Como si hubiera estado escrito. El gobierno de lo que fue uno de los Petroestados más poderosos del mundo, viaja miles de millas para pedir, ante la mirada de todo el mundo, recursos frescos para hacer frente a la caída en los ingresos públicos ocasionada por la reducción de los precios del crudo en los últimos meses.
Gran parte de la ironía es que el gobierno de Venezuela acude a otro Petroestado, que ha tenido la visión de hacer las cosas diferentes. Qatar es un país pequeño, de apenas 12.000 kms cuadrados, el más pequeño de la OPEP. También es el de menor población, poco más de 2 millones de habitantes.
Resulta, sin embargo, que Qatar es el país de mayor PIB per cápita en el mundo. Más de 100.000 dólares per cápita. El crecimiento económico de Qatar fue 14% promedio en la última década. Y para remate es el mayor exportador de gas licuado en todo el planeta. Para los funcionarios del gobierno de Qatar ha debido quedar en evidencia las penurias de un gobierno que se asoma a su puerta con la mano extendida, con la economía en práctico descalabro.
El gobierno de Qatar ha hecho las cosas de otra manera. La mitad de la economía del país no está vinculada a los hidrocarburos. Y aparte de eso, están desarrollando un vasto plan de inversiones públicas en preparación para la Copa Mundial de Futbol de 2022. Hacer las cosas bien es justamente la receta básica para acumular recursos y ser el país del área de mayor desarrollo humano.
Es muy lamentable que todo el espejismo creado por los responsables del gobierno de Venezuela, con las premisas ideológicas equivocadas y una monumental ignorancia, se esté desplomando a los ojos de todo el mundo. Mientras eso pasa, millones de venezolanos deben acudir a todas las colas imaginables para conseguir productos de la dieta básica y de consumo masivo. La destrucción del aparato productivo que se ha ejecutado en los últimos 16 años no podía tener otro resultado.
Más preocupante es que la visita a Qatar para pedir recursos no haya generado ninguna pregunta a la comitiva venezolana. Por ejemplo, sobre las ventajas de una economía ordenada, que utiliza los recursos de hidrocarburos para apalancar otras áreas de desarrollo, o las virtudes de ahorrar para las contingencias, o las posibilidades de diversificación de la economías. O preguntarse por la participación del sector privado como factor fundamental de desarrollo. O preguntarse sobre las innovaciones en la producción que permitan ampliar mercados. Todos estos hechos presentes en la realidad de Qatar. Al final de cuentas, se puede ir a pedir dinero y regresar siempre con las manos vacías, sin ninguna solución.
Politemas, Tal Cual, 21 de enero de 2015
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