La sociedad venezolana vive su mayor encrucijada de los últimos cincuenta años. En una dirección está la oferta de un gobierno que aspira reelegirse luego de haber demostrado con creces su vocación autoritaria y su gran incompetencia. No contento con eso, el candidato continuista ofrece concluir el cerco y dar el paso al totalitarismo. Ya habla sin ningún pudor sobre un gobierno que se reelegirá eternamente y sobre la aniquilación de cualquier otra forma organizativa que no sea la que le rinda obediencia ciega.
En la otra dirección está la oportunidad de construir una nueva democracia. Que sea capaz de tomar en cuenta los aciertos y errores de las últimas décadas. Que coloque su acento en los problemas fundamentales de los venezolanos. Aquellos que afectan su calidad de vida, y también su deseo de vivir en libertad.
La nueva democracia exige liderazgos y programas. En ambas dimensiones la alianza democrática ha dado pasos certeros en poco tiempo. También exige la concreción de un acuerdo amplio, de envergadura, que permita avanzar efectivamente. Para que este acuerdo sea exitoso se requieren condiciones y contenidos.
Al menos dos condiciones son cruciales. La primera es crear y desarrollar una alianza democrática que incluya al mayor número de actores. Tanto de las organizaciones políticas como de los grupos de ciudadanos. La segunda condición es que la alianza trascienda lo estrictamente electoral. Que sea capaz de exigir y concretar las grandes transformaciones que exige la hora actual.
Dentro de las contenidos de este Acuerdo Unitario para la Nueva Democracia se podrían incluir los siguientes:
1. El programa de gobierno presentado por el Acuerdo Unitario deberá ser ratificado por todos los grupos políticos aliados, sin perjuicio de que se puedan sumar la mayor cantidad de asociaciones y ciudadanos. Las políticas públicas propuestas y ratificadas serán defendidas y asumidas por todos los actores de la alianza.
2. El Gobierno Unitario deberá ser una expresión de unidad. La composición del gobierno expresará la diversidad y la capacidad de concertación de la alianza.
3. Los miembros de la alianza asumirán su voluntad indeclinable de oponerse a toda forma de totalitarismo y continuismo. Todos los sectores sumarán sus esfuerzos para avanzar de manera concertada en las distintas fases de esta estrategia de redemocratización.
4. La alianza promoverá el reestablecimiento del equilibrio de poderes a través de los canales institucionales y el respeto a las minorías como norma de la conformación de los poderes del Estado.
5. La duración del período constitucional será de cuatro años para los cargos ejecutivos con posibilidad de reelección por una sola vez.
6. Los partidos políticos deberán contar con recursos públicos para el financiamiento de sus actividades. Tales asignaciones serán reguladas y supervisadas estrictamente por los mecanismos del Estado y de toda la sociedad.
7. El Poder Electoral deberá reestructurarse para que garantice la mayor cobertura de la población con derecho al voto, así como la transparencia en todas sus fases y procedimientos.
8. La Fuerza Armada Nacional deberá obedecer plenamente al poder civil y no representará ninguna militancia política. Estará al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política.
9. La organización del Estado deberá promover la transferencia de responsabilidades y recursos a los ámbitos subnacionales y municipales, así como la responsabilidad del gobierno nacional en la coordinación y regulación de políticas públicas.
10. La estrategia política de la alianza deberá enfrentar de manera unitaria todas las exigencias que supondrá la cabal redemocratización de Venezuela.
El desarrollo de los contenidos anteriores requerirá madurez, paciencia y capacidad para concertar. Como en pocas oportunidades de nuestra historia, los sectores democráticos venezolanos estamos llamados a definir y transitar un curso común. Es la manera más segura de derrotar al autoritarismo y al totalitarismo. Es la manera más segura de lograr bienestar para todos.
Politemas, Tal Cual, 11 de octubre de 2006
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