viernes, 4 de noviembre de 2011

Presidente sin jóvenes

La verdad es que se hubiera podido esperar mucho más. Después de 12 años de gobierno y su supuesta “conexión” con el electorado, fue bastante evidente la falta de creatividad que mostró el Presidente el pasado viernes. Las demandas crecientes del sector estudiantil, especialmente el vinculado con las universidades públicas, dejó al primer mandatario fuera de base.

Lo “mejor” que se le ocurrió al Presidente fue anunciar la creación de un “Ministerio para la Juventud y para los Estudiantes”. Luego dijo una frase que transmite mucha originalidad: “sin juventud no habría patria”. Mucho tiempo sin oír algo tan novedoso. Y con esa propuesta, consideró que el mandado estaba hecho. El regreso de los jóvenes al campo del oficialismo es cuestión de días, al menos eso es lo que parece pensar el Presidente.

Nada más alejado de la realidad. El Presidente debería tomar en cuenta que ya se acerca a los sesenta años. Y lo que es más evidente, que ha ejercido el gobierno en los últimos doce años. Muchos de los jóvenes que tienen ahora un poco más de veinte años sólo han conocido un presidente: el actual. Y esa imagen tiene referentes concretos. Las principales demandas de los jóvenes venezolanos son justamente aquellas que este gobierno ha sido más incapaz en cumplir: seguridad y empleos.

Los jóvenes venezolanos son los más afectados por la violencia en América Latina. La tasa de homicidios es la más alta de la región, y los homicidas se encuentran justamente, de manera predominante, en ese grupo de edad. Eso lo saben los jóvenes venezolanos que sufren las consecuencias de la violencia, en todos los estratos sociales, pero especialmente en los sectores más pobres, esos en los cuales ya el actual gobierno es un “periódico de ayer”. Nada nuevo que ofrecer, todo lo obsoleto que se pueda imaginar.

Y si se trata de empleos, el actual gobierno se ha convertido en la primera causa de frustración de los jóvenes venezolanos. No solamente por la aniquilación de fuentes de trabajo en el país, sino por el estímulo que ha significado para que muchos jóvenes, cientos de miles para ser exactos, contemplen el futuro en otros países diferentes de Venezuela. En realidad, el presidente Chávez, con su lenguaje ofensivo y desconsiderado, así como con las políticas de su gobierno, se ha convertido en la principal causa de la migración forzosa de nuestros recursos humanos más jóvenes. Y para remate, con sus pretensiones de “mandar para siempre” no ha hecho otra cosa que agravar lo anterior.

Este presidente es el mismo que ahora ofrece un escuálido ministerio. Como una promesa completamente fuera de contexto, alejada de las reales necesidades de la juventud del país. El viernes pasado el Presidente perdió todo resto de conexión con la mayoría abrumadora de los jóvenes venezolanos.

Politemas, Tal Cual, 16 de marzo de 2011

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