Hasta el cansancio el actual gobierno trata de difundir la propaganda sobre las “virtudes” de su gestión. Especial atención recibe en las campañas oficiales el tema de la producción de alimentos. Se promueve la idea de que ahora se producen más alimentos y que la escasez de algunos rubros, se debe a que la población tiene una mayor capacidad adquisitiva, y por lo tanto consume más. Completamente incierto y manipulado.
En 1990 Venezuela exportó 19 mil toneladas de carne bovina. La producción total de carne bovina en ese año fue 381 mil toneladas. A partir de 1999 Venezuela dejó de exportar carne bovina. Y empezaron a aumentar las importaciones. Como en muchos otros rubros de consumo. Mientras se tenía cierto excedente de dólares, se pudo comprar en el exterior. Hasta el punto que en 2009 llegamos a importar 359 mil toneladas de carne bovina.
Cuando se acabó la “holgura” de la chequera petrolera, comenzaron las dificultades para la oferta de carne a los venezolanos. Si la causa de la escasez hubiera sido el aumento del consumo, se podría esperar que al menos la producción nacional se hubiera mantenido y se compensara la diferencia con las importaciones. Pero, el “pequeño” detalle es que la producción nacional, al menos en 2009, era la mitad de 1990.
De tal manera, que este gobierno, que se ha fajado de lo lindo en su estrategia de propaganda para decir que ahora si tenemos soberanía, resulta que es responsable de una gestión en la cual se produce la mitad de la carne que hace 25 años (en términos absolutos). Pero si tomamos en cuenta la producción per cápita, nos encontramos que se ha reducido a la tercera parte, de 19 kg/persona en 1990 a 7,8 kg/persona en 2009. No hay mucho que agregar.
El actual gobierno ha realizado el “milagro” de convertirnos de un país autosuficiente en la producción de carne a un país totalmente dependiente. Y el otro “milagro” que ha realizado es diseñar la propaganda para tratar de convencer al país (ilusamente) de todo lo contrario. Lo cierto del caso es que en los últimos quince años lo que se ha producido es el desmantelamiento de gran parte de la capacidad productiva del país, con tremendas consecuencias para la vida cotidiana de los venezolanos.
Esta situación se extiende a todas las áreas de la producción, desde las de menor a las de mayor complejidad, en todas las regiones del país. Venezuela es hoy un triste espectáculo de la aplicación de políticas económicas anticuadas, basadas en los prejuicios y la ignorancia, sin ninguna capacidad de autocrítica y aprendizaje. Las consecuencias de tales errores afectan la vida concreta, especialmente de los sectores menos pudientes, impidiendo que puedan alcanzar mayores niveles de bienestar. El actual gobierno ha hecho todo lo posible por diezmar la capacidad productiva del país. Hay que reconocer que lo ha conseguido.
Politemas, Tal Cual, 21 de mayo de 2014
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