radonski habla de mejorar la educación no lo hace como promesa. Lo hace desde la realidad de los hechos. Allí están palpables las mejoras en la calidad de la educación de todos los niños y en la satisfacción de maestros y profesores. En esas realizaciones está la mejor demostración de que el país del progreso para todos es posible. Está ahí, en las escuelas públicas de Miranda.
Lo anterior es especialmente prioritario para la educación pública. Cerca del 80% de nuestra población acude a escuelas públicas. En muchas de ellas no están las condiciones para que el proceso de aprendizaje sea adecuado, para que se cumplan las actividades educativas con regularidad y calidad. El drama de la educación pública es la demostración más evidente de un país que no puede garantizar las posibilidades a todos, y especialmente a los que menos tienen.
La gestión de Capriles Radonski es una demostración contundente de lo que puede hacerse por la buena educación de los venezolanos. A pesar de las restricciones impuestas por el gobierno nacional, la gestión en el estado Miranda ha tenido logros que son testimonios de que no puede haber fatalismo cuando hay disposición y preparación para asumir la gestión pública.
En los últimos tres años se han construido 61 escuelas en el estado Miranda. También se han reparado y ampliado 350 escuelas. Esas instalaciones constituyen el espacio donde confluyen estudiantes, maestros, profesores, para realizar el proceso educativo. Para saber si se están cumpliendo tales objetivos es fundamental analizar la calidad y los logros reales.
La medición de la calidad se convierte en un instrumento fundamental para realizar los ajustes y mantener lo positivo. La evaluación de la calidad educativa que se realiza en las escuelas públicas de Miranda indica que en la gestión de Capriles Radonski ha mejorado el rendimiento en conocimiento y habilidades en lengua y matemáticas en 10%. Tal mejora se evidencia en el 70% de las escuelas públicas del estado.
Los ingresos y ascensos de los maestros y profesores se realizan a través de concursos abiertos y transparentes. En los últimos tres años se han formado 280 directores en un programa de especialización en gestión y calidad. Todos los niños con miopía cuentan con lentes. También se ha implementado para la mejorar la comprensión lectora.
Cuando Capriles Radonski habla de mejorar la educación no lo hace como promesa. Lo hace desde la realidad de los hechos. Allí están palpables las mejoras en la calidad de la educación de todos los niños y en la satisfacción de maestros y profesores. En esas realizaciones está la mejor demostración de que el país del progreso para todos es posible. Está ahí, en las escuelas públicas de Miranda.
Politemas, Tal Cual, 25 de abril de 2012
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