jueves, 23 de mayo de 2013

Petroimperialismo

Todo el que conozca un poco de Honduras sabe el impacto que significan 1.000 millones de dólares para su población. De acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, Honduras sólo supera a Bolivia, Guatemala y Haití. De manera que el efecto de más de dos semanas de inestabilidad política y restricciones comerciales no son buenas noticias para los hondureños, especialmente si nos referimos a la población en pobreza extrema, casi el 15% de la población total.

Esos 1.000 millones de dólares es el monto estimado en los proyectos que tienen financiamiento multilateral, como los del Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial, por mencionar sólo estas instituciones, así como los relacionados con la cooperación bilateral con Brasil para temas ambientales. Esta cooperación ha sido paralizada producto de la suspensión acordada por la OEA.

Honduras ha sido el escenario más reciente en el cual se ha expresado el alcance de una corriente expansionista en América Latina. Con la consigna del Socialismo del Siglo XXI, se ha repetido la fórmula venezolana, esto es, llegada al poder por elecciones, cambios institucionales producto de procesos constituyentes con poca consideración por los sectores opositores, eliminación del equilibrio de poderes, disminución de los mecanismos de transferencia de poder, entre otros aspectos.

Que la fórmula se haya acogido en otros países, como Bolivia y Ecuador, está fundamentado en el rol del petróleo como moneda de cambio en esta modalidad de imperialismo. El petróleo, si es utilizado sin mayores cortapisas, genera dependencia en los aliados. Petróleo barato es el anzuelo para mayores compromisos. Muchos de ellos políticos y diplomáticos. Es el petroimperialismo, muchas veces descarado, otras veces encubierto. Con la misión de copar el mayor espectro de influencia en la región. No otra es la función de Petrocaribe: darle soporte financiero a la estructura política representada por la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA).

Honduras era una “ficha” atractiva en ese tablero petroimperial. Hubiera sido el primer país centroamericano que aprobara una constituyente con estos objetivos. De allí la importancia asignada a la consulta de la cuarta urna y todo el apoyo otorgado, tanto político, como financiero y logístico. Claro está, las presenciales petroimperiales también tienen sus opositores. Para muchos latinomericanos no es “buen negocio” pasar del imperialismo del Norte, al petroimperialismo tropical liderado por el presidente Chávez. El rechazo a estas posiciones está en el fondo de la crisis hondureña de la actualidad. La complejidad de estos hilos hace suponer que no será fácil ni rápida la solución.

Politemas, Tal Cual, 15 de julio de 2009

No hay comentarios: