domingo, 27 de diciembre de 2015

Amor de enfermedades y muertes

Después de ocho años de gobierno autoritario e incompetente, el presidente Chávez habla de amor. Esta manifestación tan súbita contrasta con los resultados de una gestión que ha traído más enfermedades y muertes a los venezolanos. No puede haber amor cuando se ha permitido el deterioro de la salud en el país.

El gobierno del presidente Chávez ha representado el fracaso más estruendoso de la salud en Venezuela desde 1937. Dos razones fundamentan esta aseveración. La primera es su decepcionante desempeño. La segunda razón es su gran incapacidad para acometer los cambios fundamentales que requiere nuestro sistema de salud.

Desde 1999, primer año de la gestión del Presidente Chávez, ha empeorado la salud de los venezolanos. Este deterioro se expresa de manera contundente en tres aspectos de las condiciones de salud: la atención materno-infantil, el control de enfermedades endémicas, y la prevención y control de enfermedades crónicas. Lamentablemente, el Ministerio de Salud no ha publicado todavía las cifras de mortalidad del año 2005 (tiene ya cuatro meses de atraso). Por eso los análisis de la mortalidad sólo se pueden realizar hasta el año 2004. 

En el año 2004 murieron 9.272 niños menores de un año. El 80% de estas muertes se produjo por causas completamente evitables. Esto significa un total de 7.417 muertes en menores de un año, aproximadamente 20 muertes diarias. La tasa de mortalidad infantil de Venezuela es más de dos veces superior a la de Chile. 

En su gran mayoría las muertes evitables están relacionadas con enfermedades de origen infeccioso y asociadas a pobres condiciones de vida. En el año 2004 se produjeron 685 muertes por diarreas en menores de un año. También en 2004 murieron 274 niños (entre 1 y 11 meses de edad) por desnutrición. 

En el caso de la mortalidad materna se ha producido un aumento de 20% entre 1998 y 2004. En efecto, en 1998 murieron 51 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos registrados por causas relacionadas con el embarazo, parto y el período post-parto. En el año 2004 esta cifra ascendió a 60 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos registrados. Esto significa que en el año 2004 murió una mujer diariamente por causas relacionadas con la mortalidad materna. 

En la atención a las enfermedades endémicas, el fracaso se expresa en las epidemias actuales de malaria y dengue. En el año 1998 tuvimos 21.863 casos de malaria. En el año 2002 el total de casos ascendió a 29.337. El año 2004 cerramos con 46.244 casos, la segunda cifra más alta desde el año 1937. En el año 2005 tuvimos 45.328 casos de malaria. En el caso del dengue, el número de casos del año 2005 fue 12% superior al que tuvimos en 1998. En las últimas semanas reportadas de este año tenemos más casos de ambas enfermedades que en el año pasado. 

El gobierno del presidente Chávez también ha fracasado en la atención a personas con enfermedades que requieren cuidados por décadas. Estas enfermedades son frecuentes pero pueden ser controladas. En lo que respecta a la atención de los pacientes con diabetes e hipertensión existe evidencias de retrocesos. De acuerdo con las cifras oficiales, en los años de este gobierno ha aumentado la probabilidad de que las personas mueran por hipertensión y diabetes, especialmente en los grupos de mayor edad. Si comparamos los valores entre 1998 y 2003 los resultados son desalentadores. En el caso específico de la diabetes, en el período señalado ha aumentado la mortalidad en todos los grupos de edades comprendidas entre 50 y 74 años. En el grupo entre 50 y 59 años la mortalidad por diabetes ha aumentado 25%. En el grupo entre 70 y 74 años el aumento es 29%. Una situación similar se observa en las muertes por hipertensión. En todos los grupos de edades señalados ha aumentado la mortalidad por esta causa. 

Es claro que este supuesto amor lo que ha traído es más muertes y más enfermedades a los venezolanos. Es también claro que la reelección del gobierno del presidente Chávez es el mayor riesgo para el bienestar de Venezuela.

Politemas, Tal Cual, 18 de octubre de 2006

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